Leía Santander y Ian casillas están dispuestos a pagar el precio de ser los villanos para la sociedad si con eso pueden obtener la paz mental, estabilidad emocional y felicidad que se les fue negada y arrebatada por las personas que debieron amarlos y protegerlos por lo que si tienen que ser los villanos para obtener justicia y felicidad entonces se encargarán de hacer un papel inolvidable ante el mundo.
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Capitulo I
Miro el vestido de novia en la percha y no puedo creer que estoy a minutos de casarme con alguien a quien no amo, pero que no tengo más opción, ya que si quiero lograr mi sueño de tener mi propia clínica, ser madre y sentir el placer que nunca he sentido, porque el hombre que amé en mi vida solo se preocupó por escalar alto sin importarle mis sentimientos. Pero no solo se conformó con eso, sino que cada vez que tomaba mi cuerpo, lo hacía para sentir su propio placer y nunca se preguntó si me gustaba. Yo, como una tonta, aguanté durante mucho tiempo, pues no quería perder al amor de mi vida.
Quiero ver pagar a mi ex esposo y a mi supuesta familia todo el daño físico y emocional que me causaron durante tantos años. Por eso, decidí aceptar la propuesta de matrimonio de mi ex paciente, el cual no solo será mi esposo, sino que también será el instrumento principal para ver caer a aquellos que solo me usaron como una marioneta. Pero lo más importante es que mi futuro esposo me ayudará a lograr mis sueños de ser madre y perderme junto a él en los placeres del sexo, pues la fama que lo rodea es que es una fiera en la cama. Debido a su enfermedad, la mujer que decía amarlo lo abandonó.
Me voy a casar a través de un contrato de mutuo acuerdo, el cual solo lo disolverá la muerte de uno de los dos. También debemos tener por lo menos un hijo y acompañarlo en todos los eventos públicos y familiares.
Lo mejor de este contrato de matrimonio es que tendré mi propia clínica y me realizaré como mujer. Aunque no sé si llegaré a amar a mi futuro esposo, un día, de lo que sí estoy clara, es que voy a disfrutar de mi matrimonio y quiero sentir todo lo que mi ex marido me quitó por su egoísmo.
Mi futuro esposo por contrato es el CEO número 1 a nivel internacional y con la empresa más grande de distribución de ropa. Pero para que entiendan un poquito mejor del por qué me vi obligada a aceptar un matrimonio por contrato, les voy a contar un poquito de mi historia.
Años atrás:
Mi nombre es Leía Santander. Soy hija única de Martín y Blanca Santander, quienes son dueños de una de las empresas más reconocidas en la industria de la moda debido a sus diseños vanguardistas y únicos. Sin embargo, a mí nunca me llamó la atención ese mundo lleno de belleza. Mi sueño siempre fue ser una de las mejores médicas para así cuidar y ayudar en el proceso de sanación de aquellas personas que necesitaran ayuda médica. Además, siempre soñé con tener mi propia clínica y que esta no solo atendiera a personas de clase alta, sino que también viera y se preocupara por la salud de todos aquellos que no cuentan con los recursos necesarios para costear los gastos de un médico y de los especialistas.
Mis padres, al saber cuáles eran mis sueños, se negaron rotundamente, pues para ellos lo más importante es su dinero y su estatus. Si para mantenerlo o elevarlo mucho más alto debían sacrificar a su propia hija, entonces lo harían sin remordimiento alguno.
Me negué a ser usada como mercancía y abandonar todos mis planes solo por vivir en un mundo lleno de prejuicios y apariencias. Pero por mi supuesta rebeldía, recibí una golpiza de mis padres. Debido a esta golpiza, tuve que usar mucho maquillaje y ropa cubierta para que no se notaran los hematomas de mi cuerpo, pues no me golpearon en el rostro para evitar que la sociedad hablara mal de ellos, ya que es lo único que les importa.
-Espero que con esta lección aprendas tu lugar, mocosa malagradecida, y recuerdes que si no nos sirves para nuestros proyectos, entonces vete haciéndote la idea de que no tienes padres y perderás todo nuestro apoyo económico.
Debo admitir que en ese momento no me dolieron tanto los golpes que recibí, sino las palabras tan crueles y carentes de amor que recibí de mi madre. Aún así, decidí no rendirme e iba a luchar con uñas y dientes para convertir mis sueños en realidad. Pero no contaba con que mis padres serían los cabecillas para lograr que mi autoestima fuera destruida y me sintiera una inútil, pues ellos encontraron al espécimen perfecto para hacerme caer en sus falsas promesas de amor y después destruirme lentamente.
El trayecto para convertirme en médico general fue largo, doloroso y difícil, pues nunca conté con el apoyo económico de mis padres y mucho menos emocional.
Para costear los gastos de la facultad de medicina, tuve que usar todos los ahorros que venía acumulando desde mis 13 años, pues desde ese momento mis padres me dijeron que no contaría con ellos si me inscribía en la facultad de medicina, y por eso desde ese día comencé a guardar el 90% de mi mesada mensual. También guardaba el 90% de mis regalos y cualquier dinero extra que me llegara, me aseguraba de guardar la mayoría, pues no sabía qué me esperaba en el futuro y necesitaba estar preparada para cualquier situación.
Los años pasaron y me gradué con honores de la preparatoria, pero mis padres no se dignaron a aparecer en el acto de graduación, pues eso para ellos era una pérdida de tiempo, ya que no les generaba dinero ni aumentaba su popularidad social.
Gracias a mis buenas notas de la preparatoria y las recomendaciones de mis profesores, la facultad de medicina me aceptó de inmediato, pero esa alegría duró poco, ya que cuando mis padres se enteraron de que me había inscrito para convertirme en médico, ellos me retiraron todo el apoyo económico y me quitaron el coche que me habían regalado para mi cumpleaños número 16.
-Ya que la gran señorita se atrevió a desafiar nuestras órdenes de no estudiar diseño sino medicina, entonces también debes tener el valor de asumir las consecuencias de tus actos, por lo que solo se te darán las tres comidas diarias y se te permitirá seguir viviendo en esta casa, ya que no queremos ser mal vistos por la sociedad si te echamos a la calle- dijeron mis padres.
Ese fue un golpe duro, y en el fondo esperaba que las amenazas que me habían hecho hace años fueran solo para asustarme y hacerme desistir de mis planes, pero la cruel realidad me golpeó fuertemente y lloré fuertemente por el dolor del rechazo de mis padres, pero aún así no estaba dispuesta a rendirme.
Durante siete años tuve que sobrevivir gracias a mis ahorros, pero también obtenía dinero haciendo trabajos universitarios, y aunque no me daba mucho dinero, por lo menos me servía para comprar mis cosas personales y ropa cada cierto tiempo. Gracias a que mis padres pertenecen al mundo de la moda, siempre tuve ropa en exceso, y eso me ayudó a no pasar necesidad en cuanto a la vestimenta, pero sí me vi en la necesidad de mandar a hacer los uniformes que me exigía la universidad y comprar los utensilios médicos que necesitaba mientras avanzaba un paso más en mi camino.
El peso de llevar el costo de mi carrera encima sola se disminuyó un poco cuando mis padres me organizaron un compromiso con un joven de la misma edad que yo, el cual provenía de una muy buena familia y estudiaba en ese momento administración de empresas. Así que mis padres y los de él decidieron que nuestro matrimonio sería de beneficio para ambas familias, ya que mis padres necesitan a alguien que se encargue de la empresa porque yo decidí no pertenecer a ese mundo y la familia del que sería mi esposo subiría mucho más de nivel social y económico.
En un principio me negué rotundamente a aceptar un matrimonio por contrato, porque siempre deseé casarme por amor y no por obligación, pero por negarme recibí otra paliza inolvidable, pero esta vez solo de mi padre, el cual me dejó varios días con el cuerpo lleno de hematomas. Por eso tuve que usar camisas manga largas y cuello de tortuga para así evitar que descubrieran que había sido cruelmente golpeada por quien debía protegerme y darme amor.
-Debes sentirte agradecida porque te conseguí un compromiso, pues no creo que ningún hombre de buen estatus quiera casarse con un ratón de biblioteca que lo único que sabe es estudiar y no va a servir como mujer para satisfacer a un hombre en la cama. Y espero que no hagas otro berrinche como el de inscribirte a estudiar medicina sin nuestro permiso, porque sino me conocerás enojado y no te gustarán las consecuencias-fueron algunos de los insultos que recibí de parte de mi padre mientras me golpeaba y me decía que nadie me iba a querer y que si no me casaba, entonces me iban a hacer echar de la facultad de medicina. Y eso no lo podía permitir, porque perdería la oportunidad de lograr mis sueños y también sería en vano todo el sacrificio y sufrimiento que he pasado durante todos estos años.
El hombre que se dice ser mi padre salió de mi habitación sin importarle que estaba herida y sangrando debido a los golpes y las heridas. Lo único que rogaba era que no me hubiera dañado un órgano interno gracias a sus golpes.
Después de la golpiza y las amenazas de mi progenitor, no tuve más opción que aceptar el matrimonio que mis padres planearon para mí. Lo único positivo que logré conseguir de esta boda fue que se realizara después de obtener mi título como médico general. Pero eso solo lo logré porque el prometido que ellos me habían buscado me ayudó a hablar y tuvieron que aceptar a regañadientes. Me sentí muy feliz porque, al parecer, mi futuro esposo es comprensible. Por eso, decidí darme una oportunidad de conocerlo y que él, a través de sus actos, se ganara mi cariño poco a poco y después mi amor entero. Pero no todo lo que brilla es oro, y yo lo iba a descubrir de la peor manera.
El día que conocí al que sería mi esposo fue el mejor día de mi existencia hasta ese momento. Desde que vi a Raúl, sentí como mi corazón se aceleró y quedé embobada viendo lo guapo que era y cada parte de su tonificado cuerpo.
Yo me enamoré de Raúl a primera vista, o al menos eso creí en ese momento. Porque ahora, analizando todo lo que viví, siento que solo lo vi como mi héroe y me aferré a él con todas mis fuerzas. Él era el único que me brindaba atención, me llenaba de cumplidos y siempre estaba allí para mí. Pero ahora que veo todo desde otra perspectiva, siento que él solo se aprovechó de mi vulnerabilidad emocional y de la falta de amor que tuve durante toda mi vida. Por eso, le fue muy fácil hacerme caer encantada en sus redes de mentiras, en las que me sentía tan segura. Pero con el tiempo, se fueron convirtiendo en mi peor pesadilla.
Nota de la autora:
Gracias por el apoyo que he recibido de cada uno de ustedes en cada una de mis historias. Aquí les dejo el primer capítulo de mi siguiente novela. Espero poder contar con su apoyo, porque a pesar de no ser una novela de romance paranormal, en ella va puesta mi imaginación, mi visión y espero que la disfruten tanto como yo disfruto escribiendo cada uno de estos capítulos.
Aparte de esta novela, también estaré publicando otra novela, y esta sí será de romance paranormal. Pero la comenzaré a publicar después de terminar El Despertar de una Demonia.
Los espero en los siguientes capítulos y también espero sus comentarios acerca de esta nueva novela y del nuevo género en el que me estoy aventurando a escribir.
Los quiero mucho 💖💖💖.