Bangchan y Hyunjin, sus cuerpos completamente controlados, miraban a su alrededor, viendo cómo las sombras tomaban forma a su alrededor. Las figuras demoníacas de antes, ahora libres de su prisión, comenzaron a moverse hacia ellos, observándolos con una sed de destrucción.
Jeongin sonrió, su rostro ahora una máscara de pure maldad.
Yang Jeongin
El pueblo... todo será maldito. Y ustedes, mis compañeros, serán mis testigos en este nuevo mundo. Nadie se salvará. No importa si quieren resistir. La maldición no conoce límites.
El aire se volvió más denso, como si el mundo mismo estuviera siendo arrastrado hacia la oscuridad. Los gritos de los espectros, los murmullos en el viento, todo se unió en un crescendo macabro que parecía envolver a Jeongin, Hyunjin y Bangchan. La energía oscura que emanaba de Jeongin era casi palpable, y las sombras se retorcían a su alrededor, como si tuvieran vida propia, respondiendo a su llamada.
A medida que Jeongin alzaba las manos, las paredes de la ciudad subterránea comenzaban a agrietarse. Los edificios que antes estaban cubiertos de suciedad y moho ahora brillaban con una luz antinatural, iluminados por la sombra misma. El suelo temblaba, y las criaturas demoníacas que se habían ocultado en las sombras comenzaron a avanzar, sus ojos brillando con una malicia inimaginable.
Bangchan y Hyunjin, ahora completamente bajo el control de Jeongin, se mantenían quietos, observando en silencio cómo la maldición se desataba. El suelo comenzó a agrietarse, y el sonido de los ecos se volvió ensordecedor, como si todo estuviera a punto de colapsar bajo el peso de lo que había sido liberado.
Comments