Capitulo 7

Yang Jeongin
Yang Jeongin
Qué es eso, abuelo? ¿Quién está allá afuera?
Preguntó Jeongin, casi sin poder creer lo que estaba pasando. El abuelo lo miró con ojos llenos de desesperación, su rostro pálido por el miedo.
abuelo de Jeongin
abuelo de Jeongin
No es una persona, Jeongin. No lo es. Es... algo más. Algo que siempre ha estado allí, esperando a que alguien se atreva a acercarse. Y si lo haces, no habrá vuelta atrás. Nadie que haya ido al bosque con la intención de conocer la verdad ha regresado entero. No dejas de ser el mismo. El agujero no deja que lo seas.
Jeongin sintió que el aire a su alrededor se volvía más denso, como si la oscuridad misma estuviera apretando sobre su pecho. Miró nuevamente hacia el bosque, pero la figura ya no estaba allí. Solo quedaba la sombra que se desvanecía rápidamente, como si nunca hubiera estado.
Yang Jeongin
Yang Jeongin
El agujero...?
Repitió Jeongin, ahora completamente perdido en el miedo y la confusión. El abuelo lo tomó del brazo con fuerza, empujándolo de vuelta hacia la casa.
abuelo de Jeongin
abuelo de Jeongin
Vuelve adentro. Ahora.
Su voz sonó firme, pero Jeongin pudo escuchar el temblor en ella, como si el miedo lo estuviera consumiendo por dentro.
Jeongin, aún sin comprender completamente lo que acababa de suceder, asintió lentamente. El abuelo lo guió de regreso hacia la puerta y la cerró tras ellos con un golpe fuerte. El silencio volvió a envolver la casa, pero el aire ya no era el mismo. Algo había cambiado. Y ahora, Jeongin sabía que no podía ignorar lo que estaba sucediendo en el bosque. El agujero, la figura, el susurro... todo parecía estar entrelazado, y él estaba atrapado en su centro.
La noche fue larga para Jeongin. A pesar de lo que había sucedido, logró volver a dormirse, aunque los ecos del susurro y la figura en el bosque no lo dejaron en paz. Su mente seguía procesando lo que su abuelo había dicho, pero, como siempre, el sueño lo venció.
Al amanecer, el sol apenas iluminaba el horizonte, tiñendo de un suave naranja las montañas lejanas. El aire frío de la mañana lo despertó, y tras unos momentos de estar en cama mirando al techo, Jeongin decidió que necesitaba aire fresco, algo que lo desconectara del misterio que lo envolvía. No quería pensar en el agujero ni en las advertencias de su abuelo. Necesitaba despejar su mente, aunque solo fuera por un momento.
Se levantó, se vistió rápidamente y salió de la casa, caminando por los estrechos senderos del pueblo. El ambiente era diferente al de la ciudad: tranquilo, pacífico, pero había algo en el aire que no lograba identificar. El pueblo era pequeño, con casas de madera viejas, calles empedradas y un silencio que, en lugar de ser reconfortante, lo hacía sentir aún más solo. Las personas no solían hablar mucho entre sí, y el día transcurría sin prisa. A medida que caminaba por el pueblo, Jeongin observaba los pequeños detalles: las ventanas polvorientas, las tiendas cerradas, y los árboles que se alzaban por encima, como si fueran guardianes mudos de la tranquilidad. Fue entonces cuando lo vio.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play