Sin embargo, algo había cambiado en él. El agujero en la foto lo había tocado de una manera que no podía comprender del todo. Y esa sensación, esa opresión que sentía en el aire, lo acompañó durante el resto de la tarde. Algo estaba mal. Algo muy mal.
Esa noche, Jeongin no pudo dejar de pensar en la fotografía. Cada vez que cerraba los ojos, el agujero en la imagen parecía aparecer en su mente, grande, oscuro y sin fondo. Sentía como si algo lo llamara desde allí, algo que no podía comprender, pero que lo envolvía con una sensación extraña y opresiva.
Al caer la tarde, después de la cena, Jeongin se sentó junto a su abuelo en la vieja silla de madera del salón. La luz de la lámpara titilaba, proyectando sombras largas y danzantes sobre las paredes. El abuelo, como siempre, se mantenía en silencio, mirando la lumbre que crepitaba en la chimenea. Jeongin observó su rostro envejecido, pensando en lo que había descubierto en el desván. Finalmente, no pudo más.
Yang Jeongin
Abuelo...
Dijo, su voz un poco temblorosa, sin querer ser intrusivo pero incapaz de evitar la curiosidad que lo quemaba
Yang Jeongin
Encontré algo en el desván hoy. Una foto.
El abuelo no dijo nada al principio. Solo lo miró, como si estuviera evaluando qué dirección tomar en la conversación. Luego, con una mirada que Jeongin no pudo leer, asintió ligeramente.
abuelo de Jeongin
De qué foto hablas?
Preguntó el abuelo, con su voz ronca y cansada, sin dejar de mirar el fuego.
Jeongin vaciló, sintiendo el peso de la foto en su mente, pero decidió no ocultar más detalles.
Yang Jeongin
Es una foto tuya, cuando eras joven...
Yang Jeongin
Estabas cerca de un agujero. Un agujero muy grande, abuelo. Parecía... aterrador. ¿Qué es eso? ¿Por qué nunca me hablaste de eso?
El abuelo dejó de mirar el fuego y, por un momento, pareció perderse en sus pensamientos. Su rostro se tornó serio, incluso algo sombrío. Jeongin esperaba que le dijera algo, cualquier cosa, pero el silencio entre ellos se alargó como una cuerda tensa a punto de romperse.
Finalmente, el abuelo suspiró profundamente, como si le costara hablar de aquello. Lentamente, sus ojos se fijaron en Jeongin, llenos de una sabiduría extraña, como si el peso de años de recuerdos y secretos finalmente estuviera a punto de ser revelado.
abuelo de Jeongin
Ese agujero...
abuelo de Jeongin
Es parte de algo que nunca debí mostrarte. Algo que sucedió mucho antes de que nacieras. Algo que, en su momento, cambió todo en este pueblo.
Jeongin se acercó un poco más, ahora completamente absorbido por las palabras de su abuelo.
Yang Jeongin
Qué pasó, abuelo?
Preguntó, sintiendo cómo su curiosidad se convertía en un nudo en el estómago. No era solo el agujero lo que lo inquietaba, sino la forma en que el abuelo hablaba, como si estuviera a punto de contarle algo que no debía saber.
El abuelo cerró los ojos por un momento, como si estuviera buscando las palabras correctas en su memoria.
abuelo de Jeongin
Cuando era joven, este pueblo era diferente...
abuelo de Jeongin
No había tanto silencio. Había vida, había risas, y había historias que se contaban por la noche junto al fuego. Pero todo cambió cuando se descubrió el agujero.
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