Este agujero no es un lugar, es un... ser, algo antiguo que se alimenta del miedo, de las almas que se acercan demasiado.
Jeongin sintió que sus piernas vacilaban, el miedo se apoderó de su cuerpo, y cuando intentó dar un paso atrás, sus pies parecían pegados al suelo. Los susurros que había escuchado anteriormente ahora eran más fuertes, más claros. Parecía que el agujero lo llamaba, que pedía su presencia, que lo necesitaba.
Bangchan
No se acerquen más!
Bangchan
Si caen allí, no hay vuelta atrás! El agujero consume todo, hasta lo que más amamos, y todo lo que nos queda... es la oscuridad.
Hyunjin dio un paso atrás, su rostro palideció, pero algo dentro de él seguía siendo curioso, como si una parte de él quisiera saber más, entender qué era este agujero, por qué lo llamaba.
Hwang hyunjin
Y qué pasa si lo hacemos?
Hwang hyunjin
Qué pasará si nos acercamos?
Jeongin, temblando, miró a su amigo. La respuesta de Bangchan fue una mirada cargada de tristeza y una palabra que parecía contener todo el terror del mundo.
Bangchan
Entonces, ya no serán los mismos.
Bangchan
Si se acercan, el agujero los absorberá, y lo que encontrarán en su interior no es algo que deseen. Les arrebatará todo, desde lo que saben hasta lo que sienten... hasta que no quede nada de ustedes.
Jeongin intentó pensar, pero su mente estaba nublada, como si una niebla espesa se hubiera apoderado de él. No podía pensar claramente, pero algo dentro de él, un instinto primario, le decía que debía retroceder, que debía huir.
Bangchan
CORRAN AHORA!
Bangchan
YA!
Pero antes de que pudieran moverse, una fuerza invisible los rodeó, y el agujero, que ya parecía haber crecido desmesuradamente, comenzó a emitir un rugido bajo, como un monstruo despertando de su letargo. La tierra comenzó a temblar, y Jeongin sintió cómo la gravedad cambiaba, como si estuviera siendo succionado hacia el agujero, como si una mano invisible lo estuviera arrastrando.
Los susurros se volvieron gritos, y todo a su alrededor comenzó a desmoronarse. En ese momento, Jeongin comprendió algo crucial. Estaba frente a algo que no era solo un lugar, sino una fuerza. Una fuerza que no podía ser detenida.
Ya era tarde, demasiado tarde para detenerse. Los cuerpos de Jeongin, Hyunjin y Bangchan ya no les respondían. Una fuerza invisible, un poder palpable y sin forma, los arrastraba hacia el agujero. Como marionetas sin cuerdas, sus pies los llevaron, paso a paso, hacia el abismo. Cada vez que intentaban luchar, sus mentes se volvían más pesadas, sus pensamientos más difusos. El susurro ya no era solo un eco distante; se había convertido en una orden, en una exigencia que sus cuerpos no podían desobedecer.
No sabían cómo ni cuándo, pero al final, los tres cruzaron el borde del agujero y cayeron hacia su interior. Un golpe sordo resonó en sus oídos, pero no sintieron dolor. El espacio parecía comprimido, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso y pesado, y el vacío los envolvía en completo silencio.
Entonces, cuando sus pies finalmente tocaron el suelo, se dieron cuenta de que ya no estaban en el bosque. El agujero no era lo que esperaban. No era solo un hueco en la tierra; era una cueva gigantesca, enorme, que se extendía a través de las entrañas de la tierra misma.
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