Redactó de nuevo el testamento, y si no fuera porque la publicidad destrozaría a Sonia, lo llevaría ante cualquier tribunal europeo para crucificarte, por avariciosa y calculadora, y para conseguir que no te lleves un céntimo exclamó Luciano.
—¿Un nuevo testamento? -apretó los dientes mientras aguantaba aquella serie de insultos. Su rostro fue recuperando poco a poco el color. Por lo menos ya entendía la razón de la presencia de Luciano en aquella casa, y el porqué de todo aquel enfrentamiento. Andreas le había dejado una parte de su herencia en el testamento, a pesar de que ella le había dicho que no quería ni necesitaba nada.
—Hace meses, Sonia empezó a sospechar que había otra mujer en su vida. ¡Y yo me reí de ella, diciendo que eran temores infundados! La convencí diciéndole que Andreas se pasaba tanto tiempo en Corfu porque dedicaba mucho tiempo al nuevo negocio. Qué ingenuo. No tuve en cuenta que incluso el hombre más honrado del mundo podía caer en las garras de una mujer joven y bella. Andreas estaba obsesionado contigo... murió pronunciando tu nombre.
—Me amaba -murmuró Olivia, con los ojos arrasados de lágrimas.
—¡Y yo estaría dispuesto a que me colgaran, antes de que Sonia se enterase de todo! -gruñó él.
Olivia comenzó a comprender la situación. Luciano no tenía idea de quién era ella. Él asumía que era simplemente otra amante que Andreas había instalado en una cómoda casa. La ironía no le resultaba divertida; todo lo contrario, le apretaba los labios con fuerza. Andreas había llevado su secreto a la tumba para proteger a su esposa. La traición que cometieron hace veinticinco años ya no importaba. Debía respetar los deseos de su padre. Revelar la verdad solo causaría más daño. Y, ¿qué ganaría con eso?
No necesitaba lo que Andreas le había dejado. Tenía su propia vida y no tenía interés en reclamar nada que legítimamente perteneciera a la viuda de su padre. Moralmente, no sería correcto. Sin embargo, el anillo era distinto. Era el único lazo con una herencia y un pasado del que había estado privada toda su vida.
—Como puedes ver, me marcho -Olivia levantó la cabeza y lo miró con antipatía-. No tienes nada de lo que preocuparte. No tenía pensado quedarme y poner en un apuro a nadie..
—Si fuera tan sencillo, no estaríamos manteniendo esta conversación tan desagradable -interrumpió Luciano. ¡Sería yo el que te habría echado de esta casa!
—¿De verdad? -le desafió.
Luciano miró la maleta que había sobre la cama. —Seguro que no habías pensado marcharte para siempre. Seguro que tenías pensado hacer un viaje y luego volver.
—¿Para qué voy a gastar saliva tratando de convencerte de lo contrario
—No estoy dispuesto a escuchar ningún insulto de una zorra -le contestó, muy acalorado.
Olivia no había pretendido insultarle, pero aquellas palabras la enojaron. —¡Márchate! -le gritó-. ¡Márchate y déjame sola, cerdo ignorante!
—Sólo cuando me respondas a una pregunta -respondió Luciano entre dientes-. ¿Estás embarazada? Olivia se quedó de piedra, bajó la mirada y enrojeció.
Nadie podría poner objeción alguna a que la hija de Andreas, aunque nadie supiera que existía, pudiera reclamar su herencia. Si le hubiera dicho la verdad, seguro que en aquel momento no la estaría insultando. Ella era la hija de Andreas, su única hija, la única que tenía sangre de los Letsos...
—¿Por qué no respondes? - Luciano avanzó unos pasos y apretó los puños-. En nada va a cambiar mi opinión sobre ti si estás embarazada, pero si lo estás, te pido disculpas por haberte gritado.
Olivia se quedó un poco sorprendida. ¿Se estaría arrepintiendo por la forma que la había tratado? ¿Tendría miedo de que ella fuera un peligro para conseguir el control de todos los negocios de Andreas? La idea de que ella pudiera estar embarazada de Andrea debía de ser un peligro para Luciano Letsos.
—Pero te aseguro una cosa -le advirtió-. Si estás embarazada tendrás que hacerte todas las pruebas necesarias para demostrar que el hijo es de él.
—¿No crees que eso sería algo terrible para Sonia?
Él dejó salir el aire de sus pulmones, haciendo un ruido sobrecogedor, con los ojos inyectados en sangre. —Tu maldad es increíble...
La verdad era que nada más pronunciar aquellas palabras, Olivia se había arrepentido.
Por un momento sintió deseos de arremeter contra Sonia y Luciano, pero se avergonzaba de haber sido tan rencorosa. Bajó la mirada, cerró la maleta y la retiró de la cama.
—No estoy embarazada. Puedes irte tranquilo, Luciano. No soy un peligro ni para ti, ni para Sonia -murmuró.
En aquel momento, se oyó el timbre de la puerta, rompiendo un poco la tensión que se sentía en aquella habitación.
—Debe de ser mi taxi -Olivia pasó a su lado. Le temblaron las piernas, pero la sostuvo un sentimiento de superioridad innata.
Su padre había estado muy confundido con respecto a Luciano, su guardián, su hijo en todos los aspectos menos el biológico. Se alegró al comprobar que Luciano no era Don Perfecto.
Andreas había sido bastante ingenuo al pensar que Luciano iba a recibir con los brazos abiertos a su hija natural. Olivia nunca se había creído lo que le había dicho Andreas, que Luciano se alegraría de saber que tenía una hermana. Él había reaccionado como ella había supuesto, ante la idea de que Ansreas pudiera tener otro hijo. Con sorpresa y horror, ante la posibilidad de que aquel hijo pudiera quitarle parte de su herencia. Levantó la cabeza muy alta, y pensó que ella era una persona con mejor corazón que Luciano Letsos.
—¡No abras esa puerta! -gritó Luciano.
Olivia volvió la cabeza. Estaban en mitad de la escalera y tenía la mirada clavada en ella.
—¿Pero qué...?
—¡Calla! -susurró él, moviendo su mano en tono arrogante, para poner más énfasis a sus palabras. Con una exasperación que no trató de ocultar, Olivia no le hizo caso y abrió la puerta. Se quedó helada al comprobar que la persona que había llamado no era el conductor del taxi.
Una mujer delgada y no muy alta, vestida de luto, la estaba mirando con cara de sorpresa. Cuando notó la presencia de Luciano detrás de ella, retrocedió unos pasos y frunció el ceño.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 93 Episodes
Comments
M Martinez Rodriguez
pero vamos a ver si Luciano no sabe que es la hija kmo va aceptarla,el cree que es su amante
2025-01-29
0
Norma Alvarez Vega
what?
2025-02-04
0
Eliana Artigas
Por lo que se puede interpretar es su hija
2024-08-06
1