No Eres Mi Verdad

No Eres Mi Verdad

Traumas

Nunca quise lastimarlo, mi cobardía me obligo a castigarlo sin medida, Elián mi esposo pagó las consecuencias de mi pasado. Hace mucho tiempo cuando tenía 14 años fui violada por un tipo perdido en las drogas, cruzaba la avenida Corrientes, sin imaginarme lo que sucedería, siempre las vi segura, con todas esas luces a su alrededor, y patrullas pasando de vez en cuando, sin saber que el peligro me acechaba en la esquina, miré mi reloj para saber la hora, era un poco tarde para llegar a casa, no me preocupaba porque estaba cerca, dirigí mi vista al frente para observar si venía algún auto, cuando de pronto unas sucias manos rozaron por todo mi cuerpo limpio, no pude escapar, con sus inmensas manos me rapto y me llevó a un callejón, grité sin parar pidiendo ayuda, ¡Auxilio!... ¡Auxilio!.. Pero nadie salió a mi socorro, ese día fue la pesadilla más horrible que mi pequeño cuerpo sintió, intente pasar página, pero mi mente repasaba y repasaba cada milímetro de ese maldito recuerdo, hasta el día de hoy lo recuerdo muy bien, por más odio que abunde en mi corazón, a ninguna mujer se lo deseó, pasar por lo que tuve que pasar.

Mis traumas fueron creciendo con el tiempo, las calles ya no eran seguras, los rostros ya no eran un rostro más en la masa de multitud, fue difícil descifrar esas máscaras a mi alrededor, y dar un paso adelante. Mis padres intentaron buscar una salida, pero las cosas empeoraron cada vez más, quise olvidar aquel día, intente no mancharme de sangre las manos por toda la ira que recorría por mis vasos sanguíneos, cuando alguien intentaba acercarse más de lo debido, no obstante fue imposible. Los hombres con sus cualidades físicas y psicológicas habían logrado dañarme, su necesidad de sentirse indispensables para la mujer hacía que su ego crezca para que se sintieran especiales y poderosos. Pero esta vez ese ego crecería en mí, jamás en la vida volvería a dejar que nadie me toque sin mi consentimiento, así tenga que mancharme las manos una y otra vez, nadie volvería a penetrarme sin antes cumplir con mis expectativas.

No quiero ser una mujer posesiva, pero si tomar el control de mi sexualidad. Mi mecanismo de defensa me obligaría a tocar la piel que yo escogiera, coger el miembro que a mi me gustará, para experimentar y sentir el erotismo. Los hombres creen que nos pueden manejar a su antojó y que nuestro cuerpo les pertenece, pero están muy equivocados, ahora vivimos en otros tiempos, en otros escenarios y es hora de poner nuevas reglas en este juego de la vida.

La luz solar entraba por el gran ventanal de mi oficina, me asome para ver el caos de la ciudad que se presentaba a esta hora, cuando alguien me interrumpe.

- Hola Ariana, te traigo los documentos que me pediste- dijo Valeria, mi secretaria entrando con esos tacones ruidosos que odiaba.

-Muchas gracias Valeria, déjalo en el escritorio, hoy me iré temprano, te voy a pedir que no me agendes nada para la tarde- ordené.

Mi nombre es Ariana Palmer, soy una mujer de 25 años, manejo una empresa constructora, ante los ojos de los demás soy una mujer diferente, por el hecho de mostrarme fría y sin empatía, pero nadie conoce la raíz de mi frialdad. Hay muchas verdades ocultas, detrás del rostro maravilloso que mis padres me heredaron.

Hoy me reuniré con Eduar Ferreira, él también maneja una constructora en España, firmaremos un acuerdo para beneficiarnos económicamente, antes de nuestro encuentro investigué un poco, tiene 30 años, tés blanca, cuerpo muy trabajado, estatura alta y muy sexy para mis ojos, mi propósito no solo es firmar el acuerdo, sino meterme entre sus piernas, nadie más tocará mi cuerpo sin mi consentimiento, yo seré quien seleccione a cada hombre para satisfacer mis deseos. Con el objetivo de captar su atención me vestí con elegancia, un traje provocador, pero decente, unos zapatos no muy altos, pero si ruidosos, con una plancha dibuje unas pequeñas ondas en mi pelo castaño, puse un poco de labial en mis labios carnosos, muchos dicen que soy una mujer bella, no sé si lo dicen porque es verdad o solamente lo dicen por agradar. Llame a mi chófer para que me lleve al lugar acordado en el Hotel Hilton, porque él está hospedado ahí.

Cuando baje del auto un hombre extrajero hermoso me esperaba en la entrada, fue difícil quitarle la mirada, su postura exacta alteró mi temperatura, me pare frente a él.

- Mucho gusto señorita Palmer, soy Nicolás el secretario de Eduar- dándome la mano me saludo, ocultando su timidez debajo sus pantalones.

- Buenas tardes, Nicolás- respondí a su presentación y le extendí la mano para corresponder a su saludo, le regalé una sonrisa sensual, él enseguida se sonrojó.

El secretario de Eduar tenía lo suyo, su seriedad a la hora de presentarse encendió una chispa en mi piel, le sonreí nuevamente por unos segundos, intentando llamar su atención, sus nervios recorrían por su sistema, intentando tomar calma.

- Por favor sígame, le acompañaré a la habitación, donde será la reunión.- rompiendo el silencio dijo.

Seguí sus pasos, su elegancia me llamaba la atención, quería saber un poco más de él, mis fantasías enseguida hicieron revuelo en mi cabeza, subimos al asesor, no pude controlar más mi agitación, suavemente con mis manos rocé su miembro, mientras observaba la intensidad de sus pupilas, él empezó a sudar del nerviosismo, mi mirada atentamente exploraba su rostro hermoso, tenía los ojos más azules que había visto con tanta atención, me atraía su brillo, no sé si era de miedo o de algo más, pero de repente se apartó de mí, sabía perfectamente que estaba cometiendo un error, que un paso en falso terminaría con su carrera, pudo controlar su apetito sexual, pero no sus pensamientos, su mente plasmó miles y miles de formas eróticas para saciar el deseo que le había provocado.

- ¿Hace mucho tiempo trabajas con Eduar?- le pregunté para bajar los niveles de adrenalina que ambos estábamos sufriendo.

- Si señorita, Eduar es muy profesional y muy reconocido ante mucha gente, pero jamas trabajo con nadie como usted- respondió algo más calmado.

- ¿No te gustaría estar en su lugar?- le dije, una vez más tocando sus pantalones con las palmas de mi mano y jugando con su pequeño músculo, sentí como su miembro aumentaba de volumen, había conseguido lo que quería, no podía dejar pasar esta oportunidad así que me abalance ante él y bruscamente lo besé, esta vez no se apartó, no se resistió más correspondió a mis besos, se notaba que el tipo estaba necesitado, lástima que las caricias solo duraron un poco, estaba atenta al asesor, cuando vi que estábamos por llegar al piso elegido, me aparte de él, acomode mi ropa para actuar como si nada hubiese pasado, él también hizo lo mismo. Ambos bajamos del asesor, abrió la puerta y ahí estaba Eduar Ferreira, era otro demonio traído a mi camino, ese día Dios había sido generoso conmigo, en mi camino puso dos rostros distintos, con corazas diferentes, pero con genitales similares y deseables.

- Buenas tardes, señor Eduar- le saludé dándole mi mano y un beso en su mejilla, senti como su perfume se pentreba en mi olfato.

- Mucho gusto señorita Palmer, es muy hermosa, me da mucho gusto poder conocerla al fin, escuché mucho de usted- me dijo respetuosamente clavando su mirada en la mía, intentando intimidarme, pero con la mirada fija también lo miré, no logro su propósito, más bien yo logré intimidarlo, sabía que aparte del trabajo a él le gustaban los placeres, ambos teníamos una cosa en común, desprenderse del estrés laboral con sexo.

- También escuché mucho de usted, espero que podamos llegar a un acuerdo- Con una corta sonrisa respondí.

Nicolás sintió algo de celos al ver que la mujer que le había movido los suelos estaba coqueta con su jefe, no podía decir nada, solo contenerse, nunca había conocido a una mujer tan directa como yo, siempre le había costado cortejar con una mujer, pero está vez los papeles habían cambiado para él, mi intención jamás fue enamorarlo, solo me dejé llevar por su belleza y mis hormonas de deseo.

La reunión empezó, Eduar y yo hablamos de contratos y acuerdos, algunos representantes de otras constructoras invitadas escuchaban con atención, y daban sus opiniones, después de mucho discutir logramos firmar un convenio. Todos los presentes se fueron contentos con la reunión, yo y Eduar éramos muy profesionales, fuimos los últimos en despedirnos, pero esto para mí no había concluido.

- La reunión salió como lo deseaba, me siento algo cansada, ¿no me ofreces una copa de Whisky por favor?- dije sacándome los zapatos y sentándome en el sofá cómodo que tenía ahí.

Eduar solo sonrió y se fue a buscar el Whisky.

- La reunión ya terminó Nicolás, mañana temprano nos vemos- le dijo a su secretario para que se fuera y nos deje a solas.

- Hasta mañana- dijo y se marchó, pero antes me clavo una mirada de decepción, ese brillo en sus ojos se volvió nubosa y desierta. Capte enseguida su rostro, no me importaba lo que pensará de mi, o lo que le había causado en él, sabía a qué había venido y lo que quería...

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Comments

Bella Maldonado Beltran

Bella Maldonado Beltran

es una zorra despechada ,que utilizará a los hombres .para vengarse de lo que le hicierón cuando tenia 14 años ,pero ará mucho daño no todos son iguales .se ve interesante historia .

2024-06-04

3

Gina

Gina

ok. Muy zorra. Pero bueh... veremos que acontecerá en la historia.

2024-05-29

2

Gina

Gina

Bastante guarra , para haber sido una chica que sufrió tanto

2024-05-29

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