Cupido hasta el último momento

Alejandro:

Luego de estar un rato en casa de Maximiliano, me dirijo a casa de mi madre, no había ido porque cada rincón de casa me recuerda a mi padre, y el enojo de todo lo que pasó llega a mi, se que debo ser fuerte frente a todos, pero su muerte fue muy dolorosa, ni siquiera pude despedirme.

Llegó a casa y margarita me dice que mi madre está leyendo en el jardín, le agradezco a la joven y me dirijo hacia donde está mi madre, cuando estoy cerca ella voltea a verme y sonríe, se levanta y me daba un fuerte abrazo, me invita a sentarme y ambos comenzamos a charlar, mi madre recuerda cosas del pasado de cuando yo solo era un pequeño niño, ambos reinos frente a las anécdotas y de como Maximiliano y yo hacíamos travesuras.

— Tú y Maximiliano tienen una linda amistad, que espero y no salen por lo ocurrido — mi madre me dice de repente.

— ¿Cómo te enteraste de eso? — Le pregunto curioso.

— Maximiliano me llamo, me dijo que tú fuiste a su casa furioso, porque te había hecho una encerrona con Miranda —

— Ese idiota, ¿Cuántos años tienes 5? No puede arreglar el mismo sus problemas que tiene que llamarte a ti —

Mi madre me da un pequeño golpe con su libro en mi brazo, no me duele se que solo lo hace como regaño.

— No lo culpes de todo, debo confesarte que yo y tu padre sabíamos de su plan —

—¿Qué? —

¿Mi madre sabía? ¿Qué es lo que está diciendo? Acaso fui tan tontos como para no darme cuenta, ¿Qué juego es este?

— Tu padre siempre dijo que necesitabas a alguien que te acompañará y te diera a conocer el verdadero sentimiento de lo que es el amor y no solo lo repartieras, pues a pesar de que hacías un gran trabajo, te faltaba sentir ese amor que tanto repartidas. Cuando vimos la noticia que salió de ti con Isabella, y Maximiliano nos dio la idea y tu padre acepto, pues creía que así tal vez te darías la oportunidad de conocerla un poco más, el vio una chispa en ti, y en Miranda vio algo que le llamo la atención, dijo que era una chica misteriosa y su historia un poco triste, pero que su personalidad era la correcta. —

Mi madre suelta todo esto de un solo golpe, mi padre también lo sabía, incluso vio en Isabella algo que llamó su atención, mi padre no era un hombre que le diera la oportunidad a cualquiera de mis conquistas anteriores por lo que me sorprende mucho que aceptará el plan de Maximiliano, pero a ver qué mi padre era cupido, es su trabajo, y ver a su único hijo sin amor debió suponerle un reto. No lo juzgo, pues se que solo hacia lo que creía correcto, e Isabella la verdad no me es indiferente, la verdad hay algo en ella que llama mi atención.

— Seguro esto es muy abrumador para ti — Mi madre toma mis manos — pero tu padre creía en esto, tanto que incluso ayudo a Maximiliano

— Papá, creo que estaba dispuesto a hacer lo que fuera porque yo conociera el amor, en realidad lo admiro mucho —

— Tu padre te amaba Alejandro, tanto que dio su vida por qué tú salieras ileso de la academia, y seguro desde donde este desea que tú seas feliz junto a Miranda o a la chica con la que estés destinado a estar, aunque tu padre estaba seguro de que era Miranda y yo comparto su opinión, Miranda me parece una chica encantadora y mágica —

— Hablando de magia, necesito saber cómo cuidar la flor, aunque paso algo extraño, la flor se marchitaba, pero hoy que la Vi, estaba completamente bien —

— Alejandro, no sé mucho sobre la flor, pero puedes buscar en el despacho de tu padre, allí hay muchos libros seguro y encuentras algo que te ayude —

Mi madre tiene razón, padre guardaba muchas cosas en el despacho, seguro allí hay muchos que lo puede ayudar con la flor.

Luego de hablar un rato con su madre decide pasar por el despacho de su padre, de inmediato se dirigió allí, abriendo la puerta del lugar, el cual se encontraba totalmente oscuro, Miles de recuerdos invadieron la mente de Alejandro en ese momento, pues lo de su padre aún era reciente y le dolía en gran manera, pero tomando fuerzas se dirigió hacia donde estaba el escritorio de su padre, revisando documentos y libros, buscando algún título que le pueda ayudar, pero no encuentra nada, revisando los cajones del escritorio un paquete llamo su atención, así que reviso cada una de las cosas que estaban ahí, reviso y al sacar ve una foto de Miranda, al parecer su padre la investigo, había muchas cosas sobre su vida, pero lo que le sorprendió fue esa foto de cuando era niña, y también, una noticia que lo sorprendió, Miranda era aquella niñita que el había ayudado y la cual había llamado su atención, Alejandro tomo los documentos y se dirigió hacia la universidad de Miranda, pues necesitaba hablar con ella, el la había estado investigando hasta que sus padres adoptivos se marcharon de metrópolis, pero no podía esperar para ver a Miranda y hablar con ella de todo lo que había descubierto.

Al llegar estacionó su coche, y se dirigió hacia el decano de la universidad pues necesitaba saber dónde podía encontrar a Isabella, al pasar por los pasillos, noto como las personas se detienen mirándome y cuchicheando, muchas chicas solo se quedan embobadas, pero para mí son solo niñitas que no llaman mi atención, al llegar la secretaria se ofrece a ayudarme y dedicada habla con el rector, mientras espera puede ver cómo la mujer trata de coquetear con el, se sienta enfrente de el con su minifalda tratando de seducirme, pero yo solo arrugó mi frente, pues esa mujer no llama para nada mi atención, veo como el decano sale y de inmediato se dirige hacia mi y me pregunta en qué puede ayudarme.

— Es que necesito saber dónde puedo encontrar a mi novia, es Miranda chart, es que quiero darle una sorpresa y estoy seguro de que el decano de tan honorable facultad me ayudaría a ubicarla, estoy seguro de que necesitan también muchas donaciones en el lugar, y yo estoy dispuesto a colocarme a su disposición — Digo novia alto para que la mujer escuché.

Y claro que lo hace, pues de inmediato se coloca a trabajar, el rector sonríe ante la mención de ayudarle con donaciones de inmediato busca el horario de Miranda y me dice que en este momento debe estar terminando su clase, así que me dirijo al salón para esperarla, me quedo fuera pues no quiero interrumpir la clase, luego veo como muchos salen del lugar y muchas chicas me quedan mirando embobada y luego la veo a ella, y mi atención solo se centra en Miranda, quien me mira con sorpresa.

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