Me llamo acosador

Alejandro:

En serio, así será cada vez que la vea, me insultara. Por supuesto que sé que es una revista como si le pregunté eso.

- Yo sé que es una revista - antes de que pueda agregar algo más, ella abre su boquita.

- Entonces ¿para qué preguntas? - me mira como si yo fuera idiota.

- Joder, ¿Acaso todo será pleitos contigo? - ella solo me mira, debo admitir que está chica es muy hermosa, pero es amargada, si no tuviera ese carácter de mierda hasta le daría la oportunidad de pasar más de una noche conmigo.

- ok, ya me quedo quieta, dime a ¿qué viniste?

- Esto, que es esta mierda de titular ¿suenan campanas de bodas? Por dios si solo te Vi una vez y me pareciste la persona más irritante en mi vida había conocido a alguien como tú.

- por supuesto que no, de seguro todos besan el suelo por dónde pasas, tienes un ego que no quieres bajar, a, pero llega alguien a quien le importas un bledo y de inmediato sientes que tu orgullo ha Sido pisoteado. Pues a mí me da igual y por mi te puedes ir a la mierda si es lo que deseas.

La veo ese brillo en sus ojos, desafiándola, pero joder ¿por qué me atrae tanto?, esos labios, ese cuerpo, todo en ella es perfecto. Me golpeó mentalmente, no me puede atraer esta niñita amargada, joder que me pasa, no soy un crío que anda enamorándose por ahí, debo concentrarme, si a lo que vine, ¿Quién me quiere joder tanto, como para tomarnos una foto en aquel bar y sacar todo de contexto?.

- Mira no estoy aquí para hablar de ¿quién besa el suelo por dónde paso? Esto es una mierda, con la última persona con la que me van a relacionar y es contigo. Jamás habían sacado titulares sobre bodas.

- ¿Tanto miedo tienes de casarte?

- No seas tonta, además ¿quién en este tiempo sueña con casarse?

Mientras mantenemos nuestra conversación, veo pasar a una pareja que nos mira y cuchichea entre sí. Decido que es mejor continuar esta charla en privado.

- Vamos, sube al coche.

- ¿Nunca te dijeron que no te subieras al coche de un desconocido?

- Por Dios, no te voy a secuestrar. No me serviría de mucho. No creo que alguien pague tu rescate.

La veo colocarse roja del enojo y, por dentro, estoy a punto de explotar de risa.

— Idiota, definitivamente no iré contigo. No tenemos nada de qué hablar. Espero no volver a verte. Ahí te ves.

Me da un golpe con su mano en mi hombro y se aleja de lo más normal. ¿Acaso no escuchó que necesitamos hablar? Me doy la vuelta tras ella y la tomo para subirla a mis hombros. A mí nadie me dice que no, todos hacen lo que digo. ¿Por qué sería ella la excepción? Ella patalea, pero no la suelto.

- ¡Suéltame, auxilio, me está secuestrando!

Unas personas me miran mal y me toca sonreír y negar con la cabeza.

- No, tranquilos, es mi novia. Está enojada conmigo y necesitamos hablar.

- Mentira, no le crean.

Unas chicas sonríen; todos me creen. Obvio, ¿quién puede creer que yo secuestraría a alguien así, a plena luz del día? La bajo y abro la puerta del coche, la meto y le coloco el cinturón. Ella me mira más enojada de lo que estaba, pero supongo que ya se resignó porque no intenta escapar. Me subo al coche y arranco hacia

En el trayecto, el silencio se instala entre nosotros. Su mirada fija en el paisaje, y la mía, de reojo, observando sus gestos. No puedo evitar preguntarme por qué esta mujer tan segura de sí misma se ve afectada por unos simples titulares.

Al llegar a mi casa, la invito a pasar. Aunque se muestra reticente, no puede evitarlo. Entramos y cierro la puerta tras nosotros. Mi casa, llena de lujos y comodidades, parece impresionarla, pero su expresión de molestia no desaparece.

- ¿Por qué me trajiste aquí? Podríamos haber hablado en cualquier lugar.

- Porque necesitamos privacidad, y en mi casa, nadie nos molestará.

Ella resopla, pero no discute. Nos dirigimos al salón, donde la vista panorámica de la ciudad se extiende ante nosotros. La invito a sentarse, pero ella se mantiene de pie, los brazos cruzados.

- Bien, habla. ¿Qué es lo que quieres?

- Quiero entender por qué nos están vinculando de esta manera. ¿Alguna idea de quién puede estar detrás de todo esto?

Ella frunce el ceño y parece pensativa. Finalmente, suspira y se sienta en el sofá.

- No tengo ni idea. No conozco a nadie que pudiera hacer algo así. Además, ¿por qué yo? Haber jamás me involucra con alguien como tú.

- Eso es lo que quiero descubrir. Alguien quiere causar estragos en mi vida y, por alguna razón, te eligieron a ti como parte de ese plan. De tantas mujeres, ¿por qué tú?.

- ¿No serás tú el que está haciendo esto para molestarme?

- ¿Por qué querría molestar a alguien como tú?

- No lo sé, fuiste tú quien se acercó aquella noche en el bar, espera, ¿no serás un acosador o si?

Pero está quien se ha creído, mira que llamarme a mi, acosador. Eso sí que no me lo esperaba.

- A ver, estamos en pleno siglo 21, no serás tú la acosadora. Hay mujeres capaces de lo que sea por conseguir lo que quieren.

- ¿y yo porque te acosaría?

- Esa pregunta es fácil de responder, soy guapo, millonario, bueno en muchas cosas, sexy y el soltero más codiciado de metrópolis, ¿por qué no me acosarías?

- Eres un egocéntrico de mierda. Pues sabes que, no te acoso, y tampoco tengo nada que ver con lo de la revista, si quieres saber quién te quiere joder, pues averigua, por otro lado, y soluciónalo, es obvio que el problema eres tú.

- ¿Cómo que el del problema soy yo?.

- Pues si, en mi vida me habían estado acosando en revistas, a, pero te conozco a ti y mi vida se pone de problemas y confusiones. Arregla tú esto, yo estoy demasiado ocupada como para fijarme en algo que no me compete, adiós.

Y así, sin más se marcha de mi casa dejándome con las palabras en la boca, ¿por qué es tan difícil mantener una conversación decente con esta mujer? Pero en algo tiene razón, al que quieren joder es a mi, pero ¿por qué? Y ¿Quién? Debo investigar, pero ahora debí ir a la academia, al parecer allá hay problemas muy grandes, alguien ha estado usando magia negra, la cual está prohibida, pues son las brujas las que la usan para crear pasiones de amor, que llegan incluso a destruir hogares, por eso la humanidad ha dejado de creer en el amor verdadero.

Hace años las brujas están bajo supervisión de la academia, pues debemos tenerlas controladas, pero hace unos meses alguien ha estado usando la magia negra para hacer pasiones de amor y está jodiendo todo.

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