Somos pareja

Alejandro:

La cena transcurrió entre risas y charlas animadas. Miranda y Maximiliano compartían una conversación amena, pero no pude evitar notar un cambio sutil en la expresión de Miranda. Algo se reflejaba en sus ojos, un indicio de que algo más ocupaba su mente. Aunque mi curiosidad picó, decidí no darle más importancia y seguir disfrutando de la velada.

Después de la cena, mientras nos dirigíamos a casa, observé a Miranda con detenimiento. No había olvidado ese destello en su mirada, pero tampoco quería presionarla. Sin embargo, la inquietud me impulsó a preguntarle suavemente,

— "Miranda, noté que algo te preocupaba durante la cena. ¿Todo está bien?" —

Ella titubeó por un momento, como si debatiera internamente si compartir lo que le pesaba. Finalmente, decidió hablar.

—"Alejandro, no quiero arruinar la noche, pero algo me pasó el día que me secuestraron. Vi a Maximiliano en el edificio donde vive mi mejor amiga, Lucía, justo poco antes de que me secuestraron, con esto no estoy diciendo que el sea el culpable, pero es un poco sospechoso o incluso puede ser una gran coincidencia. —

Mis ojos se abrieron con sorpresa e incredulidad.

— "¿Maximiliano estaba allí? ¿En el mismo edificio donde ocurrió todo eso?"

Miranda asintió solemnemente.

—"Sí, lo vi con mis propios ojos. Estaba allí el día que me secuestraron, choque con el de frente, y yo nunca olvido una cara, y menos una como la de el —

— ¿Cómo la de el? —

— Si, debes de saber que una cara como la de el es inconfundible, por Dios es tu amigo —

— Es mi amigo pero Maximiliano tiene una cara común —

— No es cierto, su rostro no es común. Sus facciones son bien definidas... La forma de sus labios son... —

No puedo creer que este hablando de mi amigo de esta forma enfrente de mi, no me gusta escucharlo de sus bocas, si hubiese Sido otra mujer hasta me echaría a reír, pero con Miranda no me gusta.

— Bueno ya dejemos de hablar de sus facciones —

— Por Dios Alejandro, diría lo mismo de ti, debo aceptar que tú no pasas desapercibido —

Me siento relajado después de eso, ella piensa que soy bien parecido, un rostro inolvidable, una sonrisa se extiende por mi rostro.

— Lastima, que yo que te conozco, se la horrible personalidad que tienes, en fin, una cara bonita pero demaciado amargado —

Dejo de sonreír de inmediato, creo que lo mejor es cambiar de tema.

— Mejor hablemos de lo que hacía Maximiliano en ese lugar —

— Eso hay que averiguarlo — me dice, luego suspira — pero si es raro que justo ese día me secuestraron.

El impacto de sus palabras resonó en mi pecho.

—"¿Por qué no me lo dijiste antes? Supongo que lo sabes desde el inicio de la velada, debiste decirme.—

Ella suspiró,

—"No quería arruinar la cena ni cargar con más preocupaciones, pero necesitaba contártelo. No sé qué significa, pero pensé que deberías saberlo". —

— Bien, conozco a Maximiliano desde que éramos niños, el no te secuestraría de eso puedo estar seguro, pero que estuviera hay definitivamente no es una casualidad —

— ¿Que crees entonces que hacia allí? —

— No lo se pero ese cabron, me va a conocer, debe estar planeando algo, Maximiliano no se mueve sin tener un plan entre manos. — suspiro — Tu amiga, ¿conoce ella a Maximiliano?

— No hasta donde se, pero ese día ella estaba muy nerviosa, e incluso casi me saco a patadas del apartamento, pero te aseguro que ella tampoco sería capaz de organizar un secuestro — Miranda parece convencida.

— ok, quizás no tuvieron que ver con el secuestro, pero esos dos podrían conocerse y estar tramando algo o como tú dijiste todo es una casualidad —

Llegamos a casa, aparco el coche y una idea llega a mi mente, aunque debo admitir que no es una grandiosa idea, es más esto podría terminar mal.

— Miranda, que tal te parece juntarlos, si haremos una barbacoa aquí en casa, luego de que los presentemos miraremos sus reacciones, los separamos, tu empezarás a preguntarle cosas sobre ese día a tu amiga y yo le haré las mismas preguntas a mi amigo. —

— De que nos sirve preguntarles cosas, si dicen que no se conocen, no nos van a decir que estaban juntos o la misma versión, osea no tiene sentido. —

— Si lo tiene, yo sé que hizo maximiliano ese día, quiero ver si es capaz de controlar sus nervios y contestar correctamente, o me inventar una historia sobre dónde estuvo ese día — ella me mira sin entender. — si el no estaba haciendo nada que me perjudique en ese edificio, no tendría porque ocultarlo, pero si lo hace, quiere decir que oculta algo, Maximiliano y yo compartimos todo.

— Bien así lo haremos — ella me mira — los observaremos a ambos.

Al día siguiente invito a Maximiliano a casa, lo mismo hace Miranda con su amiga, cuando ambos llegan como lo más natural los presentamos, puedo notar el nerviosismo de la chica, luego los separamos y empiezo a preguntarle a maximiliano.

— Amigo, ven quiero preguntarte algo ¿dónde estabas en la mañana del miércoles?

— En casa alistándome, para salir con alguien ¿porque? —

— así que estabas en una cita —

— Si, toda la mañana, dándole duro —

ambos nos echamos a reír.

"Cabron, no puedo creer que me mienta en mi propia cara" veo que Miranda ya ha terminado de hablar con su amiga, quien se ve más nerviosa y mira a Maximiliano, yo lo tomo a el del cuello, ya me enoje, no me gusta que me mientan.

— Sabemos que estabas en el edificio donde secuestraron a Miranda, así que habla ¿Que carajos hacías ahí? —

Ambas chicas se horrorosa, pero yo sé que está es la única manera en que me contara todo, así toca tratarlo.

— ok, si estaba allí, pero no es lo que creen —

— pues explica —

— Estábamos juntos, somos novios... — la amiga de Miranda es quien habla.

Yo suelto al cabrón, no le creo nada a la chica, son novios y le eso tanto misterio, no, aquí hay algo más.

— Así es, Lucia y yo somos pareja, no queríamos que nadie se enterara — dice el idiota.

Miranda se nota que les cree, yo no, se que mienten, ocultan algo, y lo voy a averiguar y ahí si me conocerán ambos.

— chicos por Dios, debieron decirlo antes, mira como se puso Alejandro —

Mañana mismo tendré toda la información de los pasos de Maximiliano, yo no me como el cuento de su relación. Sin embargo hago como que les creo, y los felicita, y continuamos con la barbacoa, pero yo ya le envié un mensaje a Sebastián para que averigüe todo sobre lo que ha estado haciendo maximiliano.

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