Los hombres también lloran

Para llegar a la academia debo entender mis alas, y volar hacia allí.

La academia se encuentra en una extensión del cielo, donde solo los cupidos pueden llegar, hasta el momento. La academia se formó hace Miles de años y solo los más capaces y con auras poderosas hacen parte de este régimen. Si alguien que ha crecido como un humano normal muestra signos de aura apta para ser cupido, es arrebatado de su familia y hogar para hacer parte de la academia, claro está, que es con el consentimiento de esta persona, si no llegase a aceptar su memoria es borrada, para evitar que pueda divulgar nuestro secreto.

Mi padre fue el primer cupido en pisar tierra, cuando la necesidad de amor de los humanos surgió, mi padre llegó y les brindo aquello que más necesitaban y la destrucción que se avecina a no ocurrió.

He estado volando unos cinco minutos, doy la vuelta y planeo, ya he llegado a la academia.

El camino está lleno de rosas, y de nieve, en la academia siempre está nevando. Entro directo hacia la reunión de consejos, conozco el camino a la perfección, estos últimos seis años he venido mucho. Cuando llegó a la recepción veo a mi padre, me detengo en seco. Si mi padre fue convocado, eso quiere decir que la situación es complicada.

- ¿Dónde estabas? Ya la reunión va a empezar, ¿Qué pudo ser más importante que la academia?.

Mejor no le cuento lo de Miranda, pues empezará con que debo sentar cabeza y tener una bella esposa e hijos, y hoy no estoy para sermones.

- Nada, ya estoy acá que es lo importante.

- Entremos.

Cuando ingresamos la habitación se llena de silencio, de inmediato, cada uno de los miembros se sienta en el lugar, veo al rector y fundador el cupido mayor, el señor Mikel.

- Los he reunido a todos, porque la academia ha entrado en crisis, nuestros cupidos han estado desapareciendo.

La sala se llena de murmullos, todos hablan y veo que hay cierto miedo en sus rostros, esto nunca había pasado, ¿Quién estará detrás de esto?.

- Silencio por favor.

Mi padre es quien habla y le pide al señor Mikel que continúe.

- Estamos investigando, por el momento solo tenemos indicios de que las brujas se están revelando, hemos tenido actividad de magia oscura en metrópolis, es por esto que te convocamos Alejandro.

Vaya mierda, ya me estaba preguntando por qué tanto afán de que viniera a esta reunión.

El viejo Francis que se había mantenido callado me mira y explica.

- Te llamamos, porque tú eres el cupido encargado de esparcir amor en metrópolis, además de que hace seis años alguien más, ha estado haciendo tu labor.

Aquí vamos de nuevo, ¿Acaso me recordarán cada vez que vengo, que alguien ha estado estropeando mi trabajo? ¿Tan malo es que te encuentres en un aprieto como este?

- Estoy investigando, les aseguro que dentro de poco tendré al responsable.

- No, es eso, creemos que quien te sabotea, puede ser el mismo que está haciendo todo esto.

- ósea que buscamos al mismo responsable.

- Exacto, por eso queremos...

Antes de que Mikel me explique se oye una fuerte explosión y gritos por todos lados, de inmediato ingresan guardias explicando la situación.

- Deben salir, nos atacan. No sabemos cuántos son, ni como entraron: pero se dirigen a la sala de reliquias. Mikel se levanta de inmediato y todos se movilizan hacia la sala, yo detengo a mi padre.

- ¿Qué pasa?

- Vienen por la rosa, la rosa es lo que nos da el poder de los cupidos, sin ella no podemos repartir amor, solo seríamos unos simples mortales.

¿Por qué carajos no sabía de la rosa?, pensé que nuestros poderes eran propios, esto jamás te lo explican cuando estudias en la academia. Yo los sigo, pues si la academia peligra yo quiero ayudar en algo.

El caos está sembrado en todos lados, atacan en distintas áreas, veo a muchos correr otros están tendidos en el suelo, mi padre me mira y me pide que me dirija con los consejeros, el se va a quedar a apoyar a los que están luchando, cuando llegamos al lugar vemos a encapuchados dirigiéndose al lugar, de inmediato comenzamos a luchar, hago lo mejor que sé hacer.

En la academia te enseñan de todo incluso a defenderte, nuestros poderes son inútiles cuando es combate, por eso es bueno, saber un como manejar todo tipo de armas y también pélear cuerpo con cuerpo.

Mientras lucho con estos encapuchados siento como la adrenalina se apodera de mi cuerpo, cuando terminó con él encapuchado, me dirijo a ayudar a los demás, pero alguien me toma dél brazo y me jala lejos del bullicio, es Mikel, quien me mira y me entrega algo que llevaba en las manos.

- Llévatelo, y protegerlo. Los cupidos del mundo te lo agradecerán. No dejes que muera o caiga en las manos equivocadas. Ahora vete, y no dejes que te atrapen.

- Espera, y ¿ustedes?

- Creo que ya hemos vivido lo suficiente. Vete el mundo te necesita, y necesita que la rosa continúe con vida.

Yo trato de razonar con él, pero me lanza una mirada de advertencia, con resignación y enojo me dirijo a la salida, antes de irme por completo veo como mikal y los demás se juntan en un círculo invocando sus centros de poder, yo vuelo lo más rápido que puedo, y ala distancia también veo a mi padre quien, se coloca la mano en su boca y a modo de despedida lanza un beso, quizás en otro momento me parecería cursi, pero ahora, siento un gran dolor en el pecho. Cuando ya estoy lo suficientemente lejos veo como la academia explota por completo, llevándose todo entre las llamas, la onda me impulsa lejos y mis alas salen lastimadas.

Desciendo sin control, voy tan rápido que siento como el aire golpea en mi cara, luego siento que chocó contra el agua, al parecer aterricé en un lago en mitad del bosque, me siento magullado.

Una vez logro salir, siento como mis ojos se nublan y lágrimas inundan mis mejillas. Siento un fuerte dolor en mi pecho. ¿Quien dice que los hombres no lloran?

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