CAPITULO 18. Casi dos años

Así han pasado casi dos años desde que ingresé a la academia, he conocido a muchas personas, aun cuando al principio me era complicado abrirme y confiar en los demás, ahora tengo algunas amistades en mi clase y de algunos otros cursos.

- ¡Tory! Tengo algo que contarte, no vas a creerlo — se acercó corriendo Lina, la primera persona que se acercó a mí sin malas intenciones.

- ¿Mm? Dime — bajé el último escalón con ayuda de George.

- ¿Qué libro estás buscando? ¿Te ayudo? — habló preocupada al verme — ¿Por qué no lo hiciste por ella? Se supone que eres su escolta — vio mal a George, ese par siempre discutía.

Solo se escuchó un leve gruñido de parte de George y luego desvío la mirada, reí levemente.

- No te preocupes yo quería hacerlo por mi cuenta, además, ya he encontrado todo lo que necesito, mejor cuéntame.

- Ah, sí — tomó mis libros y comenzamos a caminar hacia una mesa. — Eh bueno — de pronto se puso tímida — es que, ayer mis padres me dijeron que pronto podré hacer mi debut — su rostro se veía rojo, por mi parte, eso me tomó por sorpresa.

- ¡Vaya! Eso es bueno, felicidades Lina — sonreí — ya verás que todo saldrá bien.

- ¿Lo crees? Siempre quise que llegara este momento, pero ahora estoy muy nerviosa y creo que voy a arruinarlo — dijo desanimada.

- Tranquila, te has esforzado todos estos años para perfeccionar todas tus cualidades y habilidades sociales, lo harás genial.

- Espero que así sea, no quiero que me pase como a lady Luciana hace dos años — dijo con repelús — pero, muchas gracias por tus palabras Tory, eres muy amable.

Oh...

Nunca antes me habían dicho algo como eso, sí bien siempre alababan mis habilidades e intelecto, nunca apreciaban mi personalidad.

Aunque tampoco podía culparles, no era como si fuese una excelente persona en aquel entonces, simplemente usaba cualquier método o persona para cumplir mis objetivos, parece que el llegar a este mundo me ha hecho cambiar en muchos aspectos.

Sonreí tímida después de su agradecimiento.

(...)

- Finalmente las vacaciones de verano se acercan ¿tienen algún lugar en mente? — preguntó Leticia, otra chica de mi pequeño grupo de amigas.

- Pasaremos el verano en nuestra casa de campo — mencionó Matilde.

- Um aún no hemos planeado nada — respondió Lina, por lo que pude notar, un poco incómoda.

- ¿Y tú, Victoria?

- Creo que... Tampoco lo he pensado bien — sonreí apenada — ¿Qué hay de ti Letty?

Así continuó por un rato más la plática hasta que terminó la hora de descanso y debíamos continuar con las clases del día.

En realidad, tengo planeado viajar al imperio de Elmir porque debo acompañar a Christian en una visita imperial como enviados o representantes del imperio Westdall, pero... También es una oportunidad perfecta para conocer a la princesa Aisha quien al igual que yo, posee la habilidad de invocar espíritus por lo cual también recibió el título de Santa en su nación, además, también podré conocer al príncipe heredero, Isis de Elmir.

- ¿Quieres ir al invernadero?

- ¿Tenemos algo pendiente allí?

- La señora Wood me pidió el otro día ayuda para recolectar las fresas del huerto — admitió con pesar y vergüenza — no pude negarme, pero, tampoco puedo alejarme de su alteza.

- Ya veo, entonces vamos.

Comenzamos a caminar en un cómodo silencio.

- ¿Por qué no les contaste sobre tu viaje al imperio de Elmir?

- ¿Hm? Bueno, no lo sé — sonreí apenada — tan solo, no quise mencionarlo. ¿Crees que estuvo mal?

- No, a veces es mejor mantener tu itinerario en privado.

- ¿Podrás acompañarme?

- ¿Eh? El príncipe heredero y tú irán escoltados por la guardia real, no creo que yo sea útil allí — explicó.

- Jum — no pude evitar hacer un pequeño puchero.

George y yo después de todo nos hicimos buenos amigos, aunque delante de todos siempre se portaba distante y profesional.

- Ya sé que no puedes estar tanto tiempo sin mi bello rostro cerca, pero no será por mucho tiempo — se burló.

- Cállate — fue lo único que dije antes de adelantarme.

(...)

Durante estos años también he practicado incansablemente mi poder y he logrado grandes avances, además, mi poder no se limita solo en sanar o en defensa, puedo usarlo de forma ofensiva también.

Claro que todo eso solo lo saben mi familia y amigos cercanos como Alistair, Aeloria y George.

También pude firmar un contrato con otro espíritu de rango medio, es un espíritu del agua, su nombre es Aqualis, me permite controlar el agua de los ríos, mares, lluvia y en general de cualquier tipo.

Sé que puedo realizar contratos con varios más, pero hasta ahora no me ha sido necesario, con mi poder de luz ha sido suficiente.

Regularmente, debo cumplir con algunas tareas como santa en el templo, como por ejemplo ayudar a curar a personas enfermas, bendecir a los hijos de varios nobles antes de su llegada, visitar orfanatos y hacer otras actividades.

Gracias a todo eso no he podido realizar mi debut oficial en la sociedad, sin embargo, por una parte, es lo mejor, de lo contrario el tiempo que tengo para mí sería menor, además, no me interesa asistir a bailes y celebraciones innecesarias por ahora, ya habrá tiempo más adelante.

Por otra parte, Alistair y mi hermano Raon se terminaron convirtiendo en mejores amigos, no tengo ni la más mínima idea de cómo sucedió eso, al principio había gran rivalidad entre ambos, sobre todo porque ambos practicaban esgrima y se habían convertido en unos de los mejores espadachines a su corta edad. Sumándose George, quien también había comenzado a llevarse bien con ellos, ahora practican juntos regularmente.

Con Bastian me topé una que otra vez después de aquella ocasión, mas nunca volvimos a tener una conversación como aquella vez, a veces solo intercambiamos miradas, pero, últimamente evita la mía, o al menos eso fue lo que percibí la última vez que lo vi en los jardines durante un paseo en la tarde de la semana pasada.

(...)

- En realidad... Mis padres están pasando por una situación financiera poco favorable — me reveló Lina mientras tomábamos el té en el jardín del palacio — por eso no tengo planeado ningún viaje durante las vacaciones.

- Ya veo, pero tu debut...

- Ellos lo ven como su última salvación, este año cumplo quince y... Esperan que después de debutar pueda conseguir un esposo con dinero para que pueda ayudar a la familia.

¿Qué? Pero, en todo caso cuando eso suceda, con suerte ella tendría dieciséis años ¡Sería demasiado joven!

- Aún eres muy pequeña como para pensar en el matrimonio, no creo que...

- Lo sé, princesa, pero no tengo otra opción — noté el esfuerzo que hizo para sonreír.

- Estaré bien, no te preocupes — tomó mi mano con suavidad — es suficiente para mí el simple hecho de saber que alguien como su alteza me escuche en estos momentos.

No pude evitar levantarme y brindarle un cálido abrazo, era lo único que podía hacer por ella en ese momento.

- ¿Qué te parece acompañarme en un viaje al imperio de Elmir en estas vacaciones? — sugerí, ella volteó a verme con sus ojos cristalizados.

- No quiero causarle molestias durante su viaje.

- No lo será, así que no te preocupes y acompáñame.

Finalmente sonrió y aceptó. Después de eso llegaron los exámenes finales y por fin dieron inicio las vacaciones.

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^^^Continuará...^^^

Alistair y George jalsjaks

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