CAPITULO 5. Aeloria

Su alteza la estrella del imperio, la princesa Victoria Westdall ha llegado — anunció uno de los guardias.

- Saludos a su majestad imperial, el gran sol de nuestro imperio — di una reverencia y nuevamente lo escuché con esa tos incómoda.

- Adelante.

¿Por qué se comporta así? Hump si tanto le incomoda mi presencia ¿por qué no envió a un mensajero?

Ambos nos quedamos en silencio por un momento hasta que él se movió para sacar algo de los cajones de su escritorio.

- Esto... es para ti, traté de tenerlo listo, pero, surgió un problema con el joyero real y pudieron terminarlo ayer hasta tarde, feliz cumpleaños número diez... hija — extendió una caja aterciopelada frente a mí.

Vi con sorpresa y algo de incredulidad la caja, cuando alcé la vista para agradecerle, pude ver su rostro sonrojado.

- ¡Muchas gracias, padre! — sonreí entusiasmada y sonrojada por tan lindo detalle.

- Kugh — el emperador bajó la cabeza de pronto, ¿qué?, ¿qué pasó? — Karon, ¿Escuchaste eso? — preguntó a su sirviente personal que se mantenía a su lado todo el tiempo.

- Sí, su majestad, lo escuché con claridad — respondió sereno.

- Su majestad, lamento interrumpir así en su oficina, pero ha llegado una carta del palacio de la reina, parece ser del segundo príncipe.

Inmediatamente padre recuperó la compostura y seriedad.

- Atenderé eso en un momento, por ahora retírese — el guardia asintió y se fue — Y bien, ¿Te gusta?

- ¿Qué? Oh, sí, es realmente precioso padre, te lo agradezco mucho, de ahora en adelante será mi objeto más preciado porque me lo ha dado mi padre — sonreí dulcemente hacia él y su sonrojo volvió.

- Me encargaré de regalarte las joyas más hermosas en el futuro — no pude evitar reír un poco ante su declaración.

- Recibiré contenta cada uno de sus regalos sin importar si se trata de una simple pluma o la joya más hermosa del mundo, todas serán valiosas si vienen de usted.

Pude ver el sonrojo hasta del sirviente, ¿Por qué les emociona cada palabra que digo?

- Definitivamente no hay gema más hermosa que mi hija en el mundo — soltó con pesar.

Luego de esa extraña, pero bonita reunión decidí continuar mi día con normalidad, eso hasta que vi a un chico a lo lejos hablando con el príncipe Christian.

Espera... Ese chico se me hace algo conocido

- Princesa, ¿Todo en orden? — se acercó una de las sirvientas y volteé a verla.

- Sí, sí todo bien Liz. ¿Sabes con quién se encuentra reunido el príncipe heredero? — pregunté, ella parecía asombrada y confundida.

- ¿Se refiere al príncipe de Crawford?

Mi cuerpo se paralizó en ese instante.

¿Qué hace aquí? Se supone que en los borradores que escribí nos conoceríamos hasta su cumpleaños por su mayoría de edad.

Hay algo mal aquí...

Después de eso decidí ir a mi habitación.

Comencé a rememorar todo lo que había escrito sobre la novela, detalles, descripciones o borradores.

"Bastian y Florence se enamoran en el jardín del banquete por su mayoría de edad..."

"La familia de Florence se va a la bancarrota y buscan casarla desesperadamente con el heredero del marquesado Castellot..."

"Christian y Raon pelean por el trono..."

"Victoria muere de forma misteriosa mientras se encontraba en el palacio de las rosas, aislada de todo mundo..."

"El Marqués Claude Castellot y el Archiduque Bastian de Crawford se enfrentan por el amor de Florence..."

"Florence es agredida por Victoria y sus amigas..."

- No puede ser, no recuerdo ni una sola vez en la que haya mencionado a Bastian en el palacio imperial tan joven y con Christian... ¡No, espera!

Pude recordar algo más.

"El príncipe heredero se alejó poco a poco de sus mejores amigos el hijo del Archiduque de Crawford y el hijo del Marqués de Castellot debido a sus deberes reales, sin esperar que en el futuro ambos se hallarían en un enfrentamiento a muerte por el amor de una dama y él sería testigo de la muerte de..."

- Yo... yo no recordaba que eran amigos y por mi culpa ellos... ¿Qué hiciste Aria?

Pero, si ellos se conocían desde mucho antes, eso quiere decir que la obsesión de Victoria por el futuro Archiduque es desde....

Otro recuerdo golpeó mi mente, pero, éste era más vivido, esto no era Aria escribiendo en su computadora, al contrario, podía ver a este cuerpo, el de la princesa Victoria escribiendo algo en una hoja.

"- Nana, ¿Crees que el príncipe Bastian algún día corresponda a mis sentimientos? — tenía una mirada llena de ilusión y un sonrojo en todo su rostro mientras la mujer a su lado sonreía con pesar.

- No puedo asegurar los sentimientos del príncipe Crawford, pero, la princesa es muy hermosa y noble, pienso que él puede amarla tanto como usted a él — y ella rio sonrojada mientras terminaba de escribir su carta y la sellaba.

- Espero verlo pronto..."

- ¿Pudiste verlo? — escuché una voz venir de la nada, asustada respondí

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres? — ella rio.

- Mira esto

Otro recuerdo se proyectó.

"- Príncipe Bastian — hice una reverencia — me alegra mucho que haya venido — tenía una sonrisa inocente acompañada de un sonrojo mientras lo veía con anhelo.

- Princesa, vine aquí solo para pedirle que se abstenga de seguir enviando cartas, no deseo tener ningún tipo de relación con la princesa, por favor ya no vuelva a contactarme — él hizo una leve reverencia para luego irse.

Mientras él hablaba pude ver cómo la expresión de esa niña decaía y lágrimas comenzaban a acumularse, dolor y desilusión era lo que demostraba, luego del rechazo del niño ella no pudo evitarlo más y lloró, lloró desconsolada hasta que fue encontrada por la señora Rox y la llevaron adentro para consolarla"

- ¿Qué fue todo eso? — tenía lágrimas acumuladas ante tan triste escena.

- Eso, fueron un par de recuerdos de mi vida hace casi dos años atrás — algo brillante apareció frente a mi como un espíritu — y por lo que he pasado una y otra vez, cada que escribías y reescribías la historia, mi comienzo y mi final eran el mismo, nunca quisiste cambiar mi vida, pero sí la de todos ellos — podía escucharla molesta y con algo de dolor — por eso te traje aquí, Aria, para que en esta ocasión podamos tener un final feliz — su voz finalmente se había quebrado.

Lágrimas caían por mi rostro sin permiso.

- Lo-lo siento princesa, te hice tanto daño sin pensarlo — ella se acercó y levanté la mirada — pero, entonces mi cuerpo real...

- Ahora ésta es tu realidad y tu vida, cuando te traje aquí renuncié a mi cuerpo por completo — pausó — sé que la forma en que te traje no fue la mejor, pero, sé que también estabas harta de tu vida, aun así, si deseas volver yo...

- No — respondí de inmediato — yo te he hecho pasar por tanto sufrimiento durante tanto tiempo que... lo único que puedo hacer para compensarlo es arreglar este mundo — sonreí — además, tienes razón, estaba harta de mi vida anterior — ella se volvió a acercar, pude sentir su calidez.

- Gracias — respondió solemnemente.

- Ahora, princesa ¿Cómo debería llamarte? y, si no te molesta que pregunte ¿Por qué ahora tienes esa apariencia tan distinta?

- Oh bueno, es que al abandonar mi cuerpo me convertí en un espíritu del viento y ahora mi nombre es Aeloria, otorgo el don de volar.

- ¿O-otorgas?

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^^^Continuará...^^^

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