CAPITULO 12. Me sentí traicionada

Esa misma tarde caminaba por el jardín cuando vi a mi padre observando desde el balcón de su oficina hacia el jardín, traté de seguir su mirada y pude notar que veía a la emperatriz, quien daba un paseo matutino para observar los lisianthus que florecían en esta época del año.

Pude ver el sonrojo que había en su rostro y la adoración con la que la veía, retrocedí algunos pasos dispuesta a ir hasta su oficina, sin embargo, el crujido de una rama me delató y él inmediatamente se puso alerta hasta que conectamos miradas.

- ¿Qué haces? — parecía confundido — ¿Estás bien? — se preocupó.

- Lo estoy, y si no le molesta a su majestad, me gustaría hablar con usted — solicité, él puso un semblante serio.

¿Eh? ¿Se va a negar? ¿Qué es esa expresión?

- Ven a mi oficina — fue lo único que dijo para después adentrarse nuevamente en el estudio.

Y bueno, ahora me encontraba frente a la puerta mientras uno de los guardias anunciaba mi llegada.

- Saludos al gran sol de nuestro imperio — hice una reverencia y nuevamente, escuché esa leve tos incómoda.

- Saludos, princesa. Toma asiento.

Es tosco de nuevo, ¿Por qué de pronto se comporta así? primero debería preguntar eso.

- Padre ¿Sucede algo? ¿Estás molesto conmigo por algo en especial? — noté nuevamente el sonrojo y sorpresa en su rostro.

- Claro que no... hija — desvió la mirada — ¿Por qué dices eso?

Oh... él acaba de llamarme...

Woah

No pude evitar sonrojarme un poco, aun así, despejé esas ideas y continué.

- ¿Entonces, por qué de pronto es tan serio conmigo? Su rostro cada vez que le hablo tiene una expresión como si estuviese decepcionado y molesto por alguna razón... — bajé levemente la mirada.

Pov. Narrador:

"¿Qué? Ella cree que estoy molesto con ella cuando realmente solo me siento decepcionado de que me llama por los honoríficos y no como aquel día en la oficina." — pensó el emperador.

Aclaró su garganta antes de responder.

- Victoria, una vez que me llames "padre", debe ser para siempre — le dijo sutilmente con un sonrojo para después darle un sorbo a su té.

"¿Eh?" — parecía sorprendida.

- Ah... claro que sí padre — ella sonrió y él hizo lo mismo — por cierto, padre. No era por esto por lo que inicialmente quería hablar contigo.

- ¿Hmm? ¿Entonces, hay algo más de lo que deseas hablar? — asintió en respuesta — bien, dime.

- Se trata de mi madre — él inmediatamente parecía más expectante e interesado en la plática — la he notado un poco extraña estos días, temo que no se esté sintiendo bien y aun así se sobre esfuerce para poder ayudarme — dijo ella en un tono lastimero.

- ¿A qué te refieres? ¿Ayudarte?

- Sí, le dije que quería comenzar a practicar esgrima y...

- ¿Qué? ¿Cómo que "comenzar"? Llevas entrenando ya algunos meses con Christian y la segunda orden de caballeros dirigida por el marqués de Gale — tenía el ceño levemente fruncido por la confusión.

Pov. Victoria:

¿QUÉ? ¿CÓMO LO SABE? SE SUPONÍA QUE ERA UN SECRETO, DIOS

Inmediatamente pude sentir la calidez que invadía mi rostro, obviamente sonrojado.

- Pa-padre, verás... — él levantó una ceja. Finalmente suspiré rendida. — Bien, me has descubierto — desvié la mirada.

- ¿Qué estabas tramando eh? Supe que también has estado bastante apegada al segundo príncipe. ¿Se llevan mejor ahora? — asentí.

Bien, es momento de usar eso

- Papá, la verdad es que... he notado cómo ves a mamá y...

- Pa-dre.. ¿se encuentra bien? — regresó su vista hacia mí de inmediato.

- ¿Cómo? ¿No... no me dirás así de nuevo? — había un deje de decepción en su rostro ahora.

- Está bien si te llamo "papá"? No quiero ser irrespetuosa....

- Para mí está bien — tomó otro sorbo de té mientras cerraba los ojos.

¡Bien, funcionó!

Debo decir que me sorprende tu astucia

¿Tú crees?

- Gracias, papá — sonreí — bien, lo que quería decirte. He notado cómo ves a mi madre. La echas de menos, ¿verdad? — desvió la mirada — ¿Entonces por qué no haces nada? ¡Deberías hacer todo por la persona que te gusta!

- ... No lo entenderías pequeña. Ella me odia.

- Pero si no le explicas las cosas a mi madre, ella nunca lo sabrá. Ella también está esperando una explicación desde hace bastante.

- No entiendo qué te hace pensar que ella desea siquiera verme — cerró los ojos y suspiró.

- ¿Sabes cómo se puso cuando te mencioné en frente de ella? — suspiré y él regresó su vista hacia mí de inmediato.

- Se veía tan triste y solitaria. Estoy segura de que no te odia, ella se veía como si en realidad tuviera el corazón roto. Por favor, no la dejes ir por más tiempo, dile cuán profundo es tu amor, ella realmente desea saberlo.

- No sé si eso realmente funcione — él verdaderamente era pesimista.

- Me caes muy bien papá, por eso te diré lo que tienes que hacer — suspiré — madre irá a practicar esta noche al cuarto de entrenamiento del ala norte, ve allá y aclara las cosas con ella, los problemas y malentendidos se solucionan así, hablando. — le expliqué.

Después de un rato salí de aquel lugar para ir directamente a mi habitación y pude soltar todo el aire que mis pulmones habían acumulado.

Definitivamente no esperaba poder hablarle así al emperador de este imperio, me alegra que sea alguien comprensivo.

(...)

Esa noche, me escondí en un rincón oscuro del pasillo del ala norte, observando la puerta del cuarto de entrenamiento. Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba que llegara el momento. Había convencido a papá, pero ahora dependía de él y de madre dar el siguiente paso.

Después de un rato, vi al emperador acercarse con paso firme pero decidido. Se detuvo frente a la puerta y tomó una respiración profunda antes de entrar. Me acerqué un poco más, cuidando de no hacer ruido, y me asomé por una rendija para observar la escena.

- Lana, — su voz sonaba más suave de lo habitual — necesito hablar contigo.

La emperatriz se giró con sorpresa. Sus ojos se encontraron, y por un momento, el tiempo pareció detenerse.

- ¿Qué haces aquí? — preguntó con un tono más frío de lo que probablemente pretendía.

- Sé que hemos estado distanciados por mucho tiempo, y quiero explicar lo que pasó. No puedo soportar que pienses que no me importas.

Ella mantuvo su postura rígida, pero sus ojos mostraban una mezcla de dolor ya anhelo.

- El consejo me presionó para tomar una consorte después del intento de envenenamiento. Dijeron que necesitábamos asegurar el linaje por si algo le pasaba a Christian. No quería hacerlo, pero sentí que no tenía otra opción.

- Y yo... me sentí traicionada, — su voz tembló — No podía entender por qué aceptaste sin luchar por nosotros.

- Lo hice por miedo. Miedo de perderte a ti y a Christian. Pero al final, perdí lo más importante, nuestra relación.

Los ojos de la emperatriz se llenaron de lágrimas. Aun así, mantuvo su dignidad.

- Lana, nunca dejé de amarte. Cada día me arrepiento de no haber luchado más. Por favor, dame una oportunidad para enmendarlo.

- ¿Y qué pasa con Raon? ¿Y la consorte? — preguntó con un tono más suave.

- Raon es mi hijo y siempre lo será. Elena se vio obligada a cumplir con el papel que se le fue impuesto en aquel entonces igual que yo, nunca hubo ningún sentimiento de por medio, sin embargo, ambos sabíamos que debíamos cumplir con el papel si no queríamos crear un escándalo y perjudicar a ambas familias. Pero tú eres mi esposa, mi amor. Quiero que seamos una familia nuevamente. Quiero que volvamos a ser nosotros.

La emperatriz suspiró, dejando caer las barreras que había mantenido durante tanto tiempo. Sus ojos se encontraron de nuevo, y esta vez, no hubo frialdad, solo vulnerabilidad.

- He estado esperando tanto tiempo para escuchar esas palabras.

El emperador se acercó y tomó sus manos. La tensión en el aire comenzó a disolverse, y por primera vez en años, vi esperanza en sus ojos.

Me alejé sigilosamente, dejándolos tener su momento. Mi corazón se sentía ligero y lleno de alegría. Papá y mamá finalmente estaban comenzando a sanar sus heridas.

Regresé a mi habitación y cerré la puerta con suavidad, permitiéndome un suspiro de alivio. Todo el esfuerzo, los planes y la paciencia estaban dando frutos.

- Realmente lo has logrado — apareció Aeloria frente a mí, pude ver las lágrimas asomarse en su mirada — gracias por lograrlo, maestra — se abalanzó a mi para abrazarme, correspondí.

- Era lo mínimo que podía hacer — sonreí con lágrimas comenzando a nublar mi vista — por fin lo hemos logrado.

.......

.......

.......

.......

.......

^^^Continuará....^^^

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***