Finalmente, después de unos días se celebró otro banquete para mi nombramiento como santa.
- Aunque para mí esto no es motivo de celebración...
- Maestra...
- Yo en serio quería el poder del trueno — me sentía triste y decepcionada.
- ¿Has descubierto algo de cómo usar el poder de la Luz?
- Mjm — asentí despacio — estuve practicando un poco, pero aún es algo nuevo.
- Sabes, lo he estado pensando y... Creo que despertaste tus poderes desde hace bastante, o bueno, al menos diste un indicio.
- ¿Lo dices por aquella vez en la que te convoqué y firmamos un contrato hace dos años? — ella asintió.
- Desde entonces se me hizo un poco extraña la capacidad que tenías para almacenar tanto maná.
Medite por un momento sus argumentos.
- Pero, ¿Por qué tardó tanto en manifestarse como tal?
- Es lo que aún no entiendo — respondió abatida.
En ese momento tocaron la puerta.
- Su majestad la emperatriz ha venido a ver a su alteza.
Me levanté para hacer una reverencia en saludo.
- Buenos días, madre — ella se acercó.
- Buenos días Victoria — me veía con una leve sonrisa — ¿Cómo te sientes?
- En realidad, no lo tengo claro. No estoy tan feliz — confesé — en serio quería heredar el poder de la familia — dije con decepción.
- Mi adorada hija, eres brillante y perfecta tal como eres — acomodó un mechón de mi cabello — no debes sentirte decepcionada, en su lugar, míralo como el comienzo de un nuevo legado — sonreía cálidamente.
- Gracias — asentí y sonreí — por cierto, hay alguien a quien quiero presentarte — ella se sorprendió un poco, pero asintió.
Lo había meditado en estos días, sería bueno revelarles el secreto de mi capacidad para invocar espíritus a mi familia.
- Aeloria, amiga ¿Quieres salir y mostrarte?
Unos destellos y luz se veían hasta dejar ver una silueta pequeña de una niña.
- Saludos a su majestad la emperatriz y Luna de este imperio — hizo un reverencia, pude ver el sonrojo en su rostro, además de las pequeñas lágrimas a los lados, amenazando por salir completamente mientras se inclinaba.
- Oh vaya ¿Quién eres tú? — estaba sorprendida, pero no perdía el tono suave y cálido.
- Aeloria es un espíritu de rango medio, otorga el don de volar — informé — me ha acompañado desde hace ya dos años — conté y nuevamente ella parecía sorprendida.
- ¿Acaso tú, puedes invocar espíritus? ¿Desde hace dos años? Eso... Eso quiere decir que has tenido este poder desde hace bastante — comenzó a especular.
- Primero, sí, sí puedo invocar y firmar contratos con espíritus desde hace tiempo y segundo, descubrí que puedo hacerlo hace dos años con mi mana, así que no, el poder de la luz es algo que recién ha despertado en mi, sin embargo, admito que sí es muy extraño y difícil para una persona tener la capacidad de almacenar la cantidad de mana necesario para invocar a algún espíritu.
- ¿Por qué no nos lo habías dicho? — preguntó con genuina duda.
- No... No lo sé, tal vez creí que era algo normal en su momento, o me dió miedo confesarlo, después de todo creí que el único poder que podría despertar en mi sería el de la familia imperial — bajé la mirada.
- Bien, tranquila. Puedo entender tus razones, pero ya no tienes por qué guardar cosas así solo para ti, aquí tienes a tu familia que te apoyará y guiará en todo momento ¿Sí? — asentí y ella me abrazó.
- Su majestad, es hora — informó Nana entrando a la habitación.
Así nos encaminamos al templo donde se realizará la misa y mi presentación oficial.
Al bajar pude ver a lo lejos a Alistair hablando con otras personas, se veía contento, sonreí ante eso.
Sin embargo, se me borró la sonrisa al ver a una de las personas que se encontraban en ese círculo.
Es... Florence, la protagonista femenina de este mundo...
Me quedé ahí parada viéndolos por un rato, hasta que Alistair y yo en algún punto cruzamos miradas, pero no por mucho, ya que me pidieron continuar con mi camino hacia el recinto, así que fui la primera en apartar la mirada.
Ya estando allí me hicieron esperar para por fin hacer mi aparición.
- Con ustedes, la santa que mantendrá la paz en nuestro imperio, la princesa Victoria Westdall — anunció el sumo sacerdote.
Entré de la manera más tranquila posible y con la mirada en alto como debía ser. Al pararme frente a todos ellos pude ver algunos rostros conocidos y algunos no tanto, pero podía hacerme una idea de quiénes eran en la novela.
- Hoy, hemos traído a este anciano que ha perdido la visión y a esta pobre niña quien ha perdido la movilidad en sus piernas, para que la santa pueda apiadarse de su desgracia y ayudarles.
Malditos bastardos, solo quieren ponerme a prueba frente a toda esta gente
Sin más, asentí y me acerqué primero al hombre ya mayor, coloqué mis manos en cada costado de su cabeza, me concentré un poco para despertar el poder.
Era extraño, pero fácil de manipular realmente, simplemente debía visualizar lo que quería hacer con él y aparecía.
Al cabo de un par de minutos retrocedi algunos pasos y le pedí que abriera lentamente sus ojos, ya que sería difícil acostumbrarse a la luz inmediatamente.
Cómo lo esperaba, fue un éxito.
- Gracias, muchas gracias señorita santa — el hombre se arrodilló ante mi y besó mi mano.
- No hay de qué, me alegra que la luz haya vuelto a su vida — lo ayudé a levantarse con una sonrisa.
Podía ver lo encantados que estaban las personas del templo con mi actitud.
Así continue con la niña de masomenos mi edad en silla de ruedas, al contrario de lo que muchos esperaban, en lugar de acercar mis manos a sus piernas, me dirigí a su espalda baja, ya que era su columna la que necesitaba del tratamiento.
Todos quedaron más que sorprendidos por mis métodos tan acertados.
Por Dios, es conocimiento básico
Bueno, en tu vida como Aria lo aprendiste, por eso lo ves así — comentó Aeloria.
Mientras todos aplaudían y festejaban por la nueva santa, yo me quedé quieta mientras una especie de recuerdos borrosos azotaban mi cabeza.
"Perdóname Aria, no sé qué fue lo que- "
"No hay un solo día en el que no logres decepciona-"
"¿Cómo está?"
Nada tenía sentido
- Santa, santa — escuché a alguien llamarme, hasta que reaccioné.
Un dolor punzante en la cabeza me azotó.
- ¿Se encuentra bien? — preguntó el joven de cabello rojo.
- Lo estoy, sí — respondí apenas — necesito tomar un poco de aire.
- Bien, la voy a escoltar.
- No, eso no es-
- Lo siento, me han asignado como el caballero personal de su alteza.
- ¿Qué?
- Princesa Victoria — volteé inmediatamente al escuchar esa voz.
- Príncipe Bastian...
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^^^Continuará....^^^
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Comments
Thibizay Garcia
quiero más mucho más /Proud//Proud//Proud/
2024-07-13
2
Mitsuki G
O yo estoy igual que Victoria triste pensé verla todo Thor atacado a sus enemigos en verdad ser santa no lo siento tan poderosa ya que no es magia de defensa si alguien la ataca con ese poder a los bandidos los curará para defenderse no lo veo tan útil como ella dijo como un poder de defensa a ver si los del templo no la quieren todo el día curando a todos los posibles sin descanso y que emoción ya salieron los protagonistas que al parecer está Victoria no le alegró que su amigo Alistair esté con la protagonista que es por quién la matan pero también apareció el protagonista Bastian pense que era hijo de un duque no un principe o si?
2024-07-13
5