CAPITULO 17. Princesa y Santa

La mañana estaba fresca y clara, perfecta para un día en la academia. George y yo caminábamos por el sendero arbolado que conducía al edificio principal, rodeados por grupos de estudiantes que conversaban animadamente.

- Hasta ahora ha sido un día interesante, su alteza — comentó George, manteniendo su paso firme a mi lado.

- Sí, aunque me incomoda un poco la atención desmedida de todos cada vez que cruzo los pasillos — respondí, mirando a mi alrededor mientras trataba de memorizar el camino.

- Están curiosos por la princesa y Santa de este imperio. — respondió George con una sonrisa tranquila — Solo sea usted misma.

Asentí levemente.

Al acercarnos al área común, noté una figura conocida allí. Era el segundo príncipe, quien parecía estar esperándonos. Su expresión era neutral, pero conocía lo suficiente a Raon como para notar la tensión en su postura.

- Victoria — saludó Raon, inclinando la cabeza ligeramente —. Qué coincidencia encontrarte aquí a esta hora.

- Hermano — le devolví el saludo con una sonrisa —. George, te presento a mi hermano, el segundo príncipe del imperio, Raon Westdall.

George hizo una reverencia cortés, pero Raon lo observó con una mirada escrutadora.

- Así que tú eres el famoso escolta — dijo Raon con un tono que llevaba un matiz de desconfianza.

- Es un honor conocerlo, su alteza — respondió George con serenidad.

Raon cruzó los brazos, su mirada alternando entre nosotros dos. La atmósfera se volvió un poco más tensa, pero decidí intervenir antes de que Raon dijera algo más.

- George ha sido de gran ayuda, hermano. — comenté, intentando suavizar la situación — Me alegra tener a alguien en quien puedo confiar aquí.

Pude notar inmediatamente el leve puchero en el rostro de Raon.

- ¿Acaso no confías en mí, hermana?

- ¿Qué? ¡Ah! Claro que lo hago, pero, lo decía ya sabes, por la diferencia de cursos y eso, al menos nunca estaré sola gracias a George — le dije, algo nerviosa.

-Mm... también puedes buscarme cuando me necesites — reí levemente, sonrojada.

- Lo haré hermano, gracias — le sonreí y él correspondió.

Finalmente relajó un poco su postura, aunque sus ojos seguían siendo críticos.

- Bien — respondió finalmente, ahora dirigiéndose a George — Aun así, espero que esté a la altura de las expectativas. — George asintió levemente con respeto — Nos veremos luego, Victoria. Cuídate.

Con eso, Raon se dio la vuelta y se alejó, dejando tras de sí una sensación de protección fraternal, mezclada con una pizca de celos.

- Tu hermano es... muy protector — comentó George, levantando una ceja.

- Sí, pero no te preocupes por él — dije con una sonrisa — Vamos, tenemos que llegar a clase.

Más tarde, en clase, me esforcé por concentrarme en la lección. Sin embargo, no pude evitar notar las miradas furtivas de algunos compañeros. A mi lado, George se mantenía atento, anotando diligentemente y participando cuando era necesario.

Durante el almuerzo, nos encontramos con Florence, estaba rodeada de amigos y admiradores. Aunque su presencia me incomodó momentáneamente, decidí que no permitiría que mi pasado dictara mi presente.

(...)

Después de unas semanas...

La cafetería estaba llena de estudiantes charlando animadamente. George y yo encontramos una mesa junto a la ventana, donde podía ver el jardín del campus. Estaba disfrutando de mi té cuando noté a alguien acercándose. Era Florence, la protagonista original de la novela. Ella tenía un aire de elegancia natural y una sonrisa que parecía iluminar la habitación.

- Hola, princesa Victoria, ¿puedo sentarme aquí? — preguntó Florence con una sonrisa amistosa, sosteniendo su bandeja de almuerzo.

- Por supuesto, siéntate — respondí con una sonrisa cortés. Era mejor mantener las apariencias en un entorno tan público.

Florence se sentó frente a mí, colocó su bandeja y me miró con curiosidad.

- He oído mucho sobre ti, especialmente después de tu nombramiento como santa — comentó mientras revolvía su té. Su tono era amistoso, pero pude detectar una ligera nota de curiosidad detrás de sus palabras.

- Gracias. — respondí, manteniendo mi tono neutral — Ha sido una experiencia interesante hasta ahora.

Ella asintió, aparentemente insatisfecha con mi respuesta, pero decidió seguir con la conversación.

- Debe ser emocionante tener un título tan importante. Me pregunto cómo logras manejarlo todo: ser princesa y santa a la vez.

- Es un desafío, pero me aseguro de dedicar tiempo a cada uno de mis deberes — dije, cortésmente. No estaba interesada en profundizar en mis respuestas con ella.

Hubo un momento de silencio, durante el cual Florence parecía debatir si seguir o no.

- Sabes, siempre me ha intrigado la habilidad de invocar espíritus. ¿Es cierto que puedes hacerlo?

Mantuve mi expresión neutral y asentí.

- Sí, puedo — respondí —. He tenido esa habilidad desde hace algún tiempo.

Florence parecía fascinada, pero mi falta de interés en prolongar la conversación fue evidente.

Finalmente, Florence pareció entender que mi intención no era hacerme amiga suya.

- Bueno, ha sido un placer hablar contigo, Victoria. Espero que podamos charlar de nuevo pronto.

- Igualmente — dije, viendo cómo se levantaba y se alejaba.

George me lanzó una mirada inquisitiva desde su asiento, y simplemente encogí los hombros. No había necesidad de hacer alboroto por esto; sabía dónde estaba mi lealtad y cuál era mi papel en este mundo. Tener a Florence cerca podía ser útil, pero también era un recordatorio de cómo las cosas podrían complicarse si no era cuidadosa.

(...)

Al terminar el día escolar, mientras caminaba hacia los jardines de la academia junto a George, sentí que una ligera brisa movía mi cabello y relajaba mis pensamientos después de un largo día de clases. El cielo estaba pintado con los cálidos colores del atardecer, y el suave murmullo de las hojas me resultaba agradable.

George se mantenía a mi lado, como siempre, atento a cualquier cosa. Mientras caminábamos, noté una figura familiar en uno de los bancos al borde del camino. Al acercarme, me di cuenta de que era Bastian, con su característica postura relajada y su cabello negro que brillaba a la luz del sol poniente. Parecía perdido en sus pensamientos, pero al verme, una ligera sonrisa apareció en su rostro.

- Princesa Victoria — saludó Bastian, poniéndose de pie con elegancia —. No esperaba encontrarte aquí.

- Príncipe Bastian — respondí con una leve inclinación de cabeza — El día ha sido agotador, y pensé que un poco de aire fresco me vendría bien.

Él asintió, sus ojos rojos observándome con curiosidad.

- Los jardines son el lugar perfecto para despejarse después de un largo día. — Hizo un gesto hacia el banco —. ¿Te gustaría sentarte un momento?

Dudé por un instante, pero luego decidí aceptar. George se mantuvo cerca, vigilante pero discreto. Me senté al lado de Bastian, sintiendo la frescura del banco de mármol bajo mí.

- ¿Cómo han sido tus primeras semanas aquí, princesa? — preguntó Bastian, girándose para mirarme.

- Han sido... interesantes — respondí, buscando las palabras adecuadas — La academia es un lugar vibrante, y todavía estoy adaptándome al ritmo.

- Debe ser muy diferente de la vida en el palacio — comentó, con una sonrisa que mostraba su interés genuino.

- Lo es. — Me permití relajarme un poco — Aquí las personas son más abiertas y menos formales. Aunque debo decir que algunos de los profesores son más intimidantes que cualquier noble que haya conocido.

Bastian rio, un sonido bajo y cálido.

- Debes tener cuidado con el profesor Aldridge. Tiene la reputación de ser bastante estricto.

- Oh, ya lo he descubierto. Creo que incluso me corrigió por cómo sostenía mi pluma.

Bastian soltó una carcajada, y me di cuenta de que disfrutaba de su compañía más de lo que esperaba.

- Eres más divertida de lo que pensé, princesa — dijo, aun sonriendo.

- Y tú más accesible de lo que aparentas, príncipe Bastian — respondí, sintiéndome extrañamente satisfecha de haberlo hecho reír.

Nos quedamos conversando un poco más, compartiendo pequeñas anécdotas del día. A medida que el sol se escondía en el horizonte, sentí que, por un momento, había logrado conectar con alguien de manera genuina. Finalmente, me levanté del banco y me despedí, agradecida por la inesperada conversación.

George y yo continuamos nuestro camino, dejando atrás los jardines, mientras el eco de la risa de Bastian se desvanecía en el aire fresco del anochecer.

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^^^Continuará...^^^

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Comments

Mónica Aulet

Mónica Aulet

Esperemos no se enamore de Bastian o podrá repetir el pasado

2024-10-19

4

Mitsuki G

Mitsuki G

Ahora sí Victoria se está acoplado a esa vida estudiantil que me da risa ver a Raon celoso del guardia personal de su hermanita jaja se ve que toda su familia será súper protectora jaja pero por lo menos con la protagonista lleva una relación neutral por cualquier cosa en el futuro y con Bastian tuvo un momento tranquilo sin recordar el pasado y dejarse llevar por el momento pero va bien por lo menos con todo y George es buen amigo

2024-07-26

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