Desde el nacimiento y los primeros años de niñez el príncipe demostró ser alguien inteligente, comprendiendo libros sobre la magia y aprendiendo el dialecto de los libros antiguos. Cuyos libros hablaban del reinado y la vida de los dioses.
Algunos creían que quienes fueran capaces de comprender todas esas letras, adquirirían la verdadera sabiduría y gran poder. Así que, cuando los influyentes del imperio Goren supieron que el príncipe heredero ya leía esos libros y él siendo tan joven, lo consideraron como la reencarnación de un dios —etiqueta que jamás le gustó al príncipe heredero—.
Así que con el tiempo dejó de leer esos libros y se volvió algo perezoso y que su pelo de la nada fuera azul alarmó un poco a la mayoría de los nobles.
En el campo de entrenamiento los castigados estaban corriendo y Orien estaba en último lugar —Su cuerpo era una mierda para los deportes—, Darién iba adelante solo por unos cuantos pasos, pero, no era porque fuera lento, sino que le daba pereza correr muy rápido.
Orien extrañaba su cuerpo anterior, lleno de vitalidad y fuerzas, sus abdominales enamoraron a unos cuantos, pero, ahora su cuerpo era débil y enano.
El príncipe heredero seguía vistiendo con su capucha, su pelo aún no volvía a la normalidad.
Orien sintiendo todo el cuerpo adolorido y el pecho doliendo dejó de correr para poder respirar mejor, cosa que no lograba y se empezaba a desesperar por la falta de aire.
Darién al escuchar la voz del público murmurar demasiado, miró sobre su hombro y al ver a Orien casi por caerse corrió muy rápido, en el proceso su capucha se deslizó hasta quedar sobre su espalda.
Tocó el hombro de Orien y con su aura le transmitió tranquilidad. Haciendo que pudiera respirar mejor.
La mayoría se sorprendió, el color de cabello del príncipe había vuelto y al igual que el color de sus ojos. No quedaba duda alguna de que era un heredero al trono y esos rumores de que la emperatriz había cometido infidelidad y engaño al emperador eran mentiras.
—Señorita Anne, ¿Por qué hay dos alumnos que no están siendo castigados? —La voz del director hizo que todos lo miraran, él estaba arriba en la puerta. —Aquí todos son estudiantes, aquí nadie es noble o pobre ni siquiera esclavo. Cuide su puesto de trabajo, es un consejo. Princesa y joven Verker abajo y a correr. —Luego observó al príncipe heredero. —Oh, eso es nuevo.
La princesa obedeció, sin embargo, Tristán Verker se sorprendió y miró al director sin poder creerlo.
—¿Algún problema? Si no quieres correr, por mi bien. Toma tus cosas y regresa a la residencia de tus padres. Orien ya no corras, no quiero que mis estudiantes mueran. —El director luego se sentó en su asiento, arriba donde pudiera observar todo mejor.
Orien subió los escalones y mientras Orien subía vio al señor que siempre leía en la biblioteca del señor Kazmel, solo que lucía más joven o era otra persona parecida a él. Orien se sentó junto a Noa y Raquel. Ellas le habían guardado asiento a él y a Kristian. Sin embargo, luego de terminar de correr Darién le robó el lugar a Kristian, sentándose al lado de Orien.
Luego de un tiempo la mayoría olvidó por completo al príncipe heredero y más bien estaban concentrados por lo que tendría que suceder.
—El motivo de esta reunión es para que los de primer año demuestren su fuerza, y ver que tanto han podido avanzar los de segundo y tercero. Lamentablemente, en primero hay estudiantes de los cuales no podemos estar seguros de su poder, debido a… su posición—, ella intentó decir las cosas de buena manera, luego de la amenaza del director, la cual la dejó paralizada del miedo. —Den lo mejor de ustedes y demuestren de lo que son capaces, en Yhare no aceptamos una derrota y un empate es una vergüenza. —Ella llevaba un aparato parecido a una piedra oscura en la mano, con esta su voz era comunicada a todos. Era conocida como amplificador de voz.
Dicho esto ella se retiró de la arena. Después, con un salto que hizo temblar la superficie, Sebastián cayó en medio del campo de entrenamiento.
—No sean tímidos, hoy está permitido desafiar a cualquiera. Los menores a los más grandes, solo sean precavidos con las consecuencias. Está prohibido dejar a un compañero lisiado, todos somos uno y este enfrentamiento es para prepararlos para el enfrentamiento real contra la academia de Glassus.
Un chico entró al campo de entrenamiento. Caminó con orgullo y bien erguido.
—Eres valiente, suerte. —Sebastián salió y permitió que el estudiante desafiara a otro, él eligió al azar, señalando a uno del público.
«Si que es valiente, yo ni borracho hago eso». Orien tenía pensado no enfrentar a nadie, su cuerpo no tenía fuerzas y él tampoco tenía intención de luchar con un niño. Perder todos sus lujos y su posición de ser el más alto al más bajo, había hecho trozos su orgullo y lo único que le quedaba era, el poder aguantar, así como aguantaba todo lo que su madrastra hacía. En comparación con las cosas de este mundo, son nada. Un juego, pensó él.
—Antes de que empiecen—, La mujer rubia, Anne. Habló comunicando su voz a todos con ese aparato, también Sebastián y el director tenían uno. —Se puede desafiar a una persona más de una vez, claro si ese alguien está dispuesto a aceptar.
Y luego de que se presentaron ellos, dándose un apretón de manos y seguramente uno apretó más, solo con la intención de intimidar al otro. Inició el primer combate.
El enfrentamiento era parejo, uno era mago de tierra y el otro de agua, por la dominación de los elementos, era notorio que eran de segundo año, y nobles también —los objetos relucientes delataban esto—. Y como era de esperar terminaron en un empate, por lo que el público comenzó a murmurar.
El próximo en entrar a la arena fue Arthur y desafió a Orien, quien ni tenía ganas de pelear pero, sabía que si no lo hacía le llamarían cobarde y miedoso y él no estaba dispuesto a humillarse y ser avergonzado. Suficiente había tenido.
—¿Estás bien? —Le preguntó Darién cuando él pasó frente a él y Orien asintió para luego bajar a la arena.
—Te voy a ganar y veré si seguirás con ese ego que tienes.
Orien lo ignoró, ni se acercó a saludarlo, el público se volvió ruidoso y Orien se sintió cansado por tanta contaminación sonora. Y también porque golpeó el hermoso rostro del príncipe heredero.
Arthur atacó primero lanzando una bola de fuego, Orien lo esquivó pero, Arthur se sintió contento, ya que, había logrado hacer la bola de fuego y se lo había demostrado a Orien, a quien odiaba y consideraba su rival. Una de las razones del porque despreciaba a Orien era por la cercanía que tenía con el príncipe heredero.
«Ese sucio no es digno de estar cerca de su alteza», pensó Arthur mientras creaba dos bolas de fuego al mismo tiempo, una en cada mano. Iba a lanzarlas cuando Orien llegó rápido frente a él, haciendo que se sorprendiera y diera varios pasos hacia atrás.
¿Cuándo llegó?, se preguntaba Arthur, y haber retrocedido le hizo sentirse más débil que Orien, por lo que, se enojó y comenzó a lanzar varias bolas de fuego. Dificultando a Orien el poder esquivar todas, —su cuerpo era lento y Arthur estaba aprovechando eso—.
Por su parte, Orien había usado aura para acercarse a Arthur, sin embargo, eso le había cansado, pensaba acabar de un golpe, pero, Arthur tuvo muy buena reacción y se alejó antes de que él le pudiera dar un buen golpe.
«Maldito cuerpo, volvieron esos sentimientos y el dolor», en un desliz Orien perdió el equilibrio por segundos, y una bola de fuego le alcanzó quemado la manga de su brazo izquierdo y generando gran dolor a Orien. Se había quemando y ni él se lo podía creer. «Se supone que puedo resistir al fuego, soy un mago de fuego», pensó frustrado y sostuvo su brazo. Arthur se reía bastante feliz por haber acertado.
Orien volvió a usar aura, pero, esta vez usó más energía que antes —y él siendo lento y débil de cuerpo, usar aura le ayudaba a aumentar su velocidad—, siendo mas rápido que antes y con su puño encendido en llamas le golpeó la cara a Arthur, este cayendo de espalda al suelo.
Orien se subió sobre su estómago y golpeó el rostro de Arthur varias veces, hasta que una campana hizo que dejara de pegarle.
—Es suficiente—, La mujer rubia, Anne. Intervino y Orien se levantó mirando el desastre que acababa de hacer. El rostro de Arthur quemado y sangrando. Orien todavía no entendía como pudo quemarlo o Arthur pudo quemarlo a él. —Orien es el ganador de este enfrentamiento. —Le sorprendió que esa mujer supiera su nombre —bueno quien no lo sabría, si él era muy popular por pegarle al futuro emperador—.
Después de eso Orien caminó para ir a su asiento, pero, sintió las piernas algo pesadas y aunque alcanzó a llegar a su asiento, después de sentarse se desmayó y su cuerpo casi caía hacia adelante pero, Darién lo sostuvo y dejó su cabeza reposar en su hombro.
Noa se sorprendió por la actitud del príncipe heredero, ya que, hace varios días esos dos se querían matar si podían y de repente eran tan cercanos. «Siento que me perdí de algo», Noa se quedó pensando mientras observaba la cabeza de Orien en el hombro del príncipe heredero.
Y Raquel miró al príncipe heredero con algo de celos, seguramente estaría deseando ser ella en lugar del príncipe heredero.
Durante el tiempo que Orien permaneció inconsciente, Noa fue desafiada y Kristian desafió a otro alumno, a Raquel la obligaron a bajar y participar y el príncipe heredero rechazó a todos los que pedían un enfrentamiento con él.
Y todo culminó en la noche, varios fueron al comedor, ya que, sentían hambre. Entre ellos Orien y los demás, y también el príncipe heredero quien se había integrado por si solo al grupo, y además, Orien invitó a Diane, cuando la vio sola y sintió lástima por ella.
En la mesa Noa le estaba contando a Orien que ya había tenido un contrato y él se sorprendió por eso, y más, luego de escuchar que la habían desafiado y ella ganó, gracias a su familiar, como ella y todos los contratistas llamaban a la bestia con la que tenían un contrato.
Aunque al principio Kristian se sentía incómodo con la presencia del príncipe heredero y la princesa, luego se relajó y comió mientras escuchaba a Noa y Raquel, quienes hablaban demasiado, pero, eso era agradable y ayudaba a que el ambiente no fuera incómodo.
—Ser un contratista es lo mejor, créeme. Se siente como tener otro amigo más, mi bestia es una zorra mágica de primer grado, puedo escuchar su voz y es muy hermosa. Mi maestro me dijo que cuanto más avanzara y subiera de rango, mi familiar también lo haría. Además, puedo tener mas familiares. —Noa le contó a Orien muy emocionada, datos sobre su magia y su familiar.
—¿No crees que es peligroso revelar en este sitio el grado de tu familiar? —Le preguntó el príncipe heredero a Noa, él luego comió otro trozo de carne. Y después dijo. —Aunque seamos una academia unida, dentro siempre habrá enfrentamientos y para ser mejor hay que derrotar a compañeros, así que, es mejor ser precavido. —El príncipe heredero ya había dejado de usar su capucha, el tener tantos días con ese color de pelo ya no le importaba mucho.
—¿Qué le pasó a tu cuerpo? —Raquel cuestionó, haciendo que el momento serio se volviera algo cómico —además, Orien comenzó a reírse por el contraste que la niña le dio al ambiente—.
—Deja de reírte, mi cabello no está tan mal… solamente volvió al natural. —El príncipe heredero se sintió avergonzado y más porque Orien se burlaba de él. Los demás se aguantaban la risa, pero, Orien era un caso.
—¿O sea, te tiñes princesa? —Orien le miró mientras se reía de él.
—¡Qué no!— la mayoría prestó atención a la mesa de ellos, —desde antes ya le prestaban atención, debido a la extraña combinación de personajes—.
—¿Entonces, dónde está tu azul? Confieso que me gustaba el azul, el rubio te queda horrible. —Orien volvió a burlarse y el príncipe heredero reaccionó de una forma más cómica todavía.
—No te voy a enseñar aura de nuevo. Feo… —Supongo que no sabe insultar, sin llamar a la gente pobre o inválida. Pensó Orien antes de volver a reírse como loco. —¡Deja de reírte!
«Se ve tierno». Meditó Orien. Y el príncipe heredero viendo cómo todos se querían reír, ya no aguantó más y salió del comedor molesto. Se suponía que él era el futuro emperador, todos debían temerle y así era, hasta que Orien comenzó a romper esa barrera y ahora hasta los nobles comenzaron a reírse de él.
«Debería matarlo y poner orden, pero ¿Sería demasiado?»
Darién tenía un conflicto consigo mismo, y se golpeó mentalmente por acostumbrarse y adaptarse a alguien en tan poco tiempo.
—¿No fue mucho? —Kristian le preguntó a Orien, quien estaba sentado y feliz de ver cómo el príncipe heredero se iba muy molesto y le pareció lindo sus gestos.
—¿De que hablas? No he hecho nada malo, él comenzó primero—, tener el cuerpo de un niño, parecía también afectar los pensamientos de Orien. Más bien, el nuevo entorno, este nuevo mundo le afectaba. Esas situaciones absurdas y también las personas que conocía, algunas quienes eran una mierda, todo eso por momentos le hacían anhelar querer regresar a su mundo. Pero, ni aquí ni allí eran buenos, solo tiene que aguantar y adaptarse. Era lo mismo de antes. Solo que esta vez, había magia.
—¿Y si te vuelven a pegar nuevamente? —Esta vez fue Noa quien habló, su preocupación era grande y decir esto, le demostraba a Orien lo poco que creyó en sus palabras, y era lo mismo para Kristian y Raquel.
—Ah, eso. Fue debido a este maldito cuerpo, solamente necesito ser más fuerte que ellos y listo. —Orien subió sus hombros y obviamente, esa era la opción más fácil, pero, el ser fuerte no era algo tan fácil ni tampoco se iba a dar de la noche a la mañana.
—No vuelvas a mentir Orien, me sentí muy triste y también Raquel. —Raquel volteó su rostro avergonzada después de escuchar las palabras de Noa.
—Lo siento, no se volverá a repetir. —Orien les dijo. Y la verdad, también le sentó mal mentirle a quienes consideraba sus amigos, pero, de cierta forma el pasado le impidió hablar. Que le cuentes a alguien sobre lo que te sucedía y que no te creyera y sobretodo que te llamara mentiroso, dejaba marca y en Orien era una enorme marca.
Después de esa conversación en donde todos hablaron de como se sentían, regresaron a sus recámaras. Orien abrió la habitación 312 con su llave y después de entrar cerró la puerta sin hacer tanto ruido. Encontró a Darién dormido sobre su escritorio, tenía un libro bajo su cabeza, pero, cuando Orien se acercó vio que era una libreta de dibujos.
—Interesante, le gusta dibujar—, Orien le quitó la libreta y Darién no se despertó a pesar de que Orien lo tomó sin nada de delicadeza. —Tiene un sueño tan pesado. Veamos—.
Mientras Orien pasaba hojas, observando el arte de Darién, tenía buena técnica y lo hacía bastante bien. Se halló un dibujo de él, Darién lo había dibujado y no una, sino varias veces y eso le hizo sentir un extraño escalofrío.
—Está loco, ya lo noté. —Dejó la libreta sobre la cabeza de Darién y se subió a su cama para dormir.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 46 Episodes
Comments
Alicia Salamanca Hernández
que piensa después de que vió los dibujos 🤔🤔
2025-02-07
1
Rous
Esta gente no se ducha antes de dormir jajajaja
2024-10-13
4
Melisa Saenz ortiz
no sé pero son niños de 8 y diez años está bizarro lo siento me gusta la novela pero que le pongas morbo o picardía a ellos de niños no me cuadra
2024-05-05
10