Mago de dos elementos

 Después de esa repuesta el príncipe heredero solamente siguió leyendo y le explicaba una que otra cosa a Orien, quien también estaba muy atento y curioso, tanto así que buscó su silla y se sentó al lado del príncipe heredero.

Y por lo que el príncipe heredero iba explicando, Orien comprendió más cosas de ese mundo. El dios de luz, junto a la diosa del amor y el dios de la naturaleza, crearon el mundo, uniendo sus magias y creando el planeta y luego formaron a cada especie con un núcleo y barro.

La diosa del amor le dio a la humanidad y todas las bestias el regalo de convertirse uno en cuerpo y alma, dicha unión dejaría una marca en forma de tatuaje, parecido a patrones mágicos.

Por lo tanto, la magia era un elemento importante y por esa razón los que no poseían magia eran vistos como los más bajos y fueron alejados del imperio, abandonados en Ziri. Y no solamente era así en Goren, sino que en todas partes.

Orien después de escuchar toda la crueldad y lo mucho que habían sufrido los que no tuvieron magia a lo largo de los siglos, sintió tristeza y pena. Y hasta el momento presente, se seguían rechazando a los que no tenían magia.

—¿Estás despierto?—, Orien asomó su cabeza y no escuchó respuesta de Darién. —¿Duermes?

—¿Qué quieres?—, Darién por fin respondió, solamente que su tono era algo sin ganas.

—¿Por qué se puso rubio tu cabello y cuándo volverá a la normalidad?

El príncipe heredero suspiró, se había olvidado de eso por bastante tiempo y Orien le había hecho acordarse de su desgracia.

—Es algo que me pasa algunas veces, no se la razón. Solamente pierdo el azul de mi cabello y cuándo está rubio, mi magia de hielo se debilita—, él explicó aburrido.

—¿Antes de venir a la academia ya usabas magia? —Orien se giró de costado para observar mejor a Darién.

—Sí, desde los ocho años puedo usar magia perfectamente. Y justo ahora soy un mago de hielo de nivel dos y en la magia de transporte soy nivel cuatro. —Orien abrió los ojos como plato, sorprendido por lo avanzado que estaba Darién. —La prueba de revelación fue mi tercera revelación en total, la primera magia que revelé fue la de transporte y hace poco adquirí la de hielo. —Darién explicó, dejando más confuso a Orien.

—¿Qué le sucede a tu núcleo si tienes dos elementos?

—Adopta otro color, puede ser una mezcla entre los dos elementos, o también un color extraño y ya. —Él se removió un poco en la cama. —Se puede tener muchos elementos, y uno de los que tiene tantos elementos, en total diez, es el dios de la luz.

—Pensé que solamente tenía un elemento. —Orien dijo.

—Solamente lo dicen de esa manera, porque siempre usa esa magia más que las demás, al igual que la diosa del amor o el dios de la naturaleza. En cambio a los humanos se les llama por la cantidad de elementos, mi otro elemento es un secreto, así que, solamente soy un mago de hielo de nivel uno.

—O sea, mantienes escondido tu nivel en la magia y cuántos elementos posees ¿Tienes enemigos?

—Soy un niño, él que tiene enemigos es el emperador y como su heredero soy el que seguirá su legado, así que, supongo que no quieren verme convertido en emperador, en conclusión quieren el trono. —Darién explicó y él se quedó fascinado, se suponía que ese niño era un mimado, sin embargo, Darién parecía más bien fingir ser de esa manera.

—¿También tienes esa actitud por esa razón?

—No tengo ninguna actitud diferente, solamente intento ser como todos los niños. —Orien asintió mientras cerraba los ojos.

—Buenas noches.

—Igual. —Le respondió Darién.

Orien se despertó temprano y para poder despertar a Darién tuvo que jalarlo de las piernas y hacerlo caer al suelo.

Después de que él se alistará tuvo que esperar por obligación a Darién, quién le había dicho que le debía un favor, cosa que Orien no recordaba. Sin embargo, lo esperó pacientemente y luego ambos salieron juntos.

Y cuando llegaron al edificio de los de primer año, se dividieron, ya que; cada uno iría a una aula distinta.

Orien se sentía muy energético, aún no sabía la razón, pero, ese día iba a ser el mejor y nadie lo iba a arruinar. Así que, cuando vio el pie de uno de los perros de Arthur frenando su paso, no dudo en pisarlo mientras lo veía con ojos de malicia.

—¿Qué crees que haces? —Él arrebató su pie debajo del de Orien y Orien con una brillante sonrisa respondió sin nada de remordimiento.

—Pisando cosas sin valor ¿Y tú? —Arthur le brindó una mirada molesta y él lo sintió, sin embargo, ignoró los ojos del noble.

—¿Quieres pelear?

—¿Estás listo para besarme los pies? —Orien lo enfrentó más y ya estaba preparando sus bolas de fuego, cuando el carraspeo de garganta de Sebastián los interrumpió.

—Todos a sus asientos—, Orien se dirigió a sentarse en el lugar de siempre. —Como saben, cada año tiene tres periodos ¿Se los expliqué antes, cierto? Bueno, cada periodo son tres meses y en esos tres meses si sus notas son menores al 70% que se requiere serán expulsados de la academia, pero, pueden tener una segunda oportunidad si en menos de dos semanas llegan al porcentaje necesario. Y casi estamos a mitad del primer mes y solamente Orien y Arthur están en el 30%, obviamente les queda dos meses, pero, desde hoy les va el aviso.

Después de ese aviso y también esa información que sorprendió solamente a Orien, ya que, los demás al ser nobles se la sabían. Sebastián continuó con su clase.

—Hoy aprenderemos a hacer los patrones básicos del nivel uno de la magia de fuego, mientras más avancen comprenderán como funciona estos patrones y no necesitarán escribirlos en una superficie para realizar la técnica que quieran hacer, y también sabrán crear sus propios patrones.

Y así siguió la clase, con Sebastián dando muchas explicaciones sobre los patrones mágicos y como debían hacerlo para que la técnica saliera perfecta.

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