Amigos.

Matthew, ese era el nombre del barman, quien le había dado empleo a Orien. Le mostró una pequeña habitación, con el espacio suficiente para una cama y una mesa de noche, ahí era donde le permitió quedarse. Antes de mandar a Orien a dormir, él le dio algo de cena, pan y chocolate.

Orien durmió y al día siguiente empezó su primer día de trabajo. Primero comenzó limpiando las mesas, luego barrió el piso, y después con un trapo mojado limpió el suelo, exprimiendo en una cubeta y remojando nuevamente.

Lo único malo o difícil, fue la condición de su cuerpo. A cada segundo sus huesos dolían y sentía dolor de cabeza pero, siguió su labor sin parar.

—Toma un descanso. —Matthew lo llamó y Orien se sentó frente a la barra. Dentro del local había solamente dos clientes. —Es para ti. —Orien aceptó con gusto la comida y empezó a comer.

—Señor Matthew ¿Sabe dónde puedo conseguir pócimas?

—En las subastas. Hablando de eso, dentro de poco habrá uno. De aquí a una dos semanas supongo. ¿Para que necesitas esa información?

Matthew arqueó una ceja, curioso por saber los pensamientos de ese niño frente a él.

—Necesito muchas posiciones, estoy en la academia como bien sabes.

—¿De donde sacarás el dinero? —Orien sonrió y se tapó la boca con la mano.

—¿No me pagarás? —Miró a Matthew con los ojos llorosos , fingía bastante bien.

—El dinero que te voy a dar, no es mucho y para participar en una subasta deberías ser alguien con muchas tierras o por lo menos un noble con buena estabilidad.

Orien asintió y siguió comiendo.

Durante el tiempo que permaneció fuera de la academia se hizo cercano a Matthew, así que, le dijo que regresaría aunque no estuviera suspendido, y Matthew en broma le dijo que, le daría trabajo el día que se aparecía.

Ya la habitación estaba remodelada, al parecer habían vuelto a hacer las paredes, por la rapidez supuso que lo hicieron con magia, específicamente un mago de tierra.

Los dos se encontraron frente a la habitación, y Orien se sorprendió al ver la apariencia del príncipe heredero.

—¿Qué le pasó a tu pelo y ojos? —El príncipe heredero intentó taparse más con la capucha—, ¿Por qué te avergüenzas ahora?

—Cállate, no sabes nada. —Al parecer al príncipe heredero no le gustaba ser rubio y que sus ojos fueran azules.

El príncipe heredero entró primero en la habitación, Orien ingresó después de él. Observó como el príncipe dejaba la maleta con sus cosas al lado de su mesa de escritorio.

«Ahora que lo pienso debí comprar ropa». Orien solamente llevaba puesto la ropa que Matthew le había dado, además, se olvidó traer su uniforme.

—Toma—, Orien miró el saco colorido que el príncipe heredero le pegó en el pecho. —No es nada, solamente es algo que ya no voy a usar, me queda chico y no tengo hermanos pequeños.

Orien abrió el saco y se encontró prendas nuevas, por lo que, curveó sus cejas algo confuso.

—Gracias princesa, pero, no deberías dar una excusa tan mala. No te iba a rechazar el regalo de todas formas. —Él lo dijo para molestarlo pero, cuando vio que el príncipe heredero en vez de responder se sonrojó, Orien abrió la boca sin poder creerlo. —¿En serio me estás dando un regalo?

—Cállate, y ya somos amigos. Así que, tienes que aceptar todo lo que te dé. —Se tiró a la cama y le dio la espalda a Orien.

¿Qué esta pasando?, se preguntó Orien mientras se sentaba en su cama observando la espalda del príncipe heredero. ¿Somos amigos por qué tú lo dices?

Al día siguiente Orien se quedó varios minutos viendo su figura en el espejo. Todo el vestuario era demasiado lujoso, ¿En serio debería ir así a clases?

—¿No es apretado? —El príncipe heredero se acercó mirando a Orien de arriba abajo, examinando como le quedaba. —¿Qué le hiciste al cuello? —El príncipe heredero le arregló el para él. Y Orien se quedó aguantando la respiración. —¿Tienes fiebre? Estás rojo.

—No, estoy bien—, se alejó del príncipe heredero. ¿Qué había sido eso?, pensó mientras tomaba su libro de magia. Hasta eso el príncipe heredero le había traído, el anterior se había quemado. Eso le sentó mal, ya que, era un regalo de Thomas, su padre.

—¿Seguro? ¿Tu enfermedad no puede ser curada?

—No lo sé, pero, la magia lo retiene un poco creo. —Orien salió y fue a clases.

Cuando Orien entró al aula, Arthur y los demás se fijaron en él. Lo que de cierta forma lo puso incómodo con todas esas miradas.

—¿Has robado o a quien le hiciste de perro, para que te dé esa ropa costosa? —Sebastián, el maestro, aún no había llegado. Orien desde la puerta solamente ignoró el comentario y fue a su rincón de siempre.

—¿A quién crees que ignoras? —Le siguieron y se pararon a su alrededor, haciendo que Orien desde su asiento se sintiera más chiquito de lo que era. —No entiendo como no estás en prisión, casi mataste al heredero al trono.

—Sí y ahora tengo ganas de matarlos a ustedes. —Arthur se puso más enojado y estampó su mano en la mesa. Se acercó al rostro de Orien y le dijo. —Tus bolas de fuego no son nada, pronto también las podré usar, es lo básico.

—Pero no puedes hacer lo básico todavía—, Orien se ríe haciendo que ellos se molestaran.

—Mira maldito sucio—, uno de ellos, el mismo de la otra vez sostuvo su mano con fuerza, tanto así, que lastimaba la muñeca de Orien.

—Oh, tú de nuevo, ¿Eres el perro favorito de Arthur? —El niño levantó su mano para pegarle, pero, llegó Sebastián y los interrumpió

—¿Qué están haciendo? Hoy tengo dolor de cabeza y no puedo hablar tanto, todos a sus asientos.

Cuando los demás volvieron a sentarse, Orien miró su muñeca enrojecida y la frotó con suavidad.

La clase empezó con Sebastián explicando varias cosas sobre la magia, se centró principalmente en el núcleo, les habló de su funcionamiento y como actuaba en cada mago elemental. Un mago de fuego tenía el núcleo dorado y era como un motor que giraba en círculos, todo el maná venía almacenarse dentro y le hacía girar. Sin embargo, si no absorbieran maná, este estaría estático y solamente permanecería dorado.

Luego llamó a cada uno al frente para ver si estaban absorbiendo maná, Orien y Arthur estaban bien, ya que, su núcleo giraba con fuerza, aunque el de Orien más.

—Gray, estás absorbiendo pero, es muy poco, esfuérzate más. —Es el que le había sostenido la muñeca antes a Orien. Él soltó un suspiro algo triste.

Y los otros dos estaban estáticos, Sebastián los regañó por vagos, ya que, no estaban haciendo nada de esfuerzo.

Luego les anunció algo importante. El siguiente mes habrá un enfrentamiento contra la academia del reino de Glassus, era el reino de donde venía la princesa Diane. Cada clase tendría un enfrentamiento, más los de primer año, para ver los talentos que las academias obtuvieron, así que, deberían entrenar bastante.

Aunque los dos reinos tenían una muy buena amistad, el imperio Goren debía demostrar el porqué eran el único imperio del continente.

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Comments

Alicia Salamanca Hernández

Alicia Salamanca Hernández

ere uno de los mejores para la competencia con otra institución 😌

2025-02-07

1

Alicia Salamanca Hernández

Alicia Salamanca Hernández

jajajaja jajajaja Orien te ves muy bien jajaja 😂😂

2025-02-07

1

moon 1

moon 1

oh, que está pasando aquí /Sly/

2025-01-28

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