...BAMBI...
Nikolay me llevo hasta mi habitacion en esa casa y con cuidado me recosto sobre la cama.
— Hubiera estado mejor si al cuidado lo tenias cuando me estabas golpeando como un maldito animal.
El ruso no me contesto, solo observaba como intentaba acomodarme con el fin de que mi cuerpo doliera menos. Baje mi cabeza por un segundo y habia desaparecido. Recorrinla habitacion con mi mirada pero no lo encontre por ningun lado.
Sin animos de nada me recoste en la cama y cerre mis ojos. El cuerpo me dolia como los mil demonios y como si fuera poco mi corazon estaba hecho pedazos.
Un frio y ardor comenzo a sentirse en mi labio lo cual provoco que abriera casi al instante mis ojos encontrandome con Nikolay curando mis heridas.
— ¿Que haces?
— Creo que es bastante obvio lo que hago.
— No me toques — Dije alejando su mano.
— Para de ser tan testaruda.
— ¿Como se supone que debo actuar? ¿Primero me secuestras, me golpeas, me maltratas y ahora debo sentirme agradecida porque tratas de arreglar lo que tu solo rompiste?
— No me interesa arreglar nada Petrucci — Dijo tirando el algodon a un lado — Solo desinfecto una herida que yo no cause y que sangra como los mil demonios.
— Ahora no te haces cargo que porque tu no ocasionaste la herida — Rei por lo bajo. Vi como su mandibula se tensaba — Tus hombres responden s lo que tu dices, tu diste la orden de que me golpeen, tu eres igual de culpable que ellos.
— Ya veo — Rio mirandome— Realmente crees que me interesa que alguien haya dañado tu impecable rostro de principessa italiana, pero me da absolutamente igual, tu, tu familia, tu prometido. — Dijo mientras spretaba con fuerza mi muñeca— Esto que tu estas pasando no se compara al infierno por el que yo tuve que pasar culpa de tu maldito padre — La voz de Nikolay se volvio oscura, estaba sintiendo miedo. Trague en seco intentando zafarme de su agarre.
— Sueltame de una vez maldito psicopata— Me aleje de el una vez que logre quitar su agarre.
— Ya te lo dije Petrucci, soy lo unico que tienes aqui. Entonces amoldate y cambia tus actitudes, no te conviene tenerme de enemigo.
— Como si te importara una mierda sobre mi
— En eso tienes razon, me importa poco y nada, pero tampoco tengo ganas de tener que lidiar con una niñita mimada con problemas de autoestima.
Nikolay salio de la habitacion antes de que pudiera decir algo, dejandome con mil cosas en la cabeza. Estaba confundida por su actitud, primero me golpeaba y luego venia en su papel de medicucho trucho a curar mis heridas. Y como si fuera poco lo que sucedió hace unos dias en su despacho, mentiria si dijera que no se reproducia en mi cabeza la mayor parte del tiempo.
Pero estaba mas que claro que era su manera de actuar, le gustaba ser admirado por quien lo rodeada pero no era capaz de demostrar ni la mas minima pizca de empatía.
Como pude me sente en la cama y comence a sacarme la ropa, necesitaba un baño urgente. Con ayuda de los barrotes me puse de pie y camine hacia el baño. Las lagrimas no tardaron en aparecer, me sentia debil, me sentia sola, me sentia frustrada porque no podia hacer nada.
Lo único que quedaba era comunicarme con mi padre y solo me faltaban las ultimas codificaciones. Era mi ultima esperanza.
Sin dejar de llorar jabone todo mi cuerpo y solo coloque mi ropa interior, lave la ropa que habia usado y volvi hacia la cama acostandome y tapandome. No queria saber nada con nadie, al menos por hoy.
Debía recuperarme, solo quedaban dias para salir de aqui.
...NIKOLAY...
Me desperte en la habitacion con tres mujeres desnudas rodeandome. Observe mi alrededor todo habia sido un puto desastre, boteelas de slcohol y ropa eran protagonistas de la escena. Dil un golpe en seco en uno de los muebles provocando que aquellas zorras despertaran.
— Fuera — Espeto ingresando al baño.
Jabone mi cuerpo recordando todo lo que habia sucedido el dia anterior. Bambi se vino a mi cabeza, me preguntaba que estaria haciendo en este momento y si aun seguiría adolorida. La parte racional de mi cerebro volvio a tomar peotagonismo golpeandome por siquiera pensar en aquello. Habia algo en Bambi que me atraia, pese a su aspecto inocente e introvertido no se quedaba callada y lograba enfrentarme hasta en los peores momentos. Mentiria si dijera que eso no me encendia. Pero de una u otra manera Bambi era prohibida para mi, no me relacionaría con escorias como los Petrucci tarde o temprano te traicionarian.
Coloque la toalla alrededor de mi cintura y sali de la bañera. Me coloque unos pantalones de vestir y una camisa ma cual no abotone.
Casi sin pensarlo baje rápidamente en busca de mi cafe, seria un dia pesado y necesitaba tener energia para no romperle la cabeza a nadie ante la mas minima molestia.
— Xavier baja a Petrucci y llevala a mi despacho — Dije al ver pasar a mi mejor amigo quien solo asintió.
Cerré mi camisa y fui directo a mi despacho a preparar unas entregas que harian mis hombres hoy.
A decir verdad el trafico de drogas no me parecia el mejor negocio al menos para mi. Pero era otro ingreso y necesitaba ampliar todo mi imperio, aun recuerdo como todos aprovecharon la muerte de mis padres para quitarme lo poco que me quedaba. Pero ya no era asi, yo ya no estaba en esa situación y quien intentara aprovecharse de mi terminaría con un disparo entre ambos ojos.
El movil sono sacandome de mis pensamientos.
— Hable — Dije al tomarlo — Es en el puerto que esta a una esquina de ese galpon — Masajee mis sienes sintiendo como mi paciencia se iba desvaneciendo — Asegurate de que todo llegue como lo planeamos, de no ser asi mata a todo el que se te cruce.
Tire el movil hacia el sofa pero este reboto y cayo al piso. Bufando me agache y lo tome.
— Señor.
Uno de mis hombres ingreso empujando a la italiana dentro del despacho.
Nikolay Mogilevich
Bambi Petrucci
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