Capitulo 9

...BAMBI...

— No intentes nada raro Petrucci, porque primero no lo lograras, segundo antes de que lo intetes estare cortandote la cabeza.

— Si como sea ruso, solo dame el computador.

Nikolay salio del asiento que estaba frente a tres grandes pantallas, dejandome ver aquellos famosos codigos. Ya con el inicio de estos podia ver que eran codigos creados por profesionales. Comencé con mi trabajo intentando decodificar aquello, pero solo saltaba error.

— Mierda — Susurre para mi misma. La respiracion pesada del ruso se oyo detras de mi. Rode mis ojos.

Estaba casi segura que detras de estos codigos estaban los marroquies, eran los unicos que tenían la tecnologia para crearlos. Pero aun asi no podia probar aquello que estaba diciendo.

— Estos codigos los vi hace unos meses atras. A Alessandro le sucedio lo mismo, puedo casi asegurarte que se trata de los marroquies. Pero no tengo manera de probartelo.

— Entonces no me sirve Petrucci, fracasaste.

— Eres un molesto. Deja que me encargue de esto, prometo no hacer que exploten tu casa.

— No te encargaras de nada.

— ¿Entonces para que cojones me pides ayuda?

— Estoy buscando eficiencia para acabar rapido con esto. Tu no me estas ofreciendo eso.

— Se trata de la mafia marroqui. Tienen toda la tecnologia encima. Vengo estudiando estos codigos hace meses pero no logro decodificarlos aun.

— Fracasaste Petrucci.

— Muerete.

Sali de aquella habitacion intentando controlar mi respiracion y las ganas de golpear al ruso. Sabia que saldria perdiendo si lo hacia delante de sus hombres.

Camine hacia la habitacion en la que me encontraba hace unos minutos atras sintiendo como me seguian por lo menos cinco hombres. Al llegar azote la puerta en sus caras y decidi recostarme tratando de relajarme para asi calmar las puntadas en mi cabeza.

Me preguntaba que estarian haciendo mis padres y Alessandro. Si estarian buscandome, si vendrian por mi. Un nudo se formo en mi garganta y mi abdomen dolio en los lugares en que estaba golpeado. Me senti asqueada por mi aspecto y por como me sentia. Debia escapar de esa sensacion. Recorri la habitacion con detenimiento. Estos dias solo me dedique a protegerme de quien sea que se acercara a mi, luego de aquella paliza no confiaba en nadie que estuviera a metros de mi. Vi dos grandes ventanales que daban al frente de la casa el cual estaba rodeado de hombres armados. Observe como Nikolay guiaba a sus hombres, mentiria si dijera que aquel hombre no era apuesto, pero se volvia el ser mas despreciable de la tierra por el simple hecho de ser un gilipollas.

Continue recorriendo la habitacion, me adentre en aquel baño que estuve usando estos dias, pero como habia visto en un principio no tenia absolutamente nada para que pudiera higienizarme.

Decidida a buscar lo necesario para tomar un baño me dirigi hacia la puerta y gire el picaporte, pero la puerta no se abrio. Intente nuevamente y nada sucedió. Me habian encerrado.

Esto debia ser una puta broma.

Comence a golpear sin detenerme sobre la puerta que se encontraba frente a mi. Pero todos pasaban de mi o eso es lo que interpretaba. Me dirigi hacia la ventana y la abri viendo que Nikolay se encontraba hablando con uno de sus hombres.

— Ruso de mierda — Grite ganandome la atención de todos. Vi como el hartazgo se hacia presente en Nikolay. Me daba absolutamente igual — Abreme la puerta.

— No cumpliste con lo que debias. Agradece que te dejo quedarte en esa habitacion y no te encierro en el calabozo. Ahora cierra la maldita ventana y deja de tocarme los cojones.

Los gritos de Nikolay se oyeron por toda la casa. Estaba loco si pensaba que lo dejaría estar y mas siendo que yo estaba de esta manera.

— Estas loco si piensas que me voy a quedar de brazos cruzados. Abreme la puta puerta y cumple con tu trato.

No contesto. Solo me ignoro. Sus hombres me miraban sin emocion alguna.

— ¿Y tu que miras cobarde? — Dije gritandole a uno de los que me habia golpeado. Este solo sonrio — Al menos deja que me higienice, necesito tomar un baño y cambiar de ropa — Pero el ruso volvio a ignorarme.

Ya sin ganas de seguir rogando y con mi cabeza partiendose decidi tirarme en la cama que se encontraba en el centro de la habitacion.

Esto era una pesadilla. Pero por lo menos tenia una cama comoda luego de semanas durmiendo prácticamente en el suelo.

Nikolay me las iba a pagar.

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