Capitulo 3

...BAMBI...

Mi cabeza dolia como los mil demonios. Me costaba abrir los ojos y enfocar la vista. Lo ultimo que recuerdo fue el accidente con Alessandro. Toco mi abdomen recordando los golpes que recibi y me quejo por lo bajo.

— Mierda.

Toco mi frente sintiendo la sangre seca en esta. Observo con dificultad en donde me encontraba. Me encontraba en una pequeña habitación que solo tenia una puerta. Nada de luz natural. Debajo de mi había un pequeño colchón.

Lentamente apoyo una de mis manos en la pared ayudandome a ponerme de pie. Camino algo adolorida hacia la puerta. Doy vuelta el picaporte. Cerrado.

Comienzo a golpear la puerta con mis puños, tratando de llamar la atencion.

— Ayuda — Grite sintiendo mi garganta arder.

Continuo pegando en aquella puerta con mis manos y pies. Pero era imposible. Me coloco en puntitas de pie tratando de observar por la pequeña ventana de la puerta y al instante visualizo que alguien se acerca. Me coloco al lado de la puerta preparandome para golpear a quien sea que se acercaba.

Siento como el cerrojo de la puerta se destraba y un gran cuerpo ingresa. Enseguida estiro mi brazo con intención de golpearlo pero este enseguida toma de mi muñeca tirandome hacia el.

Un rubio de ojos color celestes me miraba sin expresión alguna, por un momento me sentí totalmente indefensa y sin aire. Enseguida me arrastra hasta el pequeño colchon y me tira en este.

Lo fulmino con mi mirada viendo como este se coloca a mi altura.

— Bambi.

Pronuncia mi nombre. Muchas preguntas se vienen a mi cabeza.

— ¿Quien rayos eres y porqué sabes mi nombre?

— La principessa de la mafia siciliana. La prometida de Alessandro Di Santis.

Su mano toca mi cabello pero rápidamente me alejo.

Este recobra su postura y comienza a caminar por la habitación.

— Tu trabajo aquí es muy fácil — Comienza a hablar — Haces lo que te digo, cuando te digo y como te digo. Solo de esa manera te ganarás el seguir con vida.

Mi boca y mi cerebro no conectaban. No sabia que decir pero tampoco sabia que pensar. Y este hombre no me producía confianza para nada.

— ¿Por qué estoy aquí?

— Esperaba esa pregunta. Pero no te adelantes a los hechos, ya te enteraras.

Tres hombres ingresan a la habitación y se dirigen a mi. Casi por instinto golpeo a uno de ellos en su estomago y logro zafarme del agarre de otro de ellos. Salgo corriendo cual fiera fuera de aquella habitación. Mis ojos recorren el lugar tratando de buscar una salida pero solo se trataba de un pasillo. Continuo corriendo ignorando el dolor en mis pies. Pero al llegar al final de aquel pasillo me encuentro con una puerta que se encontraba cerrada. Grito frustrada mientras soy tomada de nuevo por aquellos hombres.

— Sueltenme — Forcejeo pero uno de ellos aprieta mi brazo de sobremanera haciéndome gritar.

Ambos me tiran dentro de la habitación haciendo que raspe mis rodillas. Aquel rubio vuelve a colocarse en cuclillas para quedar a mi altura. Este intenta hablar pero soy mas rápida dandole con mi puño en su garganta. Comienza a toser para luego darme una mirada asesina. Casi por instinto retrocedo pero este me toma de mi cuello apretandolo.

— Estoy intentando ser lo mas comprensivo posible frente a la situacion en la que estas — Dice sobando su cuello — Te pido cooperes.

— Pudrete — Escupo tratando de alivianar su agarre en mi cuello — No pienso cooperar contigo ni con nadie mientras me tengas aqui.

Este solo asiente a lo que le digo y me tira de nuevo a aquel colchon, haciendo que golpee mi espalda y cabeza. Un quejido sale de mis labios.

— No quieres cooperar, no lo hagas. Atente a las consecuencias.

Mi cuello dolía como los mil demonios al igual que mi cuerpo, veo como sale de la habitación seguido por sus hombres.

El rubio tenia un notable acento ruso pese a que hablaba perfectamente el italiano. Intente hacer memoria, sobre enemigos rusos de mi padre pero nada se me venia a la cabeza.

— Piensa Bambi, vamos.

Me sentía fristrada por no saber que era lo que sucedia. Intentaba buscar alguna señal de donde estaba o de tan solo la hora, pero no podia. Estaba encerrada en quien sabe que lugar en completa oscuridad. Mi garganta ardia y la sentia seca. Inspeccione aun mas esa habitación y por lo menos tenia un inodoro y un pequeño lavabo.

Con dificultad me puse de pie y camine hasta el lavabo, di vuelta el grifo esperando que el agua saliera, pero eso no sucedio.

— Me llevan los mil demonios.

Un nudo se formo en mi garganta sintiéndome indefensa. Quería salir corriendo de ahi. Me sacaba de mis cabales no saber nada sobre lo que estaba sucediendo.

Pero no iba a rendirme.

De nuevo me dirigí hacia aquella y comencé a golpearla con todas mis fuerzas solo para llamar la atención. Mis gritos se hicieron presentes retumbando en aquel lugar. Pero nada. Nadie bajaba, nadie daba señales de vida.

Agotada fui hacia el colchón, me sentía demasiado agotada pero no dormiría, no podia hacerlo, no sin antes saber que era lo que tramaba aquel cabrón.

Solo esperaba que Alessandro me sacara de aquí. Y lo mas rápido posible, porque si no iba a enloquecer.

Nikolay Mogilevich

Bambi Petrucci

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Comments

lord ivan

lord ivan

seguro que va a ser absolutamente fascinante

2023-12-09

4

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