El juego de tira y afloja entre Bryan y Baltho continúa y el tiempo pasa y solo quedan risas y gruñidos felices del perro que tiene el trapo en la nariz.
- Baltho amigo, vamos chico, ja, ja, ja.
Baltho ni siquiera hace caso a lo que Bryan le pide y sigue cerrando el telón. Ocurrió una situación curiosa:
Bryan decidió tirar de Baltho a través de la habitación con la tela para ver si lo soltaba y Bryan lo empujó suavemente a través de la habitación y Baltho gruñó, pero no soltó el tira y afloja. Hasta que se soltó, ladró y volvió a agarrar la tela. Y entonces el juego empezó de nuevo y pasó el tiempo hasta que Baltho se cansó y empezó el tira y afloja.
- Está cansado amigo, te confieso que también jugué durante horas al tira y afloja, amigo, mañana podemos repetir la dosis, dice Bryan acariciando el cuerpo de Baltho y recibiendo a cambio cariñosos lamidos en su brazo.
- Mariângela, ¿cuánto tiempo jugamos así Baltho y yo?
- ¿Más a más o más a menos?
- Mamá, hazlo bien si puedes.
- Bueno, querido, ya son casi las seis, te garantizo que pasaste más de dos horas tocando así y no cantaste, pensé que fuiste toda la tarde y toda la noche.
- Baltho y yo nos cansamos al mismo tiempo, similar al dicho popular:
- Que las cosas se parezcan a sus dueños.
- Bueno, Baltho realmente se parece mucho a ti Bryan: cariñoso, obediente y dulce.
- Vaya papá, está tardando, ¿verdad mamá?
- Llegará en breve.
De hecho, Gilberto está tardando porque fue a un restaurante y les compró comida saludable con muchas verduras, frijoles, arroz y mezclas, quería conseguir una porción de lasaña, pero no lo hizo porque con el queso se podía hacer. Bryan tenía náuseas a causa de la quimioterapia, por lo que pensó que sería mejor pedir un pudín de leche de postre.
Ya se dirigía a casa cuando llegó un mensaje de notificación de su novia.
Estaciona para ver:
📱 Ángel Bryan acaba de preguntar por ti,
📱 Amor, ya voy, me detuve a ver tu mensaje en menos de 25 minutos, ya estoy ahí, te amo.
📱 Te estoy esperando, así que yo también te amo.
- Querida, tu padre llegará en 25 minutos, en cuanto llegue nos prepararé la cena.
Esta vez Bryan estaba atacando a Judit, recostado con la cabeza sobre su cuerpo en la alfombra de la sala.
Pronto ven girar la cerradura de la puerta y entra Gilberto con las bolsas del restaurante.
Saluda con un beso a sus joyas más preciadas:
- Chicos, para la cena nos traje muchas verduras y arroz y frijoles y mezclas, hoy opté por pollo asado. Y de postre, pudin, solo que se me olvidó traer el jugo.
- No te preocupes, tuve la idea de hacernos jugo de remolacha, zanahoria y naranja.
- Mmm, este jugo debe estar delicioso, nunca lo he probado, dijo Roberto.
- Y ni siquiera se me pone la piel de gallina con el jugo, mamá.
Mariângela fue acompañada a la cocina por Gilberto y Bryan, quienes sentían curiosidad por este nuevo jugo que iba a preparar.
Toma unas remolachas, las pela, las lava y lo mismo hace con las zanahorias, las naranjas, les quita la piel y las semillas y las licúa en la licuadora para sacar solo el jugo, cuela el jugo de naranja, lava la licuadora, agrega un poco de agua y ralla la remolacha y la zanahoria, agrega el jugo de naranja que acabas de hacer y bate por tres minutos, agrega una taza de azúcar y bate por un minuto más. Cuela el jugo y ponlo en el frasco, tirando a la basura los restos de la comida licuada que no se fueron mucho.
Mientras ella hacía el jugo, Gilberto y Bryan acomodaron la comida en la mesa.
Jugo listo y se saciaron de buena comida y buen jugo y comieron postre.
Mientras comían el pudín, Mariângela sacó a relucir el tema de ir a la finca con Gilberto.
- Gilberto mi amor, necesito ir a mi casa a separar la comida que hay para donar a los necesitados, no quiero tirarla porque es pecado, ¿irás conmigo?
- Sí, lo haré amor, necesitamos ver a qué organización benéfica vas a donar, luego tomaremos todo y lo llevaremos allí. Podemos ir el sábado, ¿qué te parece amor?
- El sábado es genial para mí, mañana busco algunas organizaciones benéficas en línea y me pongo en contacto con ellas para ver si aceptan donaciones.
- Así es amor, puedes enviarme un mensaje de texto. No seas tímido, cuando encuentres la institución no necesitas separarme cuando llegue a casa.
- Así lo haré, amor.
- ¿Puedo ir también al lugar donde nació Baltho? Tengo muchas ganas de ir, papi, por favor.
- Claro hijo, puedes irte, el aire fresco del lugar te hará bien, Bryan.
- Y no os preocupéis, papá, mamá, no olvidaré mi mascarilla protectora.
- Así es, hijo, uno de los vecinos de Mariângela se presentará allí, siempre es mejor prevenir que lamentar, al menos hasta que te den el alta de la quimioterapia.
- ¿Y Baltho y Judit se quedarán aquí?
- Podemos llevarlos si es así, será bueno para ellos, concluye Gilberto.
- Y puede que a julio le falte el lugar.
- Bueno, ahora que la cuestión del lugar está decidida, voy a ordenar la cocina, dice Mariângela levantándose ya de la mesa.
- Yo te ayudaré, dice Gilberto.
- Y me voy a ir a mi cuarto a esperar que baje la comida para poder bañarme. Hoy ya me está dando sueño. Baltho y yo nos divertimos mucho.
- Puedes irte hijo, pero solo báñate después de una hora, no olvides mirar el reloj en la pared de tu habitación.
Bryan sigue las instrucciones de su padre y sube a su habitación con Baltho y Judit justo detrás de él.
Gilberto y Mariângela estaban solos en la cocina, ayudándose y luego pasaron a la sala a coquetear y conversar un poco.
Y en la sala Gilberto y Mariângela hablaron de cómo su jueves estuvo lleno de emoción, para Gilberto la emoción más grande es poder salvar vidas, incluida la de su hijo, y para Mariângela la emoción más grande es cuidar de Bryan a quien ama como a un hijo y estar al lado de Gilberto y sentir sus besos y abrazos.
- ¿Te gusta sentir mis besos y mis abrazos?
-Gilberto la acerca hacia él y la abraza, mirándola a los ojos y la besa intensamente.
Mariângela siente que su cuerpo se suaviza entre sus brazos.
Termina el beso con un beso y:
- Calmémonos amor, no podemos hacer nada que arruine nuestra relación y nos haga arrepentirnos después, le pone un mechón de cabello detrás de la oreja y la mira con muchas ganas, ella entiende lo que quiere decir:
- Esto es lo que quiero cumplir tu deseo de hacer después de la boda, seremos más bendecidos si esperamos el momento adecuado para amarnos.
Gilberto acuerda género, número y grado con su novia, por lo que le cuenta nuevamente su día en el hospital.
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