Después de la desastrosa cena del niño que comió porque tenía hambre, ya estaba harto de la sopa de pollo.
Ven un poco de televisión en la sala, Baltho está acurrucado en el regazo del pequeño Bryan que mira un poco de noticias y duerme. Su padre Gilberto sube a su habitación, deshace la cama y lo lleva en brazos. Baltho se acuesta y los cubre. Él piensa que todo está en su cabeza, pero nota que su hijo está un poco sonrojado, especialmente en sus mejillas y labios.
- Me doy cuenta de que el perrito te hace bien hijo, imagínate cuando conozcas mañana quién fue la niña que me dejó adoptarlo.
Al recordar a Mariângela Gilberto siente que se le calienta el corazón.
"Una muy buena mujer, espero que se lleve bien con Bryan, aunque él no se parecía a ninguna de las otras niñeras, pero a Mariângela Bryan, que es muy selectivo, le gustó enseguida, mañana tu hijo tendrá una sorpresa.
Gilberto se da una ducha un poco larga, por cierto, cuida su higiene y se recorta la barba. Siempre le gustó su perilla bien recortada.
Luego Gilberto se mudó a la cama doble que había sido suya sola durante exactamente dos años, y adquirió la costumbre de dormir en el medio después de la muerte de su esposa. Recuerda a Bruna, la mujer que amaba, también médica y obstetra. El día del accidente, Bruna recibió una llamada del hospital para que volviera porque había llegado una paciente con preeclampsia y era necesario realizarle una cesárea de urgencia, y Bruna es la más experimentada y cualificada para realizar la cirugía sin poner en riesgo la vida del paciente.
Bruna besa a su marido y su hijo coge las llaves del coche y se marcha.
Al cabo de unas horas llama a Gilberto:
📱 Gilberto y Cesaría fue un éxito, madre e hijo están bien, solo voy a tomar un café en la cocina del hospital y ya vuelvo a casa, cuida mucho a Bryan, besos, te amo.
📱 Qué bueno amor, aquí estamos esperándote, nosotros también te queremos.
Fue la última vez que Gilberto habló con su esposa en
Avenida Adherbal Costa Moreira, al llegar a la ciudad, perdió el control del auto y volcó tres veces, muriendo en el acto.
Gilberto termina durmiendo en la sala y alrededor de las dos de la madrugada suena su celular y le resulta extraño el número, pero aun así contesta.
📱¿Eres Gilberto?
📱 Sí, ¿quién es?
📱 Este es el sargento Vinicius Patrezze de la Policía Militar.
📱 Ya conoces a la señora Bruna Paola.
📱 Sí, ella es mi esposa, ¿qué le pasó?
📱 Tuvo un accidente en la Avenida Adherbal Costa Moreira, su auto volcó varias veces. Ven aquí inmediatamente.
📱 Está bien, voy a buscar mi auto y me voy.
Al llegar al lugar del accidente, Gilberto recibe la peor noticia que pudo recibir. Bruna falleció en el lugar del accidente.
Llama a su hermano, quien le ayuda a liberar el cuerpo para el velorio, ya que Bruna no tiene familiares vivos en la ciudad.
Luego del velorio y entierro de su madre, Bryan, quien respondió bien al tratamiento contra el cáncer, dejó de responder y lleva dos años enfrentando esta pelea con su hijo, en ocasiones mejora y al cabo de un tiempo su enfermedad empeora.
Gilberto se queda dormido pensando en su esposa y sueña con ella.
- Gilberto, es hora de que sigas adelante, ama, cuida a Bryan, encuentra una mujer que te ame y ame a mi hijo. Necesita el amor de una madre.
- Cariño, si hago esto, traicionaré la lealtad que tengo por tu memoria.
- Por eso morí, pero estás viva, mereces una oportunidad de ser feliz y volver a amar.
- Bryan se recuperará de la leucemia, la idea del perro fue espectacular.
- No me seas fiel, memoria mía, te liberaré Gilberto, vuelve a amar y sé feliz, solo así podré descansar en paz.
Gilberto se despierta sobresaltado a las cuatro de la mañana y ya no duerme.
Piense en Bryan, necesita una figura femenina joven que lo comprenda y lo ame, y Mariângela es la más indicada para hacerlo.
Como no durmió después del sueño, Gilberto se ducha, se pone su mejor perfume y se pone su mejor ropa y espera que pasen las horas antes de despertar a su hijo, que tiene una sesión de quimioterapia a las ocho.
En el momento justo, Gilberto despierta a Bryan, quien se ducha y se prepara emocionado para ir al médico.
- Hijo, veo que hoy estás emocionado y de buen humor.
- Sí, papá, mamá, dijo que me voy a curar de la leucemia, vino a visitarme en un sueño y me dijo que deberías buscar a alguien y ser feliz, papá, no deberías estar solo.
Y no te preocupes, lo aceptaré si tienes novia siempre y cuando me guste.
Gilberto siente la piel de gallina en todo el cuerpo, no esperaba que su hijo soñara con su madre y ella le diría eso.
- Bueno cariño, si encuentro novia te la presentaré, creo que es muy pronto para pensar en romance.
- Papá, ya han pasado dos años desde que mamá se fue, no es pronto para pensar en ello.
Gilberto recoge a su hijo y lo lleva al hospital para recibir una sesión de quimioterapia, para su sorpresa la Dra. Aline dijo que los análisis de sangre de Bryan son excelentes y que solo tendrá dos sesiones más de quimioterapia y será dado de alta, pero es importante que se someta al menos al principio a un hemograma cada mes.
Fue la mejor noticia que Gilberto pudo recibir.
Al final de la sesión, el hijo estaba listo para irse a casa y salió de la sala de quimioterapia preguntando.
- Papá, vamos a comer, quiero pan de queso y un buen vaso de zumo de naranja natural.
- Está bien hijo, ¿qué te parecen 10 panes de queso con jugo de naranja natural, solo uno es muy poco y no te quita el hambre?
Salen del hospital y Gilberto va a una panadería a comprar pan de queso para su hijo y jugo de naranja, que el niño devora en minutos.
- Gracias papá, ahora podemos irnos a casa y quiero jugar con Baltho.
- Este perro te hizo mucho bien, ¿verdad Bryan?
- Papá, tengo aún más ganas de correr y jugar.
- Pero me debes la entrevista con Mariângela, ella me gustó y ella será la niñera que cuidará de mí.
- Sí, y muy bien, ella es enfermera pediátrica y podrá darte el medicamento.
- Genial, tendré mi propia niñera enfermera, solo espero que no use bata blanca, no me gusta ese color.
-Puedes dejar a tu hijo si no te gusta la bata blanca que no usará.
- Genial papá, entonces vámonos a casa.
Gilberto sube al auto con su hijo y juntos regresan a casa.
Tan pronto como estaciona el auto, Bryan abre la puerta corriendo y sale hacia el portón, apresurándose a su padre:.
- Vamos papá, quiero jugar con Baltho.
- Tranquilo hijo, ya me voy, déjame cerrar el auto.
"Este niño ha estado muy activo desde ayer cuando le regalé a Baltho, el cachorrito le hizo mucho bien".
Gilberto abre el portón y la puerta y Bryan corre hacia Baltho quien ve llegar a su amigo y va a su encuentro ladrando y festejando.
Llegaron alrededor de las diez menos cuarto de la mañana y Gilberto esperó la llegada de Mariângela.
Mariângela iba camino a la casa del médico y estaciona su auto detrás del de él.
"Bueno, él está en casa"
Cuelga, cierra el coche, se acerca al intercomunicador y llama.
- Listo
- Gilberto y Mariângela Llegué para encontrarme con Bryan.
Gilberto abre la puerta y se dirige al portón, queriendo sonreír pero conteniéndose.
- Hola Mariângela, es un honor para mí recibir
- Mira, como te prometí, no vine con bata blanca.
- Sí, Bryan le tiene terror al abrigo.
- Vamos, entremos. Bryan está jugando con Baltho en su habitación. Entra, siéntete libre, siéntate, te llamo.
Gilberto sube las escaleras, va al cuarto de su hijo y lo llama.
- Bryan, te tengo una sorpresa abajo, baja y trae a Baltho.
Bryan acompaña a su padre con el perro en su regazo.
- Papá, ¿dónde está la sorpresa?
- Aquí en la habitación, mira con atención.
El niño mira en el sofá y ve sentada a la chica que tanto le gustaba en la foto, pone a Baltho en el sofá y corre a abrazarla:
- Mariângela viniste.
Mariângela recibe el abrazo del niño y le devuelve el abrazo. Ella no esperaba esta reacción del chico. A él realmente le gustaba ella.
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