Gilberto llega a su casa en el barrio Bom Retiro en Jarinu, estaciona el auto, toma el portabebés y entra a la casa, su hijo estaba al cuidado de su vecina.
- Lourdes, ¿cómo se portó?
- Muy bien, señor Gilberto, es un chico dulce, no tengo quejas de él. Comió y ahora le di leche y galletas y él también se las comió.
- Gracias Lourdes por cuidarlo por mí.
- Siempre que me necesites, vivo al lado.
Lourdes se despide de Bryan con un beso en la cara.
- Hasta luego, angelito.
- Hasta pronto Lourdes, gracias por quedarte conmigo.
- Yo y yo te agradecemos por hacerme compañía.
Lourdes es acompañada por Gilberto hasta la puerta y el niño nota la caja de envío que sostiene su padre.
Gilberto cierra la puerta y se vuelve hacia su hijo.
- Bryan, tengo un regalo y creo que te gustará.
Gilberto abre el transportín y saca al enorme perro.
- Este es Baltho, será tu mejor amigo y te ayudará a recuperarte, hijo mío.
- ¿Papá por Todos Santos me regalará un perrito? ¿Es realmente mío?
- Sí, Bryan, él es tuyo, mi amor.
Gilberto le entrega Baltho a su hijo, quien recibe muchos lametones de su nuevo amigo.
- Baltho, te prometo que estaré bien y pronto saldremos a caminar por la calle, te lo prometo.
Gilberto notó una evolución en su hijo y se dio cuenta de que está muy feliz con su nuevo amigo.
- ¿Dónde lo buscaste, papá?
- En el barrio Chácara Quatro A, en una pequeña finca con una muchacha muy simpática y viuda, vive sola con la madre de Baltho Julio.
Gilberto saca su celular y le muestra la foto a Bryan y para su sorpresa al chico le gusta Mariângela.
- Papá, si está sola puede venir a cuidarme, podríamos hacernos compañía, ¿qué te parece?
- ¿Te gustó, hijo?
- Sí, parece simpática, podemos programar una entrevista con ella y yo también le agradaré.
Todo salió mejor de lo que Giberto esperaba, iba a hablar con su hijo sobre Mariângela sobre lo que pensaba de tenerla como niñera y ni siquiera hizo falta decirle nada, al niño le gustó en una foto y la vio en persona, él la amará.
- Muy bien joven, luego le mando un mensaje para programar un día para conocerte, Mariângela te gustará, es muy dulce y amable.
- Seguro que me gustará papá, ahora déjame sola con Baltho, quiero disfrutarlo.
Gilberto va a la oficina, toma la tarjeta de Mariângela y le envía un mensaje:
📱Mariângela, le mostré tu foto a Bryan y le gustaste, ¿podemos programar un día para encontrarnos?
Mariângela escucha la notificación del mensaje en su celular y va a revisar, para su sorpresa es Gilberto y responde rápidamente.
📱 Claro, Gilberto, ¿qué piensas de mañana?
📱 Mañana está genial, vivo en el barrio de Bom Retiro, te paso la dirección.
La Rua João Pedro Ferraz sin número es una casa con puerta blanca.
📱Mañana como a las 10 am, ¿Gilberto está bien?
📱 Sí, Mariângela genial, nos vemos mañana
📱 Nos vemos mañana.
Mariângela no podía creer lo que estaba pasando, a Bryan le gustaba y tenía una entrevista programada para mañana, muy feliz.
Busca una alternativa para ir al barrio de Bom Retiro, para su sorpresa Rua. Está a trece minutos de su casa y mañana estaría en casa de Gilberto a la hora prevista para encontrarse con Bryan.
Gilberto regresa a la sala y ve la escena más hermosa en el sofá, Bryan y Baltho están durmiendo y nota que su hijo se sonroja más.
- Vaya, el nuevo amigo le hizo bien a mi hijo y no lleva ni media hora aquí.
Gilberto sale a guardar el auto en el garaje, convencido de que adoptar al perro era lo mejor que podía hacer.
Mañana tenía cita con Mariângela y podrá presentarle su pequeño tesoro y está convencido de que ella será la mejor niñera para su hijo, es enfermera pediátrica y podrá cuidarlo. Dale el medicamento a tu hijo y podrá trabajar tranquilo.
Guarda el coche en el garaje y regresa a casa.
- Iba a darle la gran noticia a Bryan, pero mañana duerme bien, diré sorpresa.
Gilberto, quien tuvo que prepararle una comida ligera a su hijo, preparó caldo de pollo, es lo único que sabe hacer.
"Quizás Mariângela tenga un menú mejor, mi hijo debe estar harto de esta sopa que hago"
- Mañana lo descubriré.
Pone los ingredientes, la pechuga y las verduras, en la olla a presión para que se cocinen.
- No soy bueno cocinando, pero al menos sé hacer esta sopa.
La sartén empieza a presionar rápidamente y él fija el tiempo. Al rato suelta la presión, agrega los fideos caldosos ya cocidos, tiene la costumbre de hacer esto porque si junta todo se quema, sazona con condimentos naturales y deja hervir un poco.
La sopa de tu hijo está lista y se va a descansar un poco y termina durmiendo en el sillón del salón.
Alrededor de las siete de la noche se despierta y Bryan lo llama y le dice que tiene hambre.
Gilberto toma la sopa, la pone en un bol y la calienta en el microondas.
Se lo entrega al hijo que se queja:
- Papá, ¿sopa de pollo otra vez? Ya me estoy cansando de la sopa de pollo.
- Lo siento, hijo, es la única sopa que sé hacer.
- Espero que Mariângela sepa cocinar porque usted, padre, con todo mi respeto, está dejando que desear, pero voy a comer, estoy feliz de que me haya dado Baltho y tengo mucha hambre.
El cachorro realmente le hizo bien a su hijo, siempre es un caballo de batalla para lograr que coma y ahora tiene hambre. De esta forma se recuperará rápidamente de la leucemia.
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