Gilberto trabaja en el hospital tranquilo sabiendo que su hijo tiene el apoyo de una mujer increíble, y que mujer, es muy difícil que a Bryan le guste alguien de inmediato, pero con Mariângela fue diferente y cualquiera que supiera tratar con su hijo y Ámalo en tus miedos, gana puntos con él.
La diferencia entre Mariângela y las otras nueve que probó antes es que Mariângela es cariñosa y se nota en sus ojos, es enfermera, lo cual es otro punto para ella, y aceptó no usar bata blanca cerca de su hijo. “No sé si esta mujer es enfermera o niñera, no importa, es un ángel que Dios puso en mi camino."
Antes de ir a la finca Mariângela, Gilberto probó con otras personas que estaban donando perros, pero por alguna razón se le hizo evidente la arrogancia de estas personas, así que los trató bien y prometió regresar, probó con 4 personas diferentes antes de llegar a la finca Mariângela y viendo el anuncio de los cachorros en un anuncio pegado en el post, le gustó Judit y vio a los pequeños, uno más hermoso que el otro, y lo que más le llamó la atención del anuncio fue precisamente Baltho, el más grande de ellos. , quien llamó su atención. Y Mariângela tuvo la sensibilidad necesaria para darse cuenta de que estaba desesperado tratando de ayudar a levantar el ánimo de su pequeño hijo enfermo.
Y ella ni lo pensó dos veces, lo llevó a ver a Baltho, recordó cuando escuchó el nombre de Cobalto, un mineral que existe en el cuerpo humano en forma de vitamina B12, en el hígado. Esta vitamina es esencial para el mantenimiento de los glóbulos rojos y la función celular normal.
"Quizás recordó el mineral cuando nombró al perro Baltho, no sería extraño porque es enfermera".
No importaba de dónde sacó el nombre, lo cierto es que el perro le levantó el ánimo al niño desde que llegó y él, que no estaba acostumbrado a quejarse del caldo de pollo, empezó a quejarse.
Gilberto sonrió recordando todas estas cosas, el turno fue tranquilo y monitoreó a los niños que estaban en la UCI, el cáncer es una enfermedad muy agresiva y muchas veces es necesaria la intervención de la UCI para tener éxito o no en el tratamiento, pero todo depende también de la reacción del cuerpo del niño al tratamiento, pero la mayoría logra una cura. Es lo que quiere para su hijo Bryan y la Dra. Aline dijo que respondió bien al tratamiento con metotrexato y que tendrá dos sesiones más, una la próxima semana y otra la semana siguiente, y luego controlará sus glóbulos rojos. Blancos del niño mediante exámenes periódicos.
"Voy a pedirle a Mariângela que vaya con Bryan a su sesión de quimioterapia la próxima semana, le va a encantar".
Gilberto termina de examinar a los niños en la UCI y se dirige a su habitación, hacía mucho tiempo que no estaba de guardia debido a la enfermedad de Bryan, pero ahora con Mariângela cuidando a su hijo, poco a poco regresaría al hospital y hacer lo mejor que pueda para salvar vidas.
Y después de que su hijo se cure, Mariângela solo será la niñera de Bryan y con el tiempo, quién sabe, su nueva madre.
En casa Bryan se despierta y va directo a la sala para quedarse con Mariângela:
- Hola cariño, ¿dormiste bien?
- Sí, Mariângela, ¿vendrás conmigo a la cocina? Quiero hacer algo.
- Claro, cariño, vámonos.
Bryan saca un bolígrafo rojo del cajón del escritorio y él y Mariângela van a la cocina.
- Cariño, ¿qué vas a hacer? Estaba curioso.
- ¡Eso!
Bryan se acerca al imán del calendario que hay en la nevera y marca los días en los que tendrá sus últimas sesiones de quimioterapia.
- ¡Estas fechas te parecen importantes!
- Y estos son los días en los que tendré mis últimas sesiones de quimioterapia. Mariângela, ¿vas conmigo? Tengo que estar allí a las ocho de la mañana.
Mariângela quedó sorprendida por el pedido, ¿cómo podría decirle que no a un chico tan hermoso y carismático?
- Claro que sí, cariño, será un honor acompañar a mi mejor amigo a su sesión de quimioterapia.
- ¿Soy tu mejor amigo?
- Sí, te considero mi mejor amigo desde que me pediste que te cuidara.
Bryan y Mariângela intercambian un lindo y cálido abrazo, el tipo de abrazo entre madre e hijo.
- Vamos a la sala querido, estoy siguiendo las noticias y a las ocho voy a preparar la cena.
Bryan acompañó a su mejor amigo a la sala y Judit se recostó en la alfombra.
- Mariângela, ¿puedo acostarme encima? ¿Me dejará?
- Sí, a ella le encanta, cuando yo iba a leer un libro recostaba la cabeza sobre él y pasábamos horas así, yo leyendo y ella acostada.
Él se acuesta en Judit y ella le lame la mano, en agradecimiento a la perra le gusta tener a alguien tan amable cerca de ella. Mariângela contempla la escena hasta que de repente Bryan se levanta y sale corriendo:
- Yo ya vuelvo.
Mariângela se asusta y cree que va al baño a vomitar, pero no es así y regresa corriendo con un pañuelo rojo y un lazo de regalo.
- Que susto me diste Bryan, pensé que estaba enfermo.
- No, Mariângela, estoy bien.
Va a Judit y le pone el pañuelo a la perra y el lazo en la cabeza.
- Miren qué hermosa se ve Mariângela, parece una madre y con estos accesorios se ve aún más hermosa, pareciendo una madre.
- ¡Ay Judit, se ve hermosa, le voy a tomar una foto y luego la enmarcaré para ponerla en su habitación junto con la tuya y Baltho! ¿Qué opinas Bryan?
-Me encantó la idea Mariângela, alegrará aún más mi habitación.
Mariângela observa al niño jugar con Judit. Hay pocos niños que sean tan amables con los animales y a Judit le encanta el juego.
Alrededor de las ocho de la noche, Bryan pregunta:
- ¿Mariângela todavía tiene pescado? Tengo hambre.
- Ay, sí cariño, de hecho, es hora de cenar, vamos, voy a preparar un plato de comida para ti y para mí.
Mariângela preparó dos platos de comida y los calentó en el microondas, sirvió un vaso de jugo para cada uno y están cenando juntos.
En ese momento, el celular de Mariângela emite una señal de mensaje.
Ella lo toma con calma y ve el mensaje de Gilberto.
📱 Hola Mariângela, ¿está todo bien?
📱 Sí, Gilberto, Bryan y yo vamos a cenar juntos.
📱 Oh, me alegro de que te lleves bien, querida.
📱 Estoy aquí en el hospital y el turno está tranquilo, cuídalo por mí, vale mi ángel, vuelvo a trabajar, acabo de enviar el mensaje para ver cómo estás.
📱 Buen trabajo, Gilberto se cuida, besos.
Mariângela pone su celular sobre la mesa y Bryan pregunta?
- ¿Quién era?
- Tu querido padre te envió un mensaje para ver si todo está bien contigo.
- ¡Entonces papá vio que le dije que todo iba a estar bien!
Mariangela le sonríe a Bryan y ambos vuelven a comer. Cuando Bryan termina se disculpa y va a la sala a jugar con Judit y Baltho que se había despertado.
Mientras Mariângela lavaba los utensilios usados, Bryan, Baltho y Judit se divertían en la sala. Cuando llega Mariângela, no puede soportarlo, hace un video de un minuto y se lo envía a Gilberto con la leyenda mira mi ángel.
El celular de Giberto suena y ve el mensaje de Mariângela y se siente cálido con el título que leyó. Él mira el video y da una gran sonrisa.
Al lugar llega el amigo del trabajo que le sugirió comprarle un perro a Bryan y Gilberto lo llama:
- Uilian, ven aquí y mira algo.
Uilian se acerca a su amigo y este le muestra el video de Bryan jugando con los perros en la sala.
- Amigo mío, en lugar de un perro, puedes regalarme dos.
- Ay, no, el perro más grande es de Mariângela, la niñera enfermera que cuidará a Bryan para que yo pueda trabajar, como ella dormirá en el trabajo, le autoricé que trajera a July para que el perro no se quedara sin los cuidados adecuados.
Uilian admiraba al niño que jugaba, ni siquiera parece que tenga cáncer.
- Te dije que se recuperará, y al parecer le gustó la niñera.
- ¡Sí, mucho y yo también!
- Me fijé en mi amiga por la forma en que hablaste de ella.
- Te doy un consejo, amigo:
- No dejes que la oportunidad de ser feliz se te escape de las manos.
Uilian dice esto y va a visitar a sus pacientes y Gilberto reflexiona sobre lo que dijo su amigo:
"¡Es el primer día y Mariângela ya me ha tocado! Mi corazón se calienta cuando pienso en ella.
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