—No estoy segura, Sr. Jasper.
—¿No está segura, o no quiere implicar a nadie?— me quedé en silencio, y desvié la mirada—. Le dije que me gustaría que fuera honesta conmigo, y que si alguien le hace pasar un mal rato, me lo diga. ¿Qué parte de quiero que confíe en mí no comprendió? ¿Quiere dar las vueltas usted por ellas?
—No estoy segura de quién fue, pero alguien me hizo caer— respondí, antes de que me hiciera cumplir ese castigo.
—¿Ves que no es una ciencia? Averiguaré quién fue.
—¿Pensará también sacarla?
Jasper sonrió.
—¿Qué cree que haré?
—No sería bueno que haga eso. Ya eliminó a tres la última vez, y no sería justo que se vea usted afectado por esto.
—Diré lo mismo que le dije a las otras tres, ¿Ellas pensaron en las consecuencias que podrían tener por sus actos? ¿Pensaron en el evento en algún momento, antes de hacerlo? La respuesta es no. ¿Cree que voy a tolerar ese comportamiento, solo por un evento? Haya sido a usted, o a cualquier otra persona, haría exactamente mismo. No debe sentirse mal por eso, tú no tuviste la culpa de nada. Le había dicho que se iba a enfrentar a muchas situaciones mientras estuviera aquí y está fue una de ellas; desafortunadamente, pero pues sucedió. Es una lastima que la haya dejado sola. Debí mantenerla conmigo, y así se evitaba este tipo de problemas innecesarios— suspiró —. Tiene la piel muy suave.
—¿Eh?
Me puso el alcohol, y me quejé.
—¿Así grita para todo?
—¿Qué dijo?
—Curiosidad.
—Es un pervertido.
—La única que pensó en algo pervertido fue usted. Yo no dije nada malo— sonrió—. Quédese aquí mientras arreglo la situación.
—No, yo debo estar presente. En parte fue mi culpa, porque no pude prevenir lo que sucedió.
—Ni que pudieras leer bola— rio—. Será mejor que se quede aquí. Mandaré a alguien más a cubrirla.
—¡Le dije que iré con usted!
—Esa actitud me gusta, lastima que no la utilice muy a menudo conmigo como quisiera.
—Gracias por lo que hizo—le dije, a lo que él me miró fijamente.
Al cruzar mirada, estuvimos así por unos instantes. Miré sus labios que estaban entreabiertos, y pasaron por mi mente tantas cosas sucias, que sacudí mi cabeza con desespero. Jasper rio, como si hubiera interpretado lo que por mi mente pasó.
—¿En qué piensa? Dígame, para saber si fue lo mismo que yo pensé.
—Tienes unos labios muy formados y bonitos— solté sin querer.
—¿Quiere probarlos?
Su pregunta repentina, me hizo carraspear e intentar cambiar el tema.
—El día se ve bonito para seguir trabajando, ¿Verdad? — me levanté, y él hizo lo mismo.
—¿Ahora piensa huir? — me agarró por la cintura, y me acercó a él.
—Ahora no puedo hacerlo, al tenerlo tan de cerca. Vas al gimnasio, ¿Cierto? Tienes unos brazos muy fuertes— los nervios me estaban haciendo hablar demás.
—Sí, voy al gimnasio, pero ese no es el tema ahora.
—¿A qué barbero vas? — tartamudeé, casi escurriéndome de su agarre.
Puse mis manos en su pecho, intentando alejarme, pero él volvió a rodearme con sus brazos, evitando que pudiera hacerlo. Estaba muy cerca, y pude contemplarlo mejor. Sin duda es muy atractivo. Pude ver esas pestañas largas, que lo hacen ver algo femenino.
Mientras observaba su rostro, bajé la mirada a su cuello, y al verlo tan descubierto, me entraron ganas de hacer lo que me hizo en el ascensor. Una parte satánica, enferma y perversa de mi, quiso intentarlo. Quité mis manos de su pecho, y coloqué mis brazos en ambos hombros, para luego tratar de alcanzarlo y estampar mis labios en su cuello. Su cuello estaba caliente, y su piel era muy suave; su perfume era sin duda hipnotizador, y agradable. Lamí suavemente su cuello, y Jasper se estremeció. No pensé que se pondría así, ni que fuera tan sensible en esa área. Me detuve, y Jasper me soltó.
—Eres malvada— tartamudeó, y carraspeó.
—Ahora estamos a mano, aunque me falta todavía uno— reí, y Jasper no encontraba cómo mirarme—. ¿No me diga que está avergonzado?— me burlé—. Eso le pasa por provocarme. ¿Quién es la ganadora ahora? Dígalo en voz alta para que pueda escucharlo alto y claro— reí un poco más fuerte al ver su expresión.
—¿Ganadora? Solo veo a una pobre chica, que terminará pagando las consecuencias, y más luego de provocarme— me empujó en el asiento, y se subió sobre mí, sujetando mis dos manos por arriba de mi cabeza.
—No tenías que tomarlo tan en serio, hombre. Solo fue un simple beso— dije nerviosa.
En esta posición, no se ve nada mal. De hecho, se ve muy sexy para mis santos ojos.
—Un beso que acaba de encenderme, y no dejaré que te salgas con la tuya.
Abrieron la puerta de la guagua, y ambos nos sentamos más rápido que ligero. Flash se queda corto, al lado de nuestra reacción inmediata. Llevó su mano a la oreja y jugó con ella, yo me miré el brazo y estaba tratando de aguantar las ganas de reír.
—Te la pasaré solo por hoy, pero no creas que siempre te salvará la campana — murmuró, con una media sonrisa fingida.
—Lo que diga— respondí, girando mi rostro y riendo.
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Comments
Julia Bazán
me estoy divirtiendo, a ratos me río con ganas
2024-12-17
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rubi salgado
muy entretenida y divertida me gusta
2024-12-20
0
Irma Nuñez
me muero x leer cuando se besen estos dos ,se incendia todo alrededor, 🤣
2024-08-27
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