12

—¿Su auto está en la barra?

—Sí, allá está.

Estuvo unos instantes en silencio y luego habló:

—Gracias por lo que hizo por mi padre. Realmente quiero pedirle disculpas por él. Está pasando un mal momento y lo han llevado a refugiarse en el alcohol. Debo vigilarlo más. No quiero que le pase nada por su terquedad.

—¿Él se encuentra bien?

—Es complicado. Ya escuchó en la entrevista del otro día. Mi papá está enfermo y la está pasando mal. Quisiera dedicarle más tiempo, pero el trabajo me lo impide, y más esta temporada. Tengo mucho trabajo por hacer y todo se había atrasado con la situación de quedarme sin asistente.

—Comprendo. Es difícil lidiar con una familiar enfermo. Uno quiere pasar tiempo con ellos, y no poder, es frustrante. Me pasó algo similar con mi abuela. Éramos muy unidas, pero no me duró para siempre como deseaba.

—Debió ser bastante difícil. Imaginar una vida sin mi viejo, sería muy miserable. Él es lo único que tengo.

—Y su mamá también.

—Ya vio que no somos muy cercanos que digamos. Para mí, mi padre es el más cercano y es al que más amo.

Me quedé en silencio sin saber qué responder.

Llegamos a la barra y él se bajó conmigo.

—No tiene que hacerlo. Ya puede irse a su casa. Gracias por haberme traído.

Él iba a decir algo, cuando sentí unos brazos alrededor de mi cuerpo.

—Nichole, ¿A dónde fuiste con ese anciano? Me tenías preocupada— dijo Claudia, al ver con quién estaba, lo reconoció de inmediato—. ¿Jasper Cooper? — se sorprendió y se acercó a mí oído—. Está más bueno de lo que creía. Te lo tenías bien guardado, ¿Eh?

—Ese anciano al que llamas, es el padre de mi jefe — la pellizque y protestó.

—Lo siento, no sabía que era su papá ese señor.

—¿Usted quién es?— preguntó Jasper.

—Soy su mejor amiga — me apretó más fuerte, y sonrió.

—Sí, ya lo pude notar— Jasper se quedó serio.

—Eres más lindo en persona.

—Ya cállate, Clau. Estás sumamente ebria — miré Jasper—. Disculpa a mi amiga, se pasó de tragos.

—Estuve a punto de adelantarme a la casa si no regresabas, Nico.

—Al menos me esperaste.

—¿Viven juntas?— preguntó Jasper, arqueando una ceja. 

—Pues claro, ¿No le dije que somos buenas amigas? — respondió Clau, recostándose de mi hombro.

—No me lo había dicho, Srta. Nichole.

—Tampoco es que me haya preguntado, Sr. Jasper. ¿Es eso importante?

—No, para nada.

—Eres un bomboncito. ¿Por qué no nos acompañas a la casa y hablamos? — Clau miró a los dos amigos que trajo, y les gritó desde acá—. Otro día volvemos a reunirnos. Ya nos vamos.

—Clau, deja de estar gritando como si vendieras verduras.

Estaba tan avergonzada de su actitud y más frente a Jasper. Él se veía muy serio y no encontraba qué decir.

—¿No te vas a despedir de tu cita? No seas tan amargada, mujer— dijo Claudia.

—Ya no sigas avergonzándome más, Clau. Vamos a la casa. Te dije que no tomaras demás y es lo primero que haces.

—¿Vas a venir, muñeco?— Clau se soltó de mi y se abalanzó sobre Jasper.

—Que rápido la cambias. ¿Así dices ser su mejor amiga? — Jasper la alejó, y yo le agarré el brazo.

—Súbete al auto.

—Ya cállate, Nico. Deja que nos acompañe. Dijiste que era sarcástico, burlón, exigente, pero que era atractivo. Estoy segura que también quieres que venga.

—Una palabra más y te mato— la pellizque más duro y ella se quejó.

—Así que sarcástico, burlón, y exigente ¿Eh? — al escuchar la voz de Jasper, me hizo mirarlo.

Estaba muy serio y no encontraba qué decir. Mi castigo serán las vueltas en tacones, definitivamente.

—Ella está borracha, no sabe lo que dice— reí nerviosa.

—La ayudaré—Jasper le agarró el brazo a Clau y la metió en su auto.

—¿Qué hace?

—La llevaré a su casa. Maneje al frente y yo la sigo.

—Pero espere... — se subió también al auto y me ignoró.

¿En qué momento ocurrió esto? La he cagado. Me va a castigar ahora, y con razón.

No me quedó de otra que subir a mi auto.

                    Jasper

—No me vaya a vomitar el auto, o la voy a tirar sin pensarlo dos veces.

—No sea tan serio. No me haga pensar que lo que dice Nico es verdad.

—Le haré una pregunta directa. ¿Qué relación tienes con Nichole?

—¿Por qué haces ese tipo de pregunta? No comprendo.

—¿Qué tienes con Nichole?

—¿Por qué te interesa tanto?

—Curiosidad.

—¿Le gusta mi amiga? — rio, y se quitó el cinturón.

—¿Qué estás haciendo? Ponte el cinturón.

—Tengo mucho calor. ¿Por qué no hacemos algo divertido los dos?

—Me va a obligar a abrir la puerta y arrojarla del auto.

—No sea tan frio. ¿No le gustaría hacer algo conmigo? — llevó su mano a mi pierna y la apretó fuertemente.

—Vuelves a tratar de poner tus sucias manos encima de mi y olvidaré que eres la amiga de Nichole. No me gustan las mujeres fáciles como tú. Eres muy vulgar, ruidosa y fea.

—Pero ¿Te gustan como ella?

—¿Y eso a ti qué te importa? Ya que estamos hablando del tema, no quiero que la estés abrazando y tocando como si fuera un bollo de pan, y menos delante de mí. Se ve desagradable.

—¿Eso qué significa?

—Que no me agradas, estúpida. Eso es lo que significa. ¿Así lo comprendes o todavía no?— la miré serio.

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