13

—¿Realmente eres un hombre?

—¿Qué dijiste?

—Un hombre jamás se negaría a hacer esto.

—No soy del típico hombre de meterme con cualquiera. Si no sabe diferenciar entre un verdadero hombre y un mujeriego, ese no es mi problema.

Nichole se estacionó frente a una casa y me detuve detrás de ella.

—Bájate.

—¿Ni siquiera puedes ayudarme a bajar?

—Si estabas dispuesta a tirarte encima de mi, debes poder pararte y caminar. Sal de mi auto.

—Ahora entiendo lo que dice Nico.

Me bajé del auto y caminé hacia Nichole.

—Creo que soy yo quien debe dar una disculpa ahora, Sr. Jasper. Mi amiga se pasó de tragos y dijo todo eso, más gracias a ella tuvo que venir aquí con nosotras.

—No se preocupe. Debería tener más cuidado con ese tipo de amigas. La veo mañana en la oficina. No olvide ir preparando su equipaje, solo falta un día para el viaje. Buenas noches— me giré para caminar al auto.

—Sr. Jasper… —escuché que me llamó y me giré.

—Dígame.

—Gracias.

—No hay de que— me fui a mi auto.

¿Qué demonios te pasa, Jasper? Estás dejándote llevar por esos impulsos. A la larga, esto me puede traer problemas.

                    Nichole

—¡Eres una tonta! ¿Cómo te atreves a hablarle así a mi jefe? Odio cuando te pones a tomar. No vuelvo acompañarte a ningún sitio, y más, si te vas a comportar así. Si le hubiera dado la gana de despedirme, pudo haberlo hecho. ¿Cómo pudiste decirle a él todo lo que yo te había dicho?

—No es para tanto. Se nota el interés que tiene por ti. No hay forma de que te despida. Ese trabajo lo tienes más que seguro, mujer. Deberías tener cuidado. Ese tipo es dos caras.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Me duele la cabeza. Ayúdame a entrar, por favor.

¿Por qué habrá dicho eso?

Al día siguiente:

Me dirigí a la agencia como de costumbre. Anoche no dormí bien, Claudia estaba roncando como perro.

—Buenos días, Sr. Jasper.

—Buenos días. Necesito que posponga los compromisos del día de hoy, para la semana entrante. Tenemos que enfocarnos en terminar el discurso hoy.

Siguió escribiendo en su computador y me acerqué al teléfono de la oficina con la agenda en mano. Marqué a los números que habían y fui cancelando las que tenía, cuando tocaron la puerta y la abrieron. Era la chica que salió de su oficina en el día de ayer.

—Buenos días, Sr. Jasper.

—Buenos días, Julie— Jasper se levantó de la silla y se acercó a la chica.

Me quedé en el teléfono, mientras él hablaba con ella en un tono bajo. Ella se puso de espalda a él y le agarró el pelo, mientras lo peinaba con su otra mano.

—Deberías aprender de una vez a hacerte las trenzas, Julie. No voy a durarte toda la vida, niña.

—Lo siento, pero es que no me salen como a usted. Estoy pensando en cortarme el pelo.

—Así como está se ve muy bien. Si lo cortas vas arrepentirte.

Le fue haciendo una trenza, y al terminar, la giró hacia él.

—Muy bien. Ahora se ve mejor. Ahora a trabajar, no quiero que mi asistente se incomode al tenerla aquí — me miró de reojo, y sonrió.

Su comentario me hizo molestar, quería decirle varias cosas, pero como estaba en el teléfono, me contuve. Le pondría de supositorio este teléfono. Él volvió a sentarse en su silla y ella salió de la oficina. Continuó en el computador, y al terminar de hacer las llamadas, me paré delante del escritorio.

—Necesito que me dé dos minutos de receso — le pedí.

Me miró fijamente y entrelazó sus manos, colocando los codos encima del escritorio.

—Cuando trabaje al menos tres horas, tiene derecho a un pequeño receso.

—¿Eso es a conveniencia entonces?

—¿Qué la tiene tan molesta? — sonrió.

—¿Ese comentario a qué se debió?

—¿Acaso se molestó por el comentario que dije?

—¿Por qué me va a incomodar que ella esté en su oficina, Sr. Jasper?

—Creo que en el día de ayer mencionó algo sobre eso. ¿Debo mencionar la conversación que tuvimos?

—A mi no me incomoda que otra empleada esté en su oficina. ¿Por qué lo hace ver como si eso me molestara?

—¿Y no lo hace?

—Claro que no.

—¿Y por qué está tan alterada ahora? — se levantó del escritorio.

—Claramente por lo que dijo. ¿Qué pensará su empleada?

—¿Eso es lo que le preocupa, o es el hecho que me he dado cuenta que le incomoda verme a solas con otra chica?

—Se equivoca.

—Pude darme cuenta al llegar — trató de imitar mi voz y sentí ganas de golpearlo.

—¿Disfruta tanto haciéndome enojar?

—Cada segundo.

—¡Creo que las vueltas deberá hacerlas usted está vez!

—¿Por qué motivo? ¿Por darle celos, o por molestarla?

—¿Qué le hace pensar que siento celos de usted? Usted es mi jefe, nada más, ni nada menos.

—¿Cree que no me doy cuenta de las miradas que me da cada vez que estamos juntos? Siento que en cualquier momento me salta encima.

—Que hombre tan vanidoso es. Como usted mismo dijo, los ojos se hicieron para mirar. ¿Qué hay de malo con que me lo ligue? — he hablado mas de la cuenta…

Jasper sonrió y se acercó.

—Hasta que al fin lo admite — me encaró y llevó su pulgar a mi mentón —. Para que se escuche más bonito y quede claro, ¿Está queriendo decir que le gusto, Srta. Nichole?

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Comments

rubi salgado

rubi salgado

me gusta

2024-12-20

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Julia Bazán

Julia Bazán

hasta que explotó

2024-12-17

0

Irma Nuñez

Irma Nuñez

si hombre, recien de distes cuenta arremete con todo ,es toda tuya .

2024-08-27

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