Capítulo 7

Tammy

Frente a la librería había una pequeña cafetería, tenía una hora antes de mi turno y solo tenía que cruzar la calle para llegar a mi trabajo, así que me relaje con mi amiga en uno de los sofás que estaba junto a la ventana que daba a la calle.

–¿Cómo van las cosas Tammy?

–Extrañas.

–¿Quieres contarme? –La miré y agradecí por tenerla, Bell era más que una amiga para mi, era familia y la adoraba.

–Hay una parte que omití contarte del día del incidente.

–¿Te hicieron algo más?

–No, solo me pusieron ese maldito sapo, pero, ese día... me ayudo un chico.

–¿Un chico dices? ¿Y es guapo? –Se queda mirándome y ante mi evidente silencio agrega emocionada. –Pero claro que es guapo, mira tú cara.

Comenzó a reírse de mi mientras sentía mi cara arder. Andrew era el chico más guapo que había visto en la vida, sin duda. Pero esa obviedad la guardaría para mí. La chica del café vino a atendernos, pedí un chocolate para mí, con un pastelito de pollo. Bell pidió un capuchino y un croissant. Cuando se fue la mesera, puse la conversación en la línea que quería desde el principio, antes de que mi loca amiga se descarrilara.

–Bueno, –Aclare mi garganta y continue, –Él fue quien saco el sapo de mi mochila, y hoy por casualidad estaba en los pasillos cuando dos chicos me estaban molestando y volvió a intervenir.

–Le gustas. –Ahí vamos de nuevo.

–No seas ridícula, lo que si es cierto es que no sé porque lo hace, pero no le gusto. Eso es imposible, ni siquiera sabe mi nombre. ¿Sabes cómo me llama?

–¿Como?

–Chica sapo. –Bell soltó la carcajada al punto de ponerse a llorar.

–Con mayor razón digo que le gustas.

–Es el chico más popular de la preparatoria Bell, además es el jefe de una banda y el hombre más mujeriego que he visto en la vida.

–Pero, pese a todo eso, te gusta. –La mire sorprendida, mi amiga definitivamente perdió la cabeza.

–¿Tammy? –Gire mi cabeza tan rápido que juro que algo en mi cuello hizo crack. Tenía parado a mi lado a Andrew, abrí mis ojos y el me mostro una amplia sonrisa. –¿Te importaría?

–No, no le importaría. –Cuando Bell respondió por mí, me di cuenta de que Andrew estaba pidiendo permiso para ocupar el asiento a mi lado.

–Creí que no tenías amigas en la preparatoria. –Soltó Andrew mirando a Bell.

–No estudio en su escuela. Soy Bell. –Mi amiga tiende su mano hacia el.

–Andrew. –Dijo sin más, estrechandole la mano y acomodándose en la silla a mi lado.

–¿Cómo sabes mi nombre? –Miro a Andrew aun en shock.

–Haz escuchado alguna vez un dicho que dice "Preguntando se llega a Roma". –Me responde.

Bell me da una mirada de complicidad, sabe que el chico del que le estaba hablando es Andrew, al parecer mi rostro es demasiado obvio. Estoy tan nerviosa que en lo único que pienso es en pararme de esta mesa y huir.

–¿Y que haces aquí? –Le pregunte a Andrew. Desvío la mirada y luego miro hacia la librería.

–Venía por un libro y cuando vi la cafetería, quise entrar por un café.

–Pues que suerte tienes Andrew, Tammy es la encargada de turno en esa librería. –Se adelanta mi amiga y le doy un puntapié suave.

–¿De verdad trabajas ahí? –Pregunta Andrew.

–Si. –Le respondí y tome el resto de mi chocolate y me puse de pie. –Nos vemos luego Bell. –Mi amiga sonrió y asintió.

–Te acompaño. –Andrew se pone de pie y se dispone a seguirme.

–¿No venias por un café?

–Vengo por el después de comprar el libro.

Ni siquiera miré a mi amiga, estoy segura de que esta disfrutando esto a lo grande y que luego va a aparecerse por el mostrador de la librería a pedirme información. Cruce la calle y al abrir la puerta, Andrew se adelanta y la sostiene. Lo miré extrañada y avance hacia adentro. Al llegar al mostrador Ryan estaba cuadrando la caja para entregarme el turno.

–Buenas tardes Ryan.

–¿Qué tal Tammy?

Ryan al levantar la mirada, ve a Andrew tras de mi y cambia su expresión.

–Ryan, el es Andrew, vamos a la misma preparatoria.

–Sabes que en el trabajo no debes recibir visitas personales.

–Vine por un libro. –Se adelanta en contestar y se pierde entre las estanterías.

–Eso fue muy grosero Ryan.

–Creí que era tu novio o algo.

–Ni si quiera es mi amigo, a demás que te importa. Aun no comienza mi turno. –Ryan siempre ha sido muy amable, no se el porque de su comportamiento.

–Lo sé, lo siento.

Quince minutos después Ryan sale de la librería y Andrew se acerca al mostrador. Temía más por la seguridad de Ryan, he visto como es Andrew con las personas que le faltan al respeto y no quiero perder un amigo, ni mi trabajo.

–Muy agradable tu amigo.

–Siento mucho eso. Tuvo un mal día.

No mencionó nada más y dejo los libros que iba a llevar sobre el mostrador. "Cuento de Hadas" y "The Season Desserts". El primero podía entenderlo. Un chico como el solo podría leer novelas de terror o ficción. No me lo imagino leyendo un drama romántico o poesía. Aunque he de reconocer que Stephen King es de mis favoritos. Aunque después de leer un capítulo de alguno de sus libros, tengo que esperar 3 o 4 días hasta que deje de imaginar que se mueven cosas en mi habitación. Me asusto con mucha facilidad. Su segunda opción me deja muy sorprendida.

–The Season Desserts, que interesante.

Me mira como si intentará descifrar lo que estoy pensando. Sonríe y me tiende su tarjeta.

–Mas de lo que te puedas imaginar.

–Serían $57.13 –Cobre y le devolví la tarjeta. Empaque sus libros y se los devolví.

–Gracias Tammy. Nos vemos luego.

–Que disfrutes los libros, gracias por la compra. –Repetí la típica frase que le doy a todos los clientes. Andrew me mira por última vez y sonríe antes de irse.

No es sino hasta que sale de la tienda que siento como mi cuerpo se relaja y llega suficiente aire a mis pulmones. No entiendo porque Andrew es tan amable conmigo.

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Comments

Alicia Cardinali

Alicia Cardinali

Que casualidad, casualidad 🤣🤣

2023-09-17

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