Capítulo 10

Andrew

A las 8:30 pm estaba estacionado frente a la librería esperándola. Cuando cruzó la puerta me miró sorprendida y luego frunció el ceño. Me dio la espalda y comenzó a cerrar el local. Al terminar, rodeo el auto por la parte frontal y tomó asiento a mi lado.

–Te dije que no iría a ningún lado.

–Y si es así, ¿Que haces aquí?

–Dijiste que me llevarías a casa. Esa parte te la acepto. –Sonrió con fingida inocencia y no pude resistirme a reír.

–Ya te lo dije, te llevo a casa, te cambias y salimos.

–Primero llévame a casa y lo pienso en el camino. –Sonrei y puse el auto en marcha en dirección a su casa.

Al llegar Tammy me agradece y sale del auto sin dejarme replicar. Salgo del auto, le pongo el seguro y la alcanzo antes de que logre abrir la puerta.

–¿Me invitas a pasar? –Se sobresalta y se gira en mi dirección.

–¿Qué haces todavía aquí?

–Ya te lo dije, voy a esperar a que te cambies y luego iremos a la fiesta. –Exhala pesadamente y me mira.

–No pierdas tu tiempo conmigo.

–Hagamos un trato Sapito. Tu vienes conmigo un rato, y cuando sientas que fue suficiente, me lo haces saber y te traigo a casa.

Vi en su expresión que lo estaba pensando, y la verdad quería que viniera. Esta maldita necesidad de verla todo el tiempo me lleva a querer estar con ella siempre y podría asegurar que si ella no iba conmigo, yo tampoco iría.

–Si te niegas a traerme cuando te lo diga Andrew... –No la deje terminar.

–Te vas a divertir tanto, que olvidarás la hora.

Me mira no muy convencida y finalmente abre la puerta y con un ademán me invita a entrar. Justo detrás de la puerta se encuentra una pequeña sala con un sofá en L que ocupaba la mayor parte del espacio, un armario de vajilla y cristaleria y en frente una mesita con una pequeña televisión. Nunca en mi vida había visto tantas cosas en un lugar tan pequeño. La casa era acogedora. Me senté en el sofá y Tammy camino al final del pasillo, me dio mucha curiosidad su habitación, pero seguro me sacaría a patadas de su casa si me tomo tal atrevimiento. Saque mi teléfono y justo cuando lo desbloqueo Tammy regresa a mi lado.

–Yo.. yo de verdad no quiero ir Andrew.

–¿Por qué?

–Nunca he ido a una fiesta... bueno, no como invitada y no se ni siquiera que ponerme. Y tampoco creo que tenga que ponerme para ir.

–No es una gala Sapito. No importa lo que lleves. Mírame a mi. –Me puse de pie y señale mi cuerpo.

Llevaba una camisa blanca recogida hasta los codos, un Jean negro y deportivas blancas. Creo que la idea le llegó y volvió a dar vuelta hacia su habitación. Media hora después salió de allí con una blusa negra de mangas caídas, un ajustado Jean azul que resaltaba sus caderas y unas sandalias negras de tiras que me permitían ver sus delicados pies. Llevaba el cabello recogido en una trenza suelta que dejaba caer sobre su hombro derecho y si llevaba maquillaje, no lo notaba. Su belleza era innegable. Sus Ojos Azules, sus labios rosados y su piel perfecta eran mi perdición. Poco me faltaba para avanzar hacia ella y probar esos labios que me habían tentado desde la primera vez que los vi. Pero eso no iba a pasar y lo tenía más que claro.

–Es lo mejor que pude hacer.

–Estas perfecta. Vamos.

Le di la espalda y salí primero de su casa. Ni siquiera me atreví a preguntar por su madre. Pues podía imaginarme que estaba haciendo exactamente un viernes en la noche. Me sentí un poco mal por Tammy y no fue por lástima por el trabajo de su madre. Solo que pensé cuantos días y noches ha pasado sola y pienso un poco en mi. Aunque evidentemente no puedo comparar nuestras vidas, pero siento que ella en especial, sería capaz de entender lo que siento, mejor que nadie.

La música se podía escuchar a varias casas antes de la de Cristopher. Ya eran pasadas las 11:00 pm y la fiesta ya estaba agarrando vuelo. Tammy me miró nerviosa y le sonreí para calmarla. Aparque el auto dos casas antes, todo estaba lleno de autos y por la hora, era imposible conseguir plaza más cerca. Nos bajamos a la vez y espere a Tammy a que llegara a mi lado de la acera.

–Parece que no hay mucha gente. –Dijo el pequeño sapito, intentando ser graciosa.

–Eso parece.

Sonreímos y luego puse mi mano en su espalda para que comenzaramos a caminar. Cada paso que daba lo hacía con duda. Podría jurar que si le quitaba el brazo saldría corriendo en dirección contraria. Cruzamos el umbral de la entrada y nos dirigimos hacia el patio trasero.

–Creí que no venias Andrew.

Dick se acercó a saludarme. Chocamos las manos junto a un medio abrazo. Cuando dio un paso atrás, vio con recelo a mi hermosa acompañante. Luego me miró a mi y con mi mirada supo que no podía atreverse a decir absolutamente nada. Tome a Tammy y la dirigí a un pequeño espacio donde estaba el resto de mis amigos sentados en un sofá enorme. Y de nuevo la maldita mirada indeseada hacia Tammy. Ella solo agachaba la cabeza y dejaba que la moviera donde quisiera y eso me estaba molestando. Hicieron un hueco en el sofá y me senté junto a Tammy mientras sacaba dos sodas de una nevera portátil que estaba en frente de nosotros.

–¿Tu tomando soda? –Pregunto Tammy asombrada.

–No tomo licor Sapito.

–¿En serio? yo creí que eras de los que se emborrachan hasta perder la conciencia.

–Pues permiteme decepcionarte. No me verás nunca haciendo el ridículo por intoxicar mi cuerpo. –Sonrio y desvío la mirada.

Estábamos sentados muy juntos, tenía mi mano sobre sus hombros y para poder hablar teníamos que acercarnos completamente uno al otro por lo fuerte de la música. Yo estaba encantado con esto. Tenerla cerca, poder olerla y sobre todo notar su rubor que no me pasaba desapercibido me encantaba. Pero sabía que si seguía a este ritmo iba a terminar sobre ella besándola. Así que decidí, ponerle un poco de emoción a nuestra noche.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***