Mattia entró en la casa de Nora y Alice con su maleta en la mano y todavía en pijama y se encontró con las amigas viendo la televisión.
- ¿Salió mal?- le preguntó Nora cuando lo vio.
- Muy mal, no quiere verme, y eso era lo que me temía, pero hay cosas que no tienen arreglo, así que a seguir con mi vida, necesito la habitación de invitados y necesito que no le mencionen nada, es mejor hacer como si no nos hubiéramos conocido nunca.
- Pero tú no puedes hacer eso, vas a sufrir- le dijo Alice.
- Eso ahora mismo no importa, ya lo dejaré pasar, yo estoy aquí para cuidar de ustedes, no para jugar a la pareja feliz, eso no es para mí.- y sin decir más se fue a la habitación.
Pasaron varios días y Jack no puso un pie en la casa de sus amigas, ellas lo visitaban a él, no quería encontrarse con Mattia, aunque no lo habría hecho, el chico se iba bien temprano y regresaba tarde en la noche, cuando sabía que ni por casualidad se encontrarían y cuando todo fue volviendo a su lugar también volvió Jack al departamento de enfrente. Entró con su llave como siempre y lo hizo mirando en todas direcciones, se moría por ver a Mattia aunque no lo quisiera reconocer.
- No está aquí- le dijo Alice al verlo.
- ¿Quién?- intentó hacerse el desentendido.
- Por favor Jack, nos conocemos desde los doce años, a mí no me puedes engañar, no pudiste hacerlo con tu hermano y el fútbol, vas a hacerlo conmigo.
- Déjalo Alice, no quiero hablar de eso, ese es un asunto que no tiene discusión, yo soy un Williams y los Williams son hombres sí o sí, yo vine porque te quería ver y a Nora, nada más y me iré en un instante.
- Muy bien, tú sabrás, yo no pienso opinar nada.
- Te lo agradezco- y con eso dieron por terminado el tema.
Otros días más pasaron y quiso el destino que los dos hombres volvieran a encontrarse, aunque esta vez fue en uno de los pasillos de la universidad, Jack había ido a otra facultad a buscar unos documentos cuando vio venir de frente a Mattia hablando con otro hombre y el miedo se apoderó de su pecho, miedo a que otro estuviera ocupando el lugar que le había mostrado que podría ser suyo, pero que por cobarde no aceptó, temblando siguió su camino por el lugar y cuando ya estaban casi frente a frente, sintió la vista del pelinegro barrerle el cuerpo y seguir sin siquiera saludarlo, como si en la vida se hubieran visto.
Jack llegó a la oficina en la que recogería los documentos, los tomó y salió como alma que lleva el diablo directamente a su casa. Dos horas después y muchas vueltas de aquí para allá en la sala de su departamento escuchó que la puerta de enfrente se abría y puso un ojo en la mirilla para ver entrar a Mattia, se alejó de la puerta y siguió un tiempo más dando vueltas como un loco hasta que ya no pudo contenerse y salió disparado para la casa de sus amigas.
Entró y se encontró a Mattia en la sala de espaldas, tenía el teléfono sobre una mesita con el altavoz puesto para hablar mientras se abotonaba los puños de una camisa verde a juego con sus ojos.
- Esta noche me quedaré contigo- le decía a quién fuera que estaba del otro lado y cuando escucho la puerta cerrarse se giró para quedar de frente a Jack - No, aquí no habrá nadie, si quieres podemos venir aquí, o ir para tu casa, da igual, la que nos quede más cerca.
- Ya lo vemos sobre la marcha.- se escuchó a un hombre hablar y a Jack le hirvió la sangre, lo que él no sabía que aquel con quien hablaba era su primo, uno de los hijos de Eric que irían a cenar en familia y después de fiesta todos los hermanos juntos.
- Te dejo o no voy a llegar a tiempo, espérame, no entres sin mí.
- No te preocupes, yo te espero, chao.- y se terminó la llamada.
- Las chicas no están y yo ya me voy, así que quedas en tu casa.- le dijo Mattia a Jack secamente e intentó pasar por su lado, pero no pudo hacerlo, como mismo le había hecho a él la noche que lo besó Jack lo tomó por la nuca y se apoderó de su boca.
Mattia sintió la intromisión de la lengua de Jack jugueteando con la suya y lo llevó hasta la pared y lo aprisionó contra ella y en un momento comenzó a arrancarle la camisa mientras se restregaba en él y cuando lo tuvo con el torso desnudo soltó su boca para empezar a repartir besos, mordidas y todo lo que pudiera hacer desde el cuello de Jack y bajando por su clavícula y cuando lo escuchó gemir y suplicar paró y acercó sus labios al oído del rubio.
- Yo no soy el juguete de ningún niño rico- le susurró bien pegado al oído para hacerlo temblar con la vibración de su voz- Yo soy un hombre que sabe muy bien lo que quiere, y esta noche no estás incluido, cuando averigües que es lo que quieres tú, ven a verme, a lo mejor todavía quede algo para ti y tenga tiempo para dártelo.- le dio un pequeño mordisco en el cuello y lo dejó allí, descolocado y sólo.
Desde aquella noche Jack desapareció, le dejó un mensaje a Alice en el teléfono diciéndole que iría a su casa y regresó una semana después con una chica.
- Hola- dijo Jack y lo vieron entrar a la casa con una rubia más artificial que un ramo de rosas plásticas- Ella es Natalie, es mi novia- la mencionada Natalie levantó una mano y movió todos los dedos en forma de saludo, las chicas la saludaron también con la mano y Mattia sonrió moviendo la cabeza de un lado a otro.
- Bienvenida Natalie- le dijo Mattia- Siéntate con nosotros, te preparo un bocadillo.
- No que horror- chilló la mujer- Yo no como esas cosas, si tienen alguna ensalada sí.
- Lo sentimos, no tenemos ensalada, si miras mis brazos y mi pecho te darás cuenta que éstos músculos no se mantienen con ensalada.- le dijo a la mujer y se abrió la camisa de un golpe para mostrarle los pectorales.
- Huy que bien se ven¿ Puedo tocarlos?- le dijo descaradamente la mujer casi babeando.
- Todo tuyo, a falta de otra gente que me toque voy aprovechando- le respondió mirando a la cara a Jack que parecía que iba a reventar de lo rojo que estaba y a un lado de ellos Alice y Nora aguantaban la risa.
- Dios que músculos tan duros, y que piel tan suave, tienes que decirme que te pones para tenerla así, no puedo ni imaginar como sería verte mojado debajo de la ducha- la mujer acariciaba el pecho de Mattia con las palmas de las manos de un lado al otro y las amigas no daban crédito a todo el descaro que tenía aquella rubia mientras manoseaba al pelinegro frente a todos y llevaba sus manos hasta el abdomen bien marcado que tenía el joven, mientras Jack se retorcía de celos y envidia por no ser él quién tocara aquel pecho.
- ¿Quieres ver los muslos? Tengo sesenta y seis centímetros y muy bien definidos, si te gusta mi pecho, eso te va a encantar.- Mattia volvió a mirar a Jack mientras hablaba.
- Claro- dijo la rubia loca dando brinquitos y aplaudiendo y Mattia se puso de pie para empezar a quitar el cinturón de su pantalón.
- Basta ya- lo detuvo Jack con un grito y el pelinegro lo miró con una sonrisa de lado- Tú ganas, eso es lo que quieres escuchar, tú ganas. - y salió de allí dando un portazo para irse a su casa.
- Uf creo que se enfadó- escucharon decir a la rubia.
- Natalie, creo que voy a pedirte un taxi, mejor te vas a tu casa.- le dijo Nora.
- Pero yo no soy de aquí, yo soy hija de una amiga de la madre de Jack y ella nos juntó en una cita y una cosa llevó a la otra y él me trajo como su novia.
- Dios Jack, si que eres tonto, no te preocupes ya te llevamos al aeropuerto y esperamos contigo hasta que salga tu vuelo.- volvió a decirle Nora y se giró para hablarle al oído a Mattia- ¿Que esperas aquí, o también quieres que te ruegue?
- No estaría mal que lo haga, pero no, voy antes de que se arrepienta y el que tenga que rogar sea yo, te quiero peque- le dio un beso en la frente y salió por la misma puerta por la que hacía un momento había salido Jack.
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Comments
Yazmin Gómez
esa rubia descarada tocó demás🤭🤭🤭
2024-06-20
4
Zulei Ramirez de Cuellar
ya decía yo que Alice queda con el hermano de su amigo jajaja nunca espere que un parisi fuera gay jejejw pero me encanta ta la historia más xk es bien firme en. sus gustos lo ame
2024-01-04
11
Mary Hernand
Jacob y Alice
2023-12-31
1