Dieciséis

Cada una hora aproximadamente recibían Lucía y Angelo la visita de una enfermera que venía a dar un reporte del estado de salud de Nora, y para la quinta vez que vino ya se encontraban allí Enzo y Anna acompañados de Nico, entonces pidieron ver al médico que aunque con algo de pesar por tener que contar ciertas cosas a los padres, no le molestó para nada repetir todo lo que había dicho anteriormente a los tíos.

- Enzo tenemos que hablar- le dijo Angelo a su amigo cuando este hubo calmado las lágrimas de su mujer después del reporte del doctor.

- Angelo,  lo que sea que tengas que decir dilo aquí, yo también quiero escuchar.- contestó Anna sin esperar que su marido hablara - Ella también es mi hija, y como mismo no me tembló la voz una vez para hacer pagar a quién intentó lastimar a uno de sus hermanos, ahora no me temblará tampoco.

- Lo siento Anna, no quería ofenderte, solamente pensé no molestarte más. - se disculpó el italiano.

- No me ofendiste Angelo, pero no quiero estar ajena a nada de lo que pueda estar pasando con Nora.

- Está bien, vamos a sentarnos y les diré lo que me pasó Luciano sobre este tipo, y ya les adelanto,  no les va a gustar.

Fueron hasta el mismo sofá en el que había estado antes sentada Alice y Angelo volvió a tomar la silla para quedar de frente a ellos.

- Ya estamos sentados, habla- le pidió Enzo.

- Todo esto que ha sucedido es obra de Serguéi Ivanov, estudiante de último año de geografía en la universidad, es el cuarto hijo de un matrimonio ruso, su padre emigró aquí cuando era un adolescente junto a su madre y un hermano y aquí conoció a otra chica rusa y se casaron, pero cuando emigraron se puede decir que literalmente volvieron a nacer al llegar a este país, porque antes no eran Ivanov, antes eran Novikov.- el hombre miró a sus amigos y ninguno de los dos pareció reconocer aquel apellido, habían pasado muchos años desde la última vez que lo escucharan, si embargo sí notó que el hijo mayor de ellos tensaba la mandíbula- Serguéi es el hijo del hermano más pequeño de Mara.- les aclaró.

- Oh señor- se escuchó un sollozo de Anna- Esa mujer va a ser una sombra sobre nosotros siempre.

- Y yo soy el único culpable de eso.- dijo Enzo.

- Te daría la razón, pero tienes que recordar algo, no es esa mujer, es ese apellido, esto viene desde la muerte de los padres de Nico, no lo olvides.- le aclaró Angelo y miró a su amigo otra vez.

.- Enzo, ¿ No vas a decir nada más?

- Que lo voy a matar con mis propias manos.- contestó apretando los puños sobre sus rodillas.

- No- habló imponente Anna y Enzo la miró pensando que ella se refería a perdonar al maldito- No lo vas a matar todavía, va a sufrir mucho antes de morir, pero no ahora, ahora solo tenemos que pensar en nuestra hija y en estar a su lado, Angelo, deja todo cuadrado para que no lo pierdan de vista ni de día ni de noche sin que se de cuenta, que alguien averigüe si otro miembro de la familia estaba con él en esto o fue solamente una idea suya, aunque de algún lado tuvo que saber quien era la familia de Nora y me inclino por la abuela, el padre era muy joven cuando todo sucedió, que averigüen si está viva y si él la visita regularmente. - la mujer tenía todo en su cabeza como si fuera una gran estratega que se enfrentaba a la guerra- Esperaremos a que nuestra pequeña despierte, y mientras, que él crea que no ha pasado nada, que no sabemos en realidad quién es y lo que hizo,eso nos va a llevar a otros implicados si los hay y cuando Nora esté mejor,  yo misma te voy a decir que va a ser de ese infeliz.

- Mamá,  ¿segura que vas a estar bien haciendo esto?- le preguntó Nico, él sabía que con su madre podían contar siempre, pero también sabía que para ciertos asuntos ella intentaba mantenerse al margen.

- Voy a estar mejor cuando mi niña lo esté y ese malnacido va a saber lo que se gana cuando te metes con un Parisi y no hablo de tu padre, y tú eres la prueba de eso.- la voz de la dulce Anna parecía que hubiera desaparecido cuando hablaba.

- Por lo mismo te lo digo mamá,  porque sé lo que eres capaz de hacer por tus hijos, pero también sé cuanto te cuesta. - le dijo mientras dejaba un beso en la sien derecha de su madre y la abrazaba.

- No te preocupes hijo, viviré con eso, no voy a perder ni una noche de sueño si lo que hice fue defender a mi familia.

- Bueno, se hará como tú dices Anna- dijo Angelo mirando al otro italiano buscando si él tuviera algo que objetar, pero sólo lo vio asentir con la cabeza y entonces él se levantó de la silla y salió de la habitación en la que se encontraban para ir a hablar con sus hombres.

Diez horas habían pasado desde que Nora había entrado por las puertas de aquel hospital cuando volvieron a ver al médico.

- Señores Parisi- les dijo acercándose a ellos- Vengo a darles mi reporte antes de marcharme, mi guardia termina dentro de poco y por la gravedad de la paciente quería decirles yo mismo. Primero pedirles disculpas por algo que no se les contó anteriormente, lamentablemente la enfermera que salió a dar los reportes cometió el error de no comunicarles que su hija había convulsionado, pero logramos contener todo y no se ha repetido el incidente- Anna sintió que se desvanecía y se apoyó en su marido.

- Anna- solamente le dijo Enzo mientras la sostenía.- Vamos a que te sientes mientras el médico nos habla.- y se dirigieron al sofá.

- Disculpen por la noticia pero es algo serio en su estado y es mi obligación informarlo.

- No se disculpe doctor, nosotros comprendemos- le aclaró ahora Nico y le hizo una seña para que siguiera hablando.

- Pero por suerte antes de irme también les traigo una buena noticia, la analítica que se le realizó ahora dio que los niveles de la droga en su organismo ya están al mínimo,  solo es cuestión de poco más de una hora para que termine de desaparecer, después de eso, será su cuerpo quien empiece a trabajar para la recuperación, nosotros podremos retirar algunos medicamentos y ella a lo mejor comience a despertar, aunque esto último no les puedo asegurar que sea ya, ahora también empezará a formar parte de su recuperación su cerebro y en eso no podemos hacer nada.

- Gracias doctor, no sabe cuanto nos alegra esa noticia. - volvió a hablar Nico pues sus padres no estaban en condiciones de responder nada.

- Bueno,  si no tienen nada que preguntar me retiro, mañana estaré por aquí otra vez y me haré cargo de nuevo de su hija- les dijo y se giró para irse pero de nuevo regresó a su posición como si hubiera olvidado algo.- Perdón,  cuando les informen sobre el estado final de la droga pueden preguntar cuando pueden estar con ella, en ese momento les informarán si los dejan entrar a acompañarla o deben esperar un poco más,  ahora sí me marcho,  hasta mañana.- y salió de allí sin esperar nada más.

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