Dieciocho

No pasó mucho tiempo sin que aparecieran Anna y Nico y como le había dicho a su padre antes, ella aguantaría el dolor, pero también necesitaba un abrazo de su madre y escucharla decir en su oído cuanto la quería.

Después de los muchos besos y te quiero de aquellos cuatro llegó el momento de hablar seriamente y en eso la palabra la llevaba Nico.

- Sabes que a partir de ahora estarás vigilada día y noche.- le habló su hermano mayor con aquella voz que tenía que te hacía temblar de escucharlo- Mattia vendrá a vivir contigo.

- No Nico,  no puedes poner a Mattia a que sea mi niñero, sabes que él cedió su lugar en la familia a Santino para poder hacer su vida.- le reclamó la chica y buscó con una mirada apoyo en su madre, pero al parecer aquello era algo que ya estaba decidido.

- O se queda Mattia o te regresas con nosotros,  ya él está viniendo y está gestionando dar clases aquí mismo en la facultad de psicología,  que él no quiera aceptar un puesto no lo hace menos miembro de esta familia, además fue idea de él,  dice que tú no te mereces dejar un lugar por el que tanto luchaste e irte de aquí como si estuvieras huyendo.- la chica bajó la cabeza y su hermano la tomó por el mentón y se la subió otra vez.-Mírame Nora,  no bajes la cabeza, si quieres llorar, llora, pero que las lágrimas rueden por tu cara porque tienes la cabeza levantada, firme, que no te vean derrotada porque nadie lo merece. - y abrazó a su hermana que estaba recostada en la cama para que la chica volviera a llorar- Llora pequeña, nadie te va a juzgar por eso, nosotros estamos aquí para ti, y nuestros demonios van a pelear al lado de los tuyos.- los hermanos estuvieron así juntos con los padres al lado, también abrazados hasta que sintieron toques en la puerta y por ella aparecieron Alice y Jack.

El encuentro de los amigos fue también de lágrimas y de perdones por no haberla cuidado mejor hasta que lograron calmarse.

Y así estuvieron un rato hasta que comprendieron que era hora de que todos se marcharan y Nora descansara.

- Ve tú a la casa con Marie amor -  le dijo Enzo a su mujer- Nora y yo tenemos que hablar después que duerma un poco.

- Está bien, pero no la canses mucho, quiero que salga de aquí pronto y para eso necesita estar recuperada.

- No te preocupes mamá,  yo soy la más interesada en irme a mi casa.- le contestó la chica aunque la conversación no era con ella.

- Te amo pequeña. - le dijo la madre y la arropó en la cama para que descansara- Duerme,  después podrán hablar.- le dio un beso y otro a su marido y salió junto a su hijo mayor de la habitación.

- No me mires- le ordenó el padre cuando estuvieron solos- cierra los ojos y duerme, no hablaremos hasta que no descanses o tu madre me matará si se entera.- la chica sonrió e hizo lo que le decía.

El sueño de Nora no fue el más placentero,  tuvo pesadillas que el padre notó y que lo llevaron a arrullarla como cuando era una niña y lloraba en las noches y le provocaron que el odio que tenía en su corazón por aquel hombre creciera aún más.

- ¿Como estás ?-le preguntó cuando la vio abrir los ojos.

- Todo lo bien que se puede estar contando con lo que he vivido las últimas cuarenta y ocho horas.

- De eso es de lo primero que quiero hablar,  te veo demasiado serena, incluso más que tu madre y eso me asusta.

- Papá,  ese miserable me rompió el alma en mil pedazos y aunque ustedes están aquí para juntarlos, ya no hay vuelta atrás,  no se me va a recomponer nunca más y yo no voy a dejar que nadie nunca más se me acerque y darle el poder de volverme a lastimar, esa Nora se murió esa mañana,  esta es otra y tendrán que aprender a vivir con eso.- el padre la miró y en sus ojos vio que lo que le decía era cierto, aquella no era la mirada que tenía Ciara cuando se fue a Irlanda y que él tuvo que consolarla, su hija pequeña no necesitaba consuelo porque aquello solo llevaba venganza.

- ¿Que quieres hacer al respecto?

- Yo nada, lo que hagan ustedes me dejará bien servida, yo solamente te voy a pedir que esperes que yo esté perfecta, quiero ir a visitarlo antes de que le suceda nada, iré a su habitación en la universidad,  quiero que me mire la cara y que vea en ella sus últimos días, lo que le suceda después no es mi problema.

- Está bien, lo haremos así,  hasta ahora él sigue con su vida normal, al parecer cree que tú le temes y que si no han venido a por él es que no lo harán, es tan tonto como su abuelo.

- ¿Me vas a decir quién es?

- Según lo que investigó Luciano es el nieto de uno de los que ordenó la muerte de mi hermano y a su vez sobrino de Mara, tu madre cree que es la abuela la que está detrás de todo.

- Pero a esa familia que le sucede con nosotros.- exclamó la chica.

- Ojalá lo supiera, pero no creo que ni él ni su abuela estén interesados en decirnos así que si Luciano no logra encontrar nada nos quedaremos sin saber.

- Pero sabes qué,  no me importa, como si tienen una gran razón para odiarnos, esto lo van a pagar.

Nora estuvo tres días más en el hospital y después una semana más restableciéndose en casa de Marie y en todo ese tiempo un amigo de Serguéi había ido a casa de la chica a saber donde estaba y los amigos le dijeron lo acordado,  se había ido unos días de vacaciones con su familia.

Cuando la pelirroja se sintió bien quiso regresar a su casa, para ese entonces ya había llegado Mattia y él fue con ella.

- Hola- se escuchó la voz de Nora, que llegaba acompañada de su sobrino, nada más abrir la puerta y del interior vinieron corriendo Jack y Alice y la vista de Mattia se clavó en aquel par haciéndolo tragar saliva al ver venir hacia ellos los ojos más bellos que jamás había visto en su vida y enseguida pensó que nunca habia tenido una mejor idea que la de estar allí.

Los amigos se lanzaron sobre Nora a abrazarla sin detenerse a reparar en aquel corpulento hombre de pelo negro y ojos verdes que tenían en medio de la sala y que no podía apartar la vista de ellos.

- Chicos- les habló Nora cuando se separaron- Les presento a Mattia,  es mi sobrino aunque no lo crean, es hijo de mi hermano Nico y viene a vivir con nosotros, es la condición para que yo siga aquí.

- Pues bienvenido,  puedes quedarte en la habitación de invitados, y si no la tuviéramos te dejaba la mía,  todo porque Nora siga con nosotros, yo soy Alice.- le dijo ella extendiendo su mano y el chico sonrió al estrechársela.

- Y por qué mejor no hacemos algo, que se quede en mi departamento,  yo estoy solo allí y así estaríamos bien divididos , y yo soy Jack- le dijo levantando también su mano.

- No quiero importunarlos, yo me quedaré donde sea.- respondió el pelinegro.

- Esa es la mejor idea, no quiero arrastrarte detrás de mi todo el tiempo,  tú tienes una vida y es mejor si te quedas en el departamento de Jack así los dos tendremos nuestra intimidad.

- Nora,  sabes que tengo que estar cerca.- le dijo como advirtiéndole.

- Estarás cerca, es la puerta de enfrente- le aclaró y le puso ojos de perrito regañado.

- Está bien Nora,  me quedo allí. - y así quedó todo arreglado para la convivencia de aquellos cuatro.

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Comments

Vane

Vane

yo quiero ver una fotos de ellos, más o menos tienen la misma edad

2024-11-24

1

Guadalupe Armenta Lopez

Guadalupe Armenta Lopez

o a lo mejor le gusto Jack /Facepalm//Facepalm/

2024-07-04

3

Yazmin Gómez

Yazmin Gómez

A Mattia ya me gustó Alice

2024-06-20

3

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