Seis

Era más de medio día cuando Jack tocó la puerta de la habitación de su hermano y escuchó un pase de éste que todavía se encontraba entre dormido y despierto.

- ¿Podemos hablar ahora?- le dijo a su hermano cuando estuvo frente a la cama y lo veía estirarse como si fuera un camionero y pensó en como tomaría su madre un acto de tan poca clase como aquel y sonrió para sus adentros.

- Espera a que me bañe, apesto, y no mires mi habitación como si fuera la puerta del infierno- le dijo por la mirada que tenía su hermano pequeño al ver cuantas cosas tenía tiradas por todos lados- Aprende a hacer lo que quieras, nadie va a morir por eso aunque te hagan sentir que por tu culpa morirán.- y se levantó en bóxer y Jack pensó que decididamente su madre sufriría un derrame cerebral si viera a un Williams durmiendo sin el pijama adecuado.

El niño estuvo un rato husmeando por la habitación de su hermano,  aquello era un lugar prohibido al que no se podía acceder a menos que él estuviera presente y sólo si se te concedía la entrada.

- Ya estoy mejor- dijo el mayor de los hermanos Williams al salir de baño, con el pelo aún mojado y una toalla alrededor de la cintura.

- ¿ No vas a vestirte?- le preguntó su hermano.

- Voy a ponerme un bóxer por que es incómodo andar con una toalla húmeda pegada al cuerpo, pero no por otra cosa.- le respondió mientras se arrancaba la toalla y buscaba desnudo que ponerse en una gaveta.

- Por Dios Jacob,  tú no tienes pudor. - le reclamó el pequeño.

- Lo tengo, pero tú eres mi hermano, de nada sirve que te haga creer que soy otra persona que en realidad ni estoy cerca de ser, no contigo que eres lo único verdadero que hay en esta casa.

- No soy tan verdadero como tú crees, y de eso vine a hablarte.- le dijo con tristeza pensando que estaba a punto de defraudar a su hermano mayor.

- Tienes toda mi atención,  quiero saber cuál es ese pecado tan grande que has cometido que no te deja dormir en paz.- se burló Jacob de él.

- No estoy en el equipo de fútbol,  ni siquiera sé cómo se juega y no me interesa saber.- dijo Jack sin detenerse ni a respirar pensando que de los tragos amargos se sale pronto y lo que escuchó lo dejó anonadado,  su hermano había estallado en una risa incontrolable.

- Jajajajajaja,  Dios Jack,  jajajajajaja estás mal de la cabeza¿ Tú pensabas qué yo no sabía eso? Además ¿ Tú crees que me importa para algo que no sepas jugar al fútbol? Jajajajajaja- el niño lo miraba asombrado. - Espera, deja que me calme, no me sigas mirando así o no voy a parar de reírme, date la vuelta, no me veas con esa cara.- el chico hizo lo que su hermano le pidió y se paró de frente a la ventana mirando al jardín y esperó un poco- Ya- escuchó la voz de Jacob a su lado y como respiraba hondo para terminar de calmarse después de tanto reír.- Ahora en serio, eso yo lo sabía desde siempre.

- ¿Y si lo sabías por qué seguías preguntándome como me iba en el equipo?- le reclamó por los malos ratos que le hizo pasar.

- Por que quería escucharlo de tu boca, eres mi hermano, prefiero saber las cosas por ti y no tener que enterarme en el club por las amigas de mamá.

- Lo siento,  yo pensé que si te enterabas que no estaba en el equipo me ibas a decir lo desencantado que estabas de mi, como lo hace papá.

- Yo no soy papá Jack y ahora que ya arreglamos nuestras diferencias deportivas¿ Vas a decirme quién es la golfa pobretona con la que te restriegas?- el niño miró a su hermano con odio en los ojos- Tranquilo fiera, esas no son mis palabras.- se burló de él el mayor al verlo tan desencajado.

- ¿Jessica ?- Jack vio a su hermano asentir- Debería atragantarse antes de hablar.

- No te preocupes, lo que ella diga me tiene sin cuidado, ella se cree la hija del sultán de la India y no sabe las de maravillas que hace su padre para seguir manteniendo las apariencias de millonarios.- el chico miró a su hermano con asombro.- No me mires así,  que te crean un tonto sin nada de cerebro tiene sus beneficios,  a veces escuchas más de lo que algunos quieren.

- Jacob,  llévame contigo a donde sea que estés- le dijo en broma.

- Lo siento, allí sólo puede haber un rey y ese soy yo, y no me cambies el tema y dime de lo que te pregunté.- el niño le sonrió.

-  ¿ Alguna vez sentiste que a tu vida llegó alguien real, alguien que no quieres que se vaya?- le preguntó a su hermano sin quitar la sonrisa de su rostro.

- No, no he tenido esa suerte, pero joder Jack,  tienes solo trece años, no puedes decirme eso.

- No importa si tengo trece o ciento treinta años, Alice es alguien que llegó a darle luz a mi vida y no me importa lo que digas tú o la mal agenciada de Jessica,  Alice está a mi lado sin preocuparse de quién soy o que beneficios le trae mi amistad.

- Wuao, si que es importante la Alice,  hasta te escuché maldecir, espero que no sea ella quién te está enseñando esas cosas o a mamá no le va a gustar.- se burló del niño y lo vio poner una cara de enfado-  Cálmate, solamente me estoy burlando de ti, a mi no me importa de donde la sacaste o el dinero que tenga su familia, sólo me importa que te haga feliz, y si me encaraste de esa forma es que la niña tiene su fuerza y eso te hace bien. Recuerda que eres tú el que debe decidir tu vida, no dejes que mamá o papá decidan al lado de quién debes estar, ellos buscaran a la que más le guste a sus amigos del club.

- Gracias por comprender, al menos tendré a alguien con quién hablar cuando ellos decidan que esa amistad no me conviene.

- Eh, tranquilo bebé,  no me metas en enredos, recuerda que yo todavía necesito del dinero de ellos para estudiar en la universidad,  bastante choque ya tuve al irme a estudiar a Estados Unidos y no aquí como lleva la tradición. - Jacob vio la tristeza en los ojos de su hermano- No me pongas esa cara de perro regañado, eres tan inglés que no entiendes un chiste, claro que puedes contar conmigo, solamente no me cuentes nada de tus cosas privadas, eso lo aprendes a hacer sólo como aprendí yo.

- No te preocupes, no pretendo contarte nada, sólo de imaginarte con Jessica no creo que tengas ningún buen consejo que dar.- el chico le puso cara de asco y su hermano volvió a reír.

- Hay Jack eres tan ingenuo, pero espero que te des cuenta de lo que es la vida pronto, sólo no dejes que te aplasten, recuerda que yo después de este viaje vendré solamente una vez por año y ya no puedo protegerte.

- No hace falta, para eso está Alice.

- ¿Qué estás diciéndome,  que la chica es una matona?- le preguntó riendo otra vez y el menor también lo hizo.

- No, cómo crees, ella ni siquiera sabe luchar, pero no sabemos por qué el director prohibió que se le molestara, y puedes creerme si te digo que lo hacían bastante por no tener dinero, y desde entonces estamos juntos, si no pueden molestarla a ella, no pueden molestarme a mi mientras estoy a su lado.

- Entonces te estás aprovechando de su compañía.

- No te niego que eso fue lo que pensé hacer- le dijo a su hermano apenado- Pero lo hablé con ella y me dijo que no había problema,  que ella necesitaba un amigo y yo también,  así que los dos salíamos beneficiados.

- Bueno, creo que encontraste una chica muy inteligente,  suerte, esas son las más difíciles,  y ahora vete, voy a seguir durmiendo,  me acosté como a las cinco haciendo tú sabes que.- le dijo a su hermano riéndose.

-  Que asco, me voy no digas más. - el niño se levantó y salió rápidamente de la habitación y dejó a su hermano riéndose de él.

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