capitulo 16

Catalina White se negaba a comprender y a aceptar la decisión de Eric, ella una mujer que cualquier hombre desearía tener, era rechazada por el hombre más frío que había conocido, él era llamas cuando estaban en la cama, pero al acabar cambiaba convirtiéndose en un ser diferente estuvieron juntos dos meses los cuales bastaron para enloquecerla un hombre con rostro europeo que podría acaparar cualquier multitud, ella con tal de mantenerlo a su lado accedió a sus deseos convirtiéndose en el juguete para satisfacer su fetiche.

Sin previo aviso y con una sencilla conversación la dejo como si fuera una oficinista siendo echada después de muchos años de trabajo, su orgullo de mujer bella no se lo permitía, así que su cabeza le hizo creer que debía darle espacio para regresar a la normalidad en dónde él la llevaba a un elegante restaurante para después ser devorada en su cama. Todo se derrumbó cuando él como un perro sarnoso la saco de su apartamento mirándola con frialdad como si nunca hubiera sentido o tenido un alma, Catalina ahogó su desdicha bebiendo en su lujoso apartamento pagado por cada trabajo hecho desde niña, su padre le mostró desde muy pequeña el mundo de las estrellas siendo él un productor de cine que la amo más que a su vida enseñándole que la belleza y el poder van juntos por eso se esforzó en ser la más bella y exitosa teniendo a sus pies a un sin número de pretendientes que solo querían salir bien en las portadas de las revistas, caprichosa y mimada así era ella usaba el poder dado por su padre para quitar de su camino a quienes querían opacar su estrella, sin esfuerzo consiguió reemplazo de aquel hombre sin sentimientos al enterarse de que estaba encariñándose con un nuevo trofeo lo siguió por varios días dejando de lado su trabajo.

— ¿Que tiene ella que no tenga yo? Es una mujer gorda, vulgar y simple. Él es un hombre importante y adinerado para estar interesado en eso.

Su nueva conquista accedió a complacerla llevándola hasta la fiesta de aniversario de la firma, ella creyó que cuando él la viera de manos de otro hombre de inmediato regresaría, pero todo fue en vano término sacada a la fuerza por su acompañante que sin pensarlo la dejo en la calle avergonzado de haber Sido utilizado para que ella regresará con su ex amante. A los pocos días recibió en su casa una orden de alejamiento dictado por la corte en dónde la obligaban a estar lejos de aquel hombre que deseaba enojada por ello rompió en mil pedazos aquel papel y le tiró la puerta en la cara al mensajero, volvió un caos la sala gritando a todo pulmón rompió cada cosa mientras lloraba a mares si su padre la viera estaría avergonzado de ella, así que después de unas horas decidió irse a su spa favorito para relajarse y así pensar en su venganza hacia aquel hombre que maltrato su orgullo y su corazón.

En cuanto a Eric, su vergüenza lo carcomía su pasado, intentaba arruinarle el presente con la mujer con la que quería un futuro, motivado y ayudado por JJ busco a Elisabetta dos días seguidos hasta que pudo conseguir un momento con ella, él la miraba como niño castigado y ella solo miraba a la nada, trato de articular palabra, pero fue vencido por el miedo y la vergüenza haciendo que ella hablara en su lugar.

— Perdón por no contestar tus llamadas, no soy nadie para estar molesta por esa noche, solo somos amigos. Así que no debería estar enojada, volvamos a ser como éramos antes, esta vez te contestaré y planearemos una salida.

Esas palabras hicieron que sintiera dolor en su cuerpo, ella lo mandaba a la friendzone así de fácil.

— Entiendo, pero eso no me detendrá, tengo un pasado del cual quisiera algún día hablar, al parecer Rebeka tenía razón.

— ¿De qué hablas?.

— Me gustas, Elisabetta. Eso pasa. Tengo treinta, pero contigo me siento como un muchacho, hace mucho que no me sentía así, tus palabras me duelen, pero me motivan aún más para ganarme tu cariño.

Elisabetta solo guardó silencio, aquel hombre se estaba declarando para ella, eso era impensable y más después de haber escuchado las advertencias de su amiga.

— Debo, irme, Eric, hablamos después.

— Te acompaño.

— No es necesario, pronto abrirá el club, así que debo prepararme, lo siento.

Ella salió de la oficina sin mirar atrás, dejando a un hombre con los sentimientos a flor de piel. JJ entro al rato viendo cómo su amigo tapaba su rostro y casi estaba en posición fetal.

— ¿Tan mal te fue?.

—No lo sé, ella me mandó a la friendzone, pero aun así le dije que lucharía por su cariño.

— Bueno, es primera vez que te veo haciendo eso, recuerda eres un viejo comparado con ella.

— Deja de molestar, puedo tener treinta, pero me veo más joven y vigoroso que cualquiera. — ¡Qué engreído!, Eso no cambiará el hecho que le llevas siete años, ella es una pollita al lado tuyo.

— Ahora estás intentando desanimarme, eso no lo lograrás.

— Oye, ella me gusta, pero como amiga. Aunque no puedo negar que al principio quería tener algo con ella. Eso, cambio ahora la respeto y me he ganado su amistad.

— Eso espero, Julia Jones. Me voy mañana, tengo reuniones interminables.

— Nos vemos semental.

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