capitulo 12

Tomo un taxi tan rápido como pudo, su madrina no logro alcanzarla a pesar de haber gritado su nombre, Elisabetta solo agachó su cabeza intentando esconderse, estaba algo triste, enojada, estaba hecha una nube de emociones negativas debido a aquella noticia que la había tomado por sorpresa, siempre habían Sido ella y su madre la ausencia de su padre nunca la había afectado, pues no convivió ni lo conoció.

No regreso al apartamento, en vez de eso se dirigió hacia la oficina de su amiga aprovechando que faltaba poco para la hora del almuerzo, necesitaba desahogarse por completo. Llegó después de media hora, bajo del taxi e ingreso al edificio en dónde saludo a la recepcionista y ella amablemente le dio su carnet de visitante para poder ingresar a las oficinas, tomo el ascensor, el cual ya estaba ocupado por una persona sin mirar saludo y agachó su cabeza sin percatarse que el hombre la observaba, ella iba inmersa en sus pensamientos evitando las ganas de llorar. Mientras tanto Eric no dejaba de mirarla tanto planear un encuentro con miss Belo y allí frente a él estaba con una cara que no podía disimular la tristeza, así que guardo distancia hasta llegar al piso de su oficina, ambos bajaron y ella lo observo por primera vez de inmediato se le dibujó una sonrisa al reconocerlo.

— Señor semental, ¿eres tú?.

— Solo recordó eso, miss Belo.

— Lo siento, su nombre se me olvidó. ¿Usted trabaja aquí?.

— Sí, ¿Y usted?.

— Vengo a visitar a una amiga que recién comenzó a trabajar aquí. Se llama Noelia.

— Claro, es mi colega, su oficina está cerca a la mía.

—Qué pequeño es el mundo, señor.

— Eric, me llamo Eric. Vamos la acompaño.

— Gracias, eres muy amable.

En el pasillo se encontraron a Noelia que acompañaba a su clienta hasta el ascensor y se sorprendió al verlos juntos charlando como si se conocieran.

— Abogado Cohen, Elisabbeta.

— Hola, hermana, perdón por venir sin avisar, es que necesito hablar contigo, urgente.

— Está bien. Espérame en la oficina mientras despido a mi clienta.

— Bueno, miss Belo nos vemos después, colega.

Eric entró a su oficina mientras que Elisabetta caminaba hacia la de Noelia. Su amiga regresó casi corriendo, tenía muchas preguntas con respecto a ese raro encuentro.

— Viniste sin avisarme, eso es raro, habla de una vez.

— Noelia, mamá, se va a casar.

Noelia abrió bien los ojos y se sentó de inmediato al lado de su amiga.

— ¿Estás segura?.

— Sí, vengo de su casa y la encontré con su prometido, un hombre que nunca había visto, ella trató de explicarlo. Salí corriendo de allí.

— ¿Cómo te sientes?.

— Quisiera estar feliz, pero no es así, estoy enojada, triste, un completo desastre. Es que siempre hemos Sido las dos y ahora de la nada sale que está enamorada y que se va a casar con un hombre que nunca he visto. Ni siquiera tuvo la decencia de presentármelo, ¿acaso no soy su familia?.

— Tienes razón, pero sabes que tu madre sufrió mucho después de lo de tu padre, así que me imagino que ella quería contarte cuando realmente consolidara la relación.

— Eso lo entiendo, pero aun así me siento enojada, Noelia.

— Lo sé, pero tienes que darle la oportunidad a ella para que puedan hablar al respecto, además debes estar abierta a conocer a su pareja. Será extraño al principio, solo debes poner de tu parte, recuerda que ya no vives con ella y ella necesita compañía para el resto del tiempo que le queda.

— Tienes razón, ya me dio hambre, podemos pedir algo, esta vez invito yo.

— Está bien, aunque tengo una duda reciente.

— ¿Cuál?

—¿De dónde conoces al abogado Cohen?.

— ¡Así se llama!, Lo conocí en el club mientras husmeaba en el camerino de las empleadas.

—¡Qué!.

— No lo malentiendas, él es amigo de mi jefa, pero no recordaba su nombre, fue muy amable esa noche.

— ¿Por qué te llama miss Belo?.

— Ese es el nombre artístico que me puso JJ. Según ella, por protección.

— Parece más como un nombre de callejera.

— ¡Oye!

— Discúlpame, así que él es amigo de tu jefa. ¡ Qué pequeño es el mundo!.

— Si así mismo pensé. Pedimos comida china o que.

— Sí, se me antoja mucho y no se te olvide el postre.

En su oficina, Eric no dejaba de sonreír ante el encuentro con la mujer que tanto deseaba, así que decidió invitarla a almorzar. Tocó la puerta de la oficina de su colega, abriendo está de inmediato.

— Colega, ¿Cómo está?.

— Bien señor Cohen. ¿Necesita algo?.

— Sí, quisiera invitarlas a almorzar. Elisabbeta al escuchar la propuesta se levantó de su asiento.

— Eso es una buena idea, aceptamos.

— Betta.

— No me digas así, nos vamos enseguida.

— Claro, las espero.

Ambas bajaron junto al caballeroso hombre, Eric no podía disimular el gusto de estar al lado de la mujer que lo traía loco desde esa noche, pero Noelia se sentía escéptica ante aquella inesperada invitación. Eric las dirigió a su auto para llevarlas a un restaurante a una cuadra de la oficina.

— suban iremos a un restaurante que me encanta.

— Claro, gracias, señor Cohen.

— Ya recuerdas mi nombre.

— Mi amiga me lo recordó.

— Falta que me digas el tuyo, no puedo seguir llamándote miss Belo durante todo el trayecto.

— Eso es cierto, me llamo Elisabetta Popa.

— Bonito, nombre. Parece de Rusia.

— Rumania para ser más exactos.

— ¡Es una sorpresa!. Estuve en Moscú una vez con mi madre, pero nunca he ido a Rumania.

— Yo tampoco, mi madre es de allá, pero yo nunca he ido.

— Entonces naciste aquí.

— Sí, viví toda mi vida en south Boston.

— Tierra de irlandeses.

— Sí, se nota mucho, ja, ja.

— bastante, ¿Ambas viven allá?.

— No, colega, vivimos a una hora de la oficina, nos conocemos desde niñas. Nuestros padres son amigos desde que nos conocimos en la iglesia.

_ Ok, ya llegamos este restaurante, es de JJ es muy bueno. La atención es de primera.

— Ella tiene muchos negocios.

— Sí, ella está involucrada en casi todos los ámbitos, excepto en las leyes. Entremos.

Consiguieron una mesa cerca a una de las ventanas, allí Eric trato de impresionarla explicándole cada plato del menú. Pidieron platos distintos y él se encargó del vino.

— Eric.

— Sí, Elisabbeta.

— Usted es muy raro.

— Betta.

— Déjala, colega. Todos al principio tienen esa percepción de mí, por el hecho que soy muy estricto con mi trabajo y en mi vida personal, además soy de pocos amigos, la única que considero así es a JJ y a mi secretaria Rebeka.

— Eso veo, nosotras somos más extrovertidas, y yo hago amigos fácilmente.

— Eso es de admirar.

— ¿Cuántos años tienes?.

—Treinta ¿y tú?

— veintitrés.

— Apenas estás comenzando la vida.

Noelia se sentía fuera de lugar, tenía la intuición de que el almuerzo solo fue una excusa de su colega para estar más cerca de su amiga. Así que solo se limitó a escuchar la conversación.

— Colega, ¿Ya decidió a quién llevar a la fiesta de aniversario?.

— Sí, invite a la señorita, pero hay que esperar que le den permiso en el trabajo.

— De eso me puedo encargar yo, hablaré con JJ para que le dé el permiso.

— Eso sería fantástico. Fue bueno encontrarnos, señor Cohen.

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Comments

Vycthorya Go

Vycthorya Go

jajaja Eric anda como perrito faldero tras Eli

2024-03-03

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