10.- Un logro más.

...DORIAN...

Sabía que algo pasaba con ella, al investigarlo pude darme cuenta la vida tan cruel que ha llevado, cada que leía un solo párrafo de su vida me daba nostalgia y a la vez ira al punto de sentir esas ganas inmensas de hacerle pagar a cada hijo de puta que se atrevió a lastimarla.

Ella no merecía esa vida, es una lindo ángel, Tahis cada que plática de ella hace interesarme más en ella, quiero protegerla, hacerla sentir segura, pero sobre todo ayudarla a construir su vida y hacerla crecer porque ella se lo merece y si ella me lo permite la haré feliz en todos los sentidos.

Tan dispuesto estoy a todo por ella que lucharé hasta ganarme su corazón y cuando lo consiga la haré entender que es la mujer más hermosa del mundo y cada beso que pueda darle intentaré borrar cada fantasma de su pasado.

...ALINA...

Después de nuestra salida todo ha sido para bien, cada que puedo o más bien cada que el trabajo de Tahis se lo permite salimos a pasear, pero gracias a ella y a su sentido de la moda tengo el vestido y las zapatillas perfectas para mi graduación que será en dos semanas.

La verdad nunca me imagine poder llegar tan lejos, pero todo es gracias a mi ángel que me cuida, Lenin Collins, aunque pase el tiempo aún llevaré su recuerdo muy dentro de mi corazón, porque por el hoy estoy aquí, viva, siendo libre, reanudado mi vida y mis sueños...

Suspiro al volver a recordarlo, todo lo que haga será en su memoria, termino de peinarme y salgo de mi habitación para la reunión de la familia torcida como siempre dice Tahis, eran asada y no sé que más en el jardín.

Bajo las escaleras viendo cada escalón para no caer, aún no me acostumbro a estas zapatillas que por cierto también me las regalo Tahis, sigo concentrada que no me doy cuenta que esta alguien parado al pie de las escaleras, hasta que estrelló en un pecho tan duro que parece roca, pero esa fragancia creo haberla olido antes hasta que levanto mi vista y es el mismo hombre misterioso de hace una semana.

Me quedo prácticamente congelada, él no deja de verme hasta que ladea la comisura formando una sonrisa demasiado sexy, al solo verlo así mis piernas no sé por qué pierden fuerza y simplemente se me doblan y él solo me rodea con sus fuertes brazos, sintiendo una calidez extraordinaria quedándonos así por no sé cuánto hasta que la voz de Tahis corta el extraño, pero maravilloso momento.

- hol…- volteó a verla y está sorprendida pero solo sonríe ampliamente- disculpen, de verdad no quería interrumpir.

- carraspeo separándome de él- no interrumpe nada, Tahis,- toso de nerviosismo porque él aún tiene su mano sobre mi cintura- ¿que necesitas?.

- no te preocupes yo lo resuelvo- carraspea acercándose a nosotros- bueno solo queda presentarlos, Dorian ella es Alina; Alina, Dorian, listo, adiós nena.

Y la veo irse sin detener su paso apresurado, iba a caminar cuando me toma del brazo girándome viéndolo nuevamente.

- Alina, creo que te debo una disculpa, por aquella vez- niego sonriéndole, veo su mano llevársela a su bolsillo y de ella saca una pequeña caja y me la da- espero te guste, es mi forma de pedirte perdón por irrumpir en tu habitación.

- de verdad no era necesario, esto, esto es demasiado- él niega mientras le entrego la caja.

- te seré sincero las disculpas eran solo una excusa, esto te lo quería regalar es echo especialmente para ti -abrí mis ojos, no entendía el porqué de su regalo si en este momento era oficial de conocer su nombre y no llamarlo más el hombre misterioso- solo, por favor, ¿puedo?.

Suspire hasta asentir dándome la vuelta, recojo mi cabello y él sutilmente pasa sus manos por mis hombros hasta rodear mi cuello colocando el hermoso colgante, me gira de nuevo haciendo la misma conexión desde que entró a mi habitación.

Me sonríe dándome un beso en la mejilla, toma mi mano y caminamos hacia el jardín, era extraño, pero en verdad no sé necesitaba tantas palabras para entendernos tan rápidamente.

Los días fueron pasando en donde no lo veía tan seguido, pero cuando nos visitaba, él siempre buscaba el momento perfecto para decirme lo hermosa que estaba y de vez en cuando juraba que estaba surgiendo sentimientos por mí, algo que es aún tan increíble.

Yo siendo una mujer tan común el que puede tener a la mujer que quiera, es tan difícil de creer que no sé que pensar.

Thais me trajo al salón de belleza para que me arreglaran para este día, cuando terminan y al verme al espejo comienzo a reconocerme aún más, sé que me falta un largo camino en aprender amar mi reflejo, suspiro, cuando volteó me enseña el vestido y ahí mismos me cambio.

Al salir del centro comercial, esta Dorian recargado en su auto, al vernos de inmediato se acerca, abraza a Thais y a mi igual me abraza dejando un beso cerca de mis labios.

- ¿lista?- lo veo más que confundía volteando a ver a Thais quien solo sonríe- permíteme llevarte a tu graduación.

- está bien, gracias Dorian - él asintió tomando mi mano, hasta caminar a su auto, mientras Tahis se subía a la camioneta.

El largo camino era silencioso, con ese juego de miradas que siempre había entre nosotros, pero me gustaba tenerlo cerca me transmitía seguridad a pesar de mis muchas inseguridades; él en ningún momento soltó mi mano y de vez en viendo dejaba un beso sobre mis nudillos.

Al llegar me ayudo a bajar entrelazando mi brazo en el de él, entramos hasta llegar la explanada donde me esperaban Dan, Tahis y las demás chicas, los saludé hasta irme a mi asiento, la ceremonia fue tan rápida que me habían dado un diploma por excelencia, estaba feliz.

Me felicitaron todos, abrace de nuevo a Dorian y solo sentí un beso en mi cuello.

- felicidades, preciosa, por un logro más- asentí suspirando, hasta que solo sucedió me dio un beso, por un momento me quedé en blanco hasta que seguí su beso lento, pero mágico, al separarnos dejó un beso en mi nariz- te tengo una sorpresa, ¿lista?.

No entendía que me decía, pues apenas mi cerebro intentaba procesar lo que había pasado, solo lo vi sonreírme e hice lo mismo, me tomó de los hombros y solo me giro quedándome más que impactada, era él, mi hermano, Lenin.

Comencé a llorar hasta que corrí hacia él sintiendo sus brazos alzarme, cuando me bajo solo me hundí en su pecho sollozando, mis sentimientos estaban revueltos, porque me dolía haberme separado de él, pensar que lo había perdido y hoy verlo aquí, conmigo sano y salvo.

- tranquila hermanita, estoy aquí y te prometo no separarme de ti- me separé de él asintiendo aun en un mar de lágrimas.

En este momento quería expresarle demasiadas cosas, pero mi llanto y mis sentimientos me lo impiden, porque forman un gran nudo en mi garganta, sigo llorando hasta que siento que me abrazan y sé que es Dorian por su exquisita fragancia y solo por arte de magia logro calmarme.

- Lenin, no sabes la falta que me hiciste, pero tenerte aquí me hace sentirme tan completa como no tienes una idea- él asintió besando mi frente.

Lo vi saludar a Dorian y a Dan con familiaridad, entendiendo que ellos tres son amigos, estoy tan feliz porque esos tres hombres a pesar de lo que son, hacen o se dedican se que ellos me protegerán y no solo porque lo sienta sino porque lo han dicho, solo espero algún día ser feliz completamente y liberarme de lo que aún llevo cargando en mis hombros, pero tengo fe que muy pronto seré liberada.

LENIN COLLINS

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