7.- Bienvenida.

... NARRADOR...

En el momento que la avioneta despego Lenin se escabullo entre la vegetación, él aún no sabía como Aníbal se había enterado de que Alina estaba aún con vida y quería a toda costa recuperarla.

Él llamó a su casi hermano, para qué cuidará de ella, porque él sabía que tarde o temprano Aníbal lo encontraría para matarlo y necesitaba que Alina estuviera con alguien que cuidará de ella, así que ciegamente confiaría en él.

...ALINA...

Mientras las horas pasaban, mi mente rebobinaba todo lo que había sucedido, el asesinato de mi madre, el engaño de Aidan, él caer en las garras de Aníbal, el que Lenin me salvo de la muerte segura; pero cayendo en cuenta lo que había pasado, ellos habían dado su vida por mí.

La señora Frida y Lenin, ellos lo dieron todo para darme mi libertad tan añorada, de solo pensar que murieron a manos de ese monstruo, me da impotencia, coraje, tristeza, todos mis sentimientos están tan encontrados que mis lágrimas salen sin parar, pero sonrió porque a pesar del corto tiempo que pude convivir pude darme cuenta que eran unas personas extraordinarias y que no los defraudaré.

Y aunque tarde mil años de alguna manera vengaré sus vidas; estoy perdida viendo por la ventanilla, pero vagando aún en mi mente que no me había dado cuenta que ya habíamos llegado, un hombre habla obteniendo toda mi atención.

- hola, tú debes ser Alina- asentí sorprendida y con miedo a la vez- bienvenida, pero tranquila bonita aquí estarás bien, soy Dan, amigo de Lenin.

Al escuchar solo el nombre de Lenin me levanté, fijándome que aún estaba en pijama, tomó mi mano ayudándome a bajar, viendo varias camionetas negras, mis sentidos se pusieron alerta y detuve mi andar.

- solo son mi gente, aquí serás libre,- se queda observándome detenidamente- pregunta, sé que quieres preguntarme algo, anda Alina.

- es que no sé por donde empezar- sonríe tomando mi mano nuevamente.

- yo dijera que por el principio, créeme todas tus dudas las disiparé- asentí caminando junto a él.

- quiero saber, ¿en dónde estoy?, ¿dónde voy a vivir?, ¿quién eres tú?, y ¿en qué voy a trabajar?.- asintió, mientras la camioneta comenzaba a avanzar.

- bueno mi nombre te lo e dicho, soy solo Dan, estamos en Irlanda, vivirás conmigo y de trabajar eso no, Lenin me encargo mucho que empezaras a estudiar y eso- asentí un poco conforme con sus respuestas.

Después de ese breve cuestionario, gire a la ventanilla admirando el hermoso paisaje hasta que entramos a una finca, donde estaba algunos hombres cuidando los alrededores al estacionar bajo Dan abrió mi lado ofreciéndome su mano.

Camine junto a él y al entrar había varias mujeres al verme sonrieron saludándome, me sorprendí porque todas me abrazaron, saludaron a Dan de beso y se fueron, tenía mi cara shokeada y creo que él se dio cuenta, solo tomo mi mano llevándome a su despacho.

- seré directo, las chicas que acabas de ver viven aquí y trabajan para mí- me sorprendí por lo que acababa de decir- no te asustes, ellas solo son acompañantes, las cuido demasiado.

Asentí enterándome que era un acompañante, eran chicas pagadas solo para salir con algún hombre a algún evento y sobre si tenían intimidad era a decisión suya, él dijo que no influía en eso, solo eran como chicas espectaculares para mostrar a los demás o algo así.

Me llevo a mi habitación donde tenía todas las comodidades, me di una ducha y solo me acosté a descansar, pero solo intente porque aún mis fantasmas se presentan a atormentarme...

Desde hace un año vivo con Dan, me e echo muy buena amiga de todas las chicas al igual que de Dan, y así como llegue a la semana comencé mis estudios empezando de cero, me siento muy a gusto aquí.

Ayudo a las chicas con lo que puedo cuando tiene que salir con hombres de gran renombre, siempre que se arreglan me encanta verlas su ven tan hermosas, que espero algún día verme tan bonita como ellas…

Estaba terminando unos apuntes sobre mis estudios, ya que tomó clases en línea, porque a pesar del tiempo aún no me animo a salir de esta casa, aún tengo temor, aunque Dan me jura que aquí estoy a salvo, pero yo me siento más segura dentro de esa fortaleza.

Cierro mi cuaderno y me dispongo a salir de mi habitación encontrándome con Tahis, quien me abraza tan fuerte que saca el aire de mis pulmones.

- hola Ali, ¿hoy si me acompañaras a hacer mis compras?- suspiro viéndola hasta negar- nena, sabes que te ayudará, no puedes seguir viviendo así no es sano.

- Tahis, perdón, pero aún no puedo superar -ella asiente mostrándome una enorme sonrisa.

- está bien nena, pero te traeré un hermoso vestido y espero algún día lo uses para salir conmigo- asentí despidiéndome y solo la vi irse.

Baje las escaleras caminando a dirección del pequeño estante donde están los libros que me han regalado las chicas, tomó uno y me siente en el pequeño sofá a sumergirme en una hermosa historia.

Pierdo la concentración al escuchar paso acercarse, levanto mi vista y es Dan quien se sienta frente a mí.

- ¿que haces bonita?- le entrego el libro mientras él lo hojea- este libro ya lo has leído muchas veces.

- si lo sé, pero me gusta- él asintió, me entrega el libro y solo se queda viéndome fijamente- ¿que sucede?, no me digas, ¿de nuevo habrá fiesta?.

- si bonita, solo es para darle la bienvenida a un gran amigo- asentí levantándome del sofá, estaba por irme cuando él toma mi mano - sabes que si tú quieres puede bajar.

- gracias Dan, pero no lo creo- asintió levantándose, me abrazo hasta dejarme un beso en mi frente.

- entonces pediré que te suban los bocadillos que van a servir - asentí separándome de él y solo subí aprisa las escaleras.

La tarde se fue muy rápido llegando tras ella la noche, la música se escuchaba igual a las risas y gran bullicio, cuando de pronto abrieron la puerta, viendo un hombre muy alto, ojos claros, quien solo me miraba fijamente, me sonrió negando, pero antes de cerrar hablo y con solo escuchar su voz hizo que cada fibra de mi cuerpo vibrar intensamente.

- una gran disculpa señorita- asentí y solo cerró quedándome sorprendida por lo que había pasado.

Pero que rayo ha sucedido, ¿por qué al escuchar su voz mi cuerpo reacciono así?, ¿quién es él?, y ¿por qué abrió así?, por más que me cuestionara no tendría respuesta alguna, ya no quería seguir pensando sobre el incidente con ese hombre misterioso, así que solo me recosté y prácticamente me obligue a dormir a pesar del ruido que había afuera.

DAN.

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