9.- Gracias.

...DORIAN...

Al despertar tenía un dolor horrible de cabeza, me levante y me di una ducha cambiándome con mi ropa que había mandado traer, al salir de la habitación baje las escaleras con la esperanza de ver a la bella Alina, pero no fue así, desayune e hice todo lo posible para quedarme, pero mi trabajo no me permitía más, me despedí de Tahis y de Dan quien estaba en el despacho y solo me fui a seguir mi día a día.

Al llegar a la fábrica, supervise a detalle cuando empacaban la droga, estaban por terminar para mandar esta carga a diferentes partes del país, pero así como me concentraba en la mercancía que pronto saldría en camiones, también mi mente recordaba esos hermosos ojos, esos carnosos labios y toda su bella anatomía.

No sé por qué la pienso si solo la vi por algunos minutos ayer, no entiendo por qué mi mente y mi cuerpo se comportan así, es la primera vez que me sucede al ver a una mujer, solo sé que algo hay en ella que sin duda me atrae y espero poder conocerla y ahora si disculparme por la gran idiotez que hice anoche…

...ALINA...

Al despertar aún no podía quitarme de la mente al hombre misterioso que irrumpió en mi habitación, me levante duchándome al terminar me cambié alistándome y muy a mi pesar saldría por primera vez de esta casa, presentaría los exámenes finales de la preparatoria, tome lo necesario al bajar las escaleras solo había desastre por todos lados y un silencio magistral.

Camine al despacho para despedirme de Dan, toque dos veces hasta que abrió con un semblante demasiado atroz creo que anoche estuvo muy buena la fiesta, me sonrió dándome el pase.

- hola bonita, ¿estás lista para tus exámenes?- asentí segura de sí misma.

- más que lista, pero lo que no me gusta es salir a la ciudad - se ríe dándome un abrazo.

- esto tarde o temprano tenía que suceder bonita, pero sé que eres fuerte y lograrás vencer uno de tus temores -asentí tomando de vuelta mis cosas- y este solo será el principio, ya verás.

Me despedí de él, salí de la casa subiendo a una de las camionetas y por órdenes de Dan me acompañarían seis de sus mejores hombres para qué estuviera tranquila y creo que al verlos me tranquilizaban demasiado, ya que ellos eran unos hombres altos igual que Dan muy fuertes y con el rostro de asesinos, así que eso sí me calmaba por mucho.

Las calles eran hermosas, las casa y edificios eran impresionantes, al llegar baje de la camioneta y con los seis gigantes tras de mí, de verdad a su lado parecía un hobbit, fui a dirección en donde me llevaron al aula donde presentaría los exámenes.

Al entrar fui el centro de atención, ya que dos de los hombres entraron conmigo y los demás estaban afuera, me senté en la parte de atrás y ellos a cada lado de mí, el maestro dio una breve explicación y entregó los exámenes.

Pensé que tardaría o sería más que difícil, pero para mi suerte fue pan comido no sé si porque venía todo lo que estudie o porque en realidad me fascinaba estudiar, no lo sé pero terminé media hora antes del tiempo estipulado.

Me levante y ellos hicieron lo mismo siendo de nuevo el centro de atención, camine hasta la mesa del profesor y entregue mi examen, él sin decir nada, me entregó una lista de trabajos para entregar, ya que pronto me graduaría.

Pero intuía el porqué de su comportamiento, y su temor tenía nombres Kaleb y Marzel, nos fuimos de la escuela, pero antes de ir a casa le pedí a Rob que me llevara a una heladería y así lo hizo, considero que ya era hora de empezar a vivir.

Es cierto lo que a cada momento me ha dicho Tahis, que si ya soy libre tengo que demostrarlo y salir a vivir, así que desde ahora lo haré tengo que ir venciendo uno a uno mis miedos y mis fantasmas.

Después de comer un delicioso helado de chocolate nos fuimos a casa, al llegar estaba Tahis esperándome con una gran sonrisa y una bomba de confeti que al acercarme la hizo detonar.

- nena, no sabes como me da gusto que por fin salieras, aunque estoy sentida yo quería ser la primera en ayudarte a atravesar esas rejas, pero aun así estoy muy feliz solo por ti- asentí abrazándonos.

- gracias Tahis, pero tus consejos me han servido de alguna manera y e decidido comenzar a vivir- la escuché gritar saltando como una loca, tomó mi mano entrando a la casa aprisa, entramos al despacho y estaba Dan- bombón te tengo una gran noticia.

- me ve a mí luego a Tahis y regresa su vista a mí- sé cuál es esa noticia, me alegra que por fin puedas dar el primer paso, eres joven y muy hermosa como para que estés encerrada.

- bueno por lo que veo soy la última que se enteró- voltea a verme haciendo cara de sufrimiento y tocándose su pecho- me duele Ali, pero aun así tú y yo saldremos mañana para tener día de chicas ¿entendiste?.

- si- le sonrió hasta abrazarla susurrándole al oído- gracias Tahis.

Salí del despacho dejándolos en sus asuntos de trabajo y subí a mi habitación, poniéndome a hacer los trabajos finales, no salí el resto del día de mi habitación quería tener todo lo antes posible.

Al despertar me duché cambiándome por el vestido que me había traído Thais días atrás, al salir apenas iba a tocar a mi puerta, cuando me vio recorriéndome de pies a cabeza, sonrió hasta gritar.

- Vamos nuestro día nos espera- solo reí hasta asentir caminando junto a ella.

Desayunamos fuera también fuimos a distintas tiendas de ropa, me compro un vestido hermoso, era demasiado elegante no entendí como para que, pero no quería quitarle esa dicha de que estuviera compartiendo conmigo sus compras.

Fuimos a un salón de belleza era la primera vez que visitaba uno, pero por órdenes de Tahis me hicieron de todo, mascarilla, manicura, pedicura, cabello y maquillaje, al verme al espejo no me reconocía, ¿en verdad era así de bonita?, una lágrima corrió por mi mejilla y solo Tahis me abrazo, viendo su reflejo en el espejo.

- nena, sé que te ves diferente, pero esa chica que vez en ese espejo es la verdadera Alina, la que aún puede ser feliz a pesar del pasado- solo asentí derramando más lágrimas aún, me gira quedando frente a ella.- Ali, mírame a lo mejor no tuviste la mejor suerte del mundo, pero hoy la vida te está dando una nueva oportunidad, solo vive, sé feliz y sonríe, así como yo.

-suspiro hasta asentir abrazándola- gracias, tú siempre tienes esas palabras tan bonitas que me hacen creer aún en las buenas personas.- sonríe de lado asintiendo hasta que toma mi mano.

- esto que te digo, es de corazón y porque te quiero nena, - sé detiene frente a mí limpiando mis lágrimas- bueno, señorita, es hora de sonreírle a la vida que es maravillosa.

Y salimos tamadas de la mano, seguimos el resto de la tarde de tienda en tienda, solo al observarla es una mujer tan segura y tan alegre que me contagia su energía, ella es la única que sabe en verdad todo mi pasado e hicimos un pacto de no decirle nada a Dan, aún no me siento preparada para que se entere, ni tampoco de que consecuencia pueda ocasionar después de que sepa mi doloroso pasado.

TAHIS.

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