Capitulo 15: Alma

La figura del primer humano se alzaba frente a los ojos del último, con una mirada que penetraba su cuerpo y con un tono distorsionado empezó a habla —esto te dolerá.

Tras decir eso el primer humano golpeo con la palma de su mano el pecho del último, el último no pudo impedir ocultar el dolor que esto le causo, sintió como si la piel se estuviera despegando de su cuerpo, cuando volvió a verlo fue capaz de ver que el lugar donde estaban era uno distinto.

Un sitio blanco por completo, sin nada a su alrededor, solo algo que parecía ser neblina, cuando volvió a ver al primer humano su mirada mostraba desprecio y con una voz pesada hablo —no puedo creerlo, tienes el cuerpo de un joven, pero el alma de alguien mayor.

El último humano, entendiendo al instante a lo que se refería, vio a detalle su cuerpo, el cuerpo que tenía estaba esculpido para ser capaz de resistir los golpes de minotauros como si no fueran nada.

El último humano llevó su mano hacia su cabello y arranco un pelo —blanco… —dijo.

El primero lo veía con cierta ira en su rostro y con una voz dominante le hablo —así que ese cuerpo no es tuyo, tuviste el descaro de robarle el cuerpo a un joven niño para poder seguir viviendo, para ser mi descendiente no fuiste capaz de tener los mejores genes.

Esas palabras irritaron al último —dijiste que este no es mi cuerpo, sino mi alma, solo tengo una duda ¿Qué le dice a mi alma que tome esta forma?

—Nadie es capaz de controlar su alma la primera vez que la siente, tu alma decidirá cuál es el mejor punto de tu vida y de ahí saca dicha forma, parece que tu alma no está conforme de tu nuevo cuerpo —exclamo mientras se burlaba.

—Mi mejor punto… ya veo, en ese caso dime ¿Por qué estoy aquí? —pregunto aún desconcertado.

—Que yo recuerde que querías saber cómo eras mi dependiente, pensaba ponerme a tu nivel aquí moldeando mi alma, pero viendo el tipo de persona que eres, creo que no mereces misericordia alguna —respondió el primero de forma hostil.

El último empezó a estirar su cuerpo —ya veo, a decir verdad, por todo lo que hice… yo tampoco me tendría misericordia —termino de estirarse y solo se quedó quieto —hazlo rápido.

El hecho de no sentir temor sorprendió al primero, pero no dudo ni un segundo en abalanzarse, le dio un golpe de lleno en el estómago, pero este no hizo movimiento alguno —antes habías dicho que eras un, mata dioses, veo que los dioses son débiles —exclamo el último.

El primero dio un salto hacia atrás por instinto alejándose de la amenaza —estás subestimándolos demasiado, no tienes idea de lo que son capaces de hacer ellos, no seas arrogante —menciono el primero mientras lo provocaba para atacar.

El último tampoco dudó en abalanzarse, pero el primero lo esquivo con demasiada facilidad, incluso le toco el rostro con sus dedos mientras lo esquivaba —creo que no eres consciente de algo, a los dioses no les importa su forma física, serán capaces de reconstruirse como si nada hubiera pasado.

—No entiendo por qué me explicas eso, a mí no me interesa palear con un dios ni nada por el estilo —exclamo el último mientras se preparaba para volver a atacar.

Cuando el primero volvió a esquivarlo y tocarlo de nuevo volvió a hablar —simple, a casi todos los seres se les puede aplicar la misma forma de matarlos, sin importar que tan fuerte sea su capa exterior.

El último volvió a atacar, pero esta vez el primero no lo esquivo, en su lugar contraataco con ambas manos, el último humano cayó al suelo derrotado de un solo golpe —el alma es más difícil de fortalecer que el cuerpo mismo, aquellos que tienen un alma superior son capaces de controlar el aura que esta emana.

A pesar de que el último estaba escuchando, estaba esforzándose para volver a levantarse, pero pareciera que su cuerpo no reaccionaba ante sus intentos —veo que tú no tienes para nada entrenada tu alma —exclamo el primero.

—Creo que dejaremos esto hasta aquí, para tu mala suerte no soy capaz de enseñarte nuestro linaje directo como yo lo planeaba, pero eso no quita el hecho de que lo seas —menciono mientras se sentaba al lado suyo.

El último logrando recomponerse hablo —no me sirve mucho eso, dime ¿Por qué sigues tan empeñado en decir que soy tu descendiente directo?

El primer humano solo suspiro y le respondió —es que lo eres, después de todo, somos los únicos que tenemos almas grises, no me digas que no sabías que tu alma era gris, después de todo tus ojos son la ventana del alma, pensaba que nuestras almas serían compatible, pero…

—¿Pero qué? —pregunto con curiosidad.

—Es cierto que son ambas grises, pero no son del mismo tipo, dando un ejemplo simple: si mi gris tiene un 1% más de negro que él tuyo, ya no son compatibles.

El último comprende a lo que se refería —ya veo, en todo caso, debo volver ya, no estoy seguro cuanto tiempo hemos estado aquí y si alguien ve que estoy tirado en el suelo pensara que tengo algo —menciono.

Su actitud sorprendió al primero —creí que te enojarías por cómo te trate.

—Claro que estoy molesto, pero creo que me lo merecía, además, siento que no fue tan feo perder.

—Ya veo —esto hizo que el primero sonriera, chasqueo los dedos y el último se fue, dejando al primero ahí.

—Hablaste demasiado —exclamo una figura blanca detrás del primer humano, Adán.

Adán se rio —que mal, supongo que moriré por ello, aunque, solo si logras hacerlo.

La figura irritada volvió a hablar —ustedes son bastante molestos, ten en cuenta que yo no soy como tu dios, yo no moriré tan fácil.

Adán se lamentó un poco al oírlo —cierto, mi dios… bueno, dejemos eso, creo que él tiene futuro, quién sabe, capaz y esta vez si logra ganar tu juego horrible—dijo sonriendo.

La figura blanca solo se burló.

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