Capitulo 14: Interrogatorio

Adán estuvo en el comedor durante varios minutos conviviendo con los niños y el personal por su regreso hasta que una voz resonó desde las bocinas que estaban en la esquina de la habitación y dijo —Adán, hazme el favor de presentarte en la oficina tú y la niña que viene junto a ti.

Hasta ese momento la mayoría de las personas que se encontraban en el lugar no se había percatado de Amy —lo siento, pero me llaman, los veo luego, vamos Amy —menciono Adán mientras le hacía señales a Amy para que le siguiera.

Ambos caminaron por todo el orfanato hasta llegar a la oficina de madre en el tercer piso, tocaron la puesta de esta y una voz les respondió —adelante.

Adán abrió la puerta, entraron y cuando cerraron la puerta una presión los envolvió «esta no es la misma presión que Rosario emana»

Adán volteó sin pensar y junto a Rosario estaba la hermana María con la mirada fija en ambos, Adán soltó una sonrisa nerviosa al verla —buenas, ¿Cómo les ha ido? —exclamo intentando calmar la situación.

Rosario deja salir un suspiro y María habla —Adán, desapareciste por casi cinco días, más te vale que tengas una explicación para ello y no contento con ello, también trajiste a una de quien sabe dónde —su tono era bastante frío, no parecía a la María sonriente que se ve.

Adán comprendió de inmediato la situación en la que se encontraba, no era hora de comportarse como la imagen del joven que tienen ellas, Adán tomo asiento en una de las sillas y el último humano hablo.

—El temor que tienen por no saber que estuve haciendo combinado con lo que ha pasado estos días es comprensible, pero, al hacer eso están desconfiando de mí, eso está bastante mal, es como decir que no confían en su hijo o hermano, creo que no están a la talla de su puesto.

María dudó un momento de lo que estaba haciendo, pero esa duda se esfumó cuando Rosario también hablo —ya veo, en ese caso, hijo ¿Qué has estado haciendo estos días que te escapaste? Recuerda que no debes mentirle a tu madre —exclamo con una sonrisa en su rostro.

Adán le devolvió esa misma sonrisa y respondió —pues verá, quise probar el cómo sería independizarme, esta demás decir que todavía no estoy listo para esto, si te preguntas el sitio donde estuve es fácil, acampe en el bosque.

Rosario no evita dejar salir una risa burlona y sin dejarla componerse, Adán volvió a hablar —me alegro de que se diviertan de mi incompetencia, me imagino que ustedes se divirtieron mucho aquí mientras yo no estaba.

Al oír eso María interrumpe —lo dices con mucha seguridad, sabes bien que no tenemos mucho tiempo para descansar y mucho menos ahora con las cosas que Sebastián hace, por alguna razón se le ocurrió poner algo por todo el orfanato.

—Ya veo, eso es extraño, intentaré hablar con él sobre ello, si les molesta, intentaré pedirle que las quite, eso sí, no aseguro nada, saben que estos últimos días no hemos hablado mucho —menciono Adán fingiendo un tono de lástima.

Esto a María le entristeció un poco —sí, comprendo a lo que te refieres, cuando le preguntábamos sobre ti solo dejaba salir pocas palabras de su boca llenas de odio.

Al oír eso pequeñas lágrimas empezaron a salir del rostro de Adán —ya veo, así que aún no quiere hablar conmigo, me pregunto la razón de todo esto.

María fue sintiendo empatía de su situación, a los minutos se sintió culpable por todo lo que le están haciendo pasar, incluso Amy se sentía triste por lo que estaba escuchando, pero Rosario interrumpió el momento —comprendo todo eso, pero, ¿De dónde salió la niña?

Adán se limpió las lágrimas y sonrió mientras miraba a Amy —ella se llama Amy, es una niña huérfana, la encontré en el bosque comiendo las sobras de otros campamentos, así que decidí traerla aquí para cuidarla.

Rosario dudó un poco, pero con su experiencia no le extrañaría que fuera verdad, después de todo en ocasiones a los padres no les importa en absoluto sus hijos, Adán es la prueba viviente de ello, pero siempre hay alguien dispuesto a quererlo —bien, tendremos que cuidarla, pero su pelo… sabes que no lo puede tener teñido.

Adán miró un momento su pelo verde y rio —hay un pequeño problema sobre eso, verá, su pelo en realidad es de ese color, no lo tiene teñido ni nada por el estilo, si no me creen pueden hacerle cualquier cosa a su pelo, se los permito.

Esto las dejo estupefactas, no podían creer que su pelo fuera natural, Adán salió de la habitación sin hacer mucho ruido dejando a esas tres ahí y empezó a bajar —así que Sebastián sigue enojado e incluso empezó a colocar cosas por todo el orfanato, debe estar desesperado.

Cuando llego a la entrada principal encontró una de las cosas de las que había dicho María, se acercó a verla a más detalle «una trampa o el principio de una, supongo que descubrió que conseguir materiales no están fácil como parece»

Una vez que termino salió del orfanato rumbo a la ciudad, camino por algunos minutos hasta llegar a su tienda de conveniencia, cuando entro vio que ya había un cliente ahí, así que decidió esperar, mientras buscaba con lo que negociaría.

Una vez que el cliente término paso por delante de Adán, al instante reconoció su cara «uno, espero que sea él primero en venir»

Se acercó al mostrador, vio al viejo y con un tono excéntrico dijo —deme todo lo que tiene de lo mismo que se llevó su otro cliente.

El viejo rio al oír eso y con un tono de burla menciono —no creo que seas capaz de pagarlo…

Sin dejarlo terminar, Adán lanza una pequeña piedra a su frente cayendo al mostrador, el viejo lo sujeto frente a luz y dejo salir un hermoso brillo —ja, no creía que seas tan bueno consiguiendo estas cosas, pero temo decirte que a pesar de que consiguieras oro puro esto no será suficiente.

Adán le sonríe —no recuerdo haberle dicho que era todo, solo le di eso para que no se rompiera su mostrador.

Sin previo aviso Adán dejo caer oro al piso de la tienda, el viejo quedo en shock al ver tanto oro puro —¿Suficiente? —pregunto Adán.

El viejo asintió sin dudar y se apresuró a traerle el material, adamanto, no era mucho, pero era más que suficiente para Adán, metió todo a su mochila y dejo el desastre para el viejo para volver pronto al orfanato.

Una vez ahí fue directo a su habitación, dejo todas sus cosas y estaba a punto de descansar cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo, se puso en posición de defensa justo a tiempo, porque segundos después una visita había llegado —me alegra ver que estés desocupado.

El primer humano había vuelto, Adán se relajó un poco al saber quién era y sin dudar soltó una pregunta —que bueno que volviste, dime ¿Por qué crees que soy tu descendiente directo?

El primer humano se decepcionó al oír eso, dejo salir un leve suspiro, toda el aura gris que lo rodeaba se infundió en su cuerpo, se acercó a Adán, lo miro con sus ojos grises brillantes y con una sonrisa llena de malicia respondió —creo que tendré que enseñarte a la mala.

Cuando dijo eso, Adán dejo salir un aire frío y sintió la muerte asechando.

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