Adán se quedó estupefacto al oír aquellas palabras proveniente de aquel fantasma, «el primer humano, no hay registro alguno sobre él, no puede ser posible que se aparezca justo ahora y mucho menos diciendo que mi vínculo con él es capaz de hacer que se materialice»
Aquel que se hace llamar el primer humano vio lo poco convencido que se encontraba Adán y dijo —te diré algo curioso que paso, cierta persona rubia tuvo un hijo pelo castaño y el hijo de este mismo nació rubio, es algo raro, pero parece que el niño obtuvo el pelo de su a pesar de que su papá no lo tuviera.
Adán se extrañó por el cambio tan repentino de tema, pero intento seguirle la corriente —es algo común, por decirlo de cierta manera, el ADN de su abuelo prevaleció en las generaciones, a pesar de que su padre no fuera rubio, aún tenía parte de su ADN y así para cuando su hijo nació el ADN resurgió logrando que él naciera rubio.
—Sorprendente, me sorprende que seas tan estudiado en la materia, de normal la gente se especializa solo en una cosa, pero parece que no es tu caso —exclamo el fantasma con una sonrisa en su rostro.
«No es nada de que sorprenderse, después de todo en un futuro en donde no exista nadie en quien puedas apoyarte, es casi obligatorio que aprendas a hacer todo por tu propia cuenta» pensó Adán mientras miraba de forma estática al fantasma.
—Bien, con eso en mente, dime ¿Qué tenemos tú y yo? —pregunto el fantasma.
Adán miró de forma detenida cada pedazo de su cuerpo, pero no había nada parecido entre sus físicos —ya veo, es algo bastante rebuscado, además, ni siquiera se muestran en el mismo sitio dichos colores.
—Me alegra que no seas alguien que mira los detalles, eso es algo importante para lo que está por venir, me encantaría poder explicarte por qué esto nos une, pero… —el sonido de la cueva interrumpe al fantasma por un momento para luego mostrar la salida —es hora de irse, quien sabe cuántos días llevas aquí.
Adán se frustró al oír esto, pero tenía razón, no debía perder mucho tiempo, aquí aún tiene varias cosas que resolver fuera —bien, ¿Cómo te puedo volver a ver?
—Veo que tú estás acostumbrado a tomar las decisiones, pero esta vez no, yo decidiré cuando verte —tras decir esas palabras el fantasma desapareció —por cierto, te sugiero que busques algo para curarte, estuve dándote energía todo este rato para que pudiéramos hablar.
Cuando esas últimas palabras se acabaron, todo el peso de su fatiga cayó sobre él, casi de forma inmediata se arrodilló sobre una de sus piernas con poco aire en sus pulmones «no pensé estar tan cansado al vencer a ese minotauro, debo tomar una fruta de… no, no puedo hacerlo, la fruta del día ya me la gaste, supongo que tendré que esperar»
Una pequeña luz empezó a revolotear alrededor de él, llevándose junto a ella un poco de fatiga y aportando un poco de energía a Adán —no sé si eso será suficiente, si necesitas más, solo avísame —menciono la voz de un infante desde atrás de Adán.
—Veo que pensaste en una forma de ayudar en todo momento, necesito algo para poder apreciar mejor los detalles de las cosas —Adán estiro uno de sus dedos para que la luz descansara —pensaba que eran luciérnagas, pero viendo bien son hadas infantiles.
Lo que parecía ser una niña de piel azul y con alas descansaba sobre el dedo de Adán —parece que está cansada, si quiere puede devolvérmela, yo le daré cobijo dentro mío.
Adán le entrego la pequeña hada a la voz —me alegro de que estés bien, pero tengo una duda ¿Cuántas hadas recogiste? —pregunto mientras se levantaba.
—Fueron un total de cinco hadas, son bastante difíciles de atrapar, incluso cuando tenía mi antigua forma, lo más seguro es que en esta forma será aún más difícil, aunque con esta pequeña serán seis —menciono la voz.
—Hay una más ¿De dónde salió? —pregunto Adán volteando a ver a la niña que antes estaba tirada en el suelo.
—Ella te siguió, es el hada que intestaste atrapar antes, pensó que eras divertido y te siguió —menciono.
—Comprendo, la naturaleza de la mayoría de las hadas es juguetona.
Adán se acercó a su nueva mochila y empezó a meter los antiguos objetos que tenía en la otra, los cuales estaban en el suelo por el golpe que recibió del minotauro —eres bastante interesante, fuiste capaz de vencer al minotauro de un solo tajo ¿Cómo? —pregunto la niña con curiosidad.
—Nada especial, solo aproveché todas las propiedades que tenían mis objetos, mis frutas aumentan su eficacia si estoy al borde de la muerte, mis agujas sirvieron para aplicar acupuntura y la con la guadaña puedo sacrificar parte de mi sangre para potenciar el golpe —respondió Adán.
—Ya veo, es increíble tanto tu arma como tú, sin duda serás capaz de vencer a muchos jefes de cuevas —exclamo emocionada.
—Lo dices como si fuera la mejor arma del mundo, si el usuario no tiene suficiente fuerza como para vencer de un solo tajo no sirve de nada esta arma, no es capaz de hacer una simple cortada —menciono Adán.
Sujeto la guadaña y paso su hoja por su brazo, nada paso —eso es bastante decepcionante, pero para ti eso no es un problema, de seguro tienes la fuerza de un dragón en estos momentos —dijo la niña emocionada.
«Un dragón, ¿Cómo peleaba contra ellos antes? Creo que jamás use esta arma con ellos»
—Escucha niña, por más fuerte que sea, siempre habrá alguien que lo es aún más, nosotros los humanos no fuimos hechos para ser los mejores en fuerza bruta, por eso usamos herramientas, para compensar dichas faltas.
Esa declaración dejó en frío a la niña —si eso fuera verdad no hubieras sido capaz de vencer al minotauro, ¡no mientas, con suficiente entrenamiento serás capaz de ser el ser más fuerte que ha existido! —exclamo la niña exaltada.
«Si eso fuera verdad, hubiera sido capaz de vencer a todos sin recurrir a los atajos, en esta vida y en la otra»
—No entiendo por qué me quieres vivo, ¿Qué tienes en mente? Niña —pregunto Adán de forma tosca.
—Acaso no somos familia, la familia se protege de forma mutua sin importar el problema —respondió la niña.
—Familia, no creo que sepas de familia, después de todo eres un simple slime, la familia te abandona si creen que serás un problema a futuro, por más decepcionante que suene la familia es lo último en lo que debes de creer —añadió Adán de forma fría.
—Los slime también tenemos familia, no nacemos de donde mismo, pero nos protegemos sin importar que, eso significa familia, ¡Los eventos que pasamos juntos nos hicieron una familia, así que no intentes negarlo!
—Usas bastante fácil esa palabra, si tanto quieres ser mi familia tendrás que caminar junto a mí en un camino de muertes ¿Crees que eres capaz de hacerlo? —pregunto Adán intentando intimidar a la niña.
—Sin importar si es un dragón, un humano o mi propia especie los mataré de ser necesario, solo dime a quien y lo haré —respondió la niña con intensidad.
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