¿Interrumpo tu cita?

No pude prestar atención durante toda la clase, ni siquiera me di cuenta cuando el maestro mencionó que nuestras clases habían sido suspendidas, aún estaba tratando de analizar la noticia sobre la muerte de Juliet.

Sin querer miré la banca vacía que se encontraba a mi lado. Una punzada de dolor apareció en mi corazón al darme cuenta de que aquella chica que había sido amiga había dejado de existir.

Juliet había sido una gran amiga para mí, la mejor, aún no podía creer que estuviera muerta, me negaba a aceptarlo, sin embargo, al notar a algunas de las chicas que habían sido amigas de ella sollozar, tuve que aceptar que todo esto era real.

Ella estaba muerta.

De un momento a otro, mientras sollozaba en mi asiento, me puse a recordar la primera vez que la vi.

En aquel entonces recién había llegado a Grandiel, estaba enojada con el mundo y con mis padres por habernos mudado en un pueblo tan mediocre, lejos de mis amigos y de todo lo que me gustaba.

Odiaba ser la chica nueva, era algo que no me gustaba mucho, no era demasiado sociable para entablar amistad, tampoco me gustaba que me vieran como un bicho raro, por lo que adaptarme fue algo difícil para mí, no puedo negar que me sentí sola cuando era la hora del recreo y las demás niñas jugaban y ti me quedaba sentada en las gradas.

Si no hubiese sido por Juliet mi vida social y académica hubiera sido tan lamentable.

Ella me ofreció su amistad y me ayudó a integrarme con los demás. Se convirtió en mi mejor amiga, era la persona con la que siempre despotricaba sobre los maestros o las clases. La persona a la que le contaba mis deseos, con la que siempre compartía lo que me pasaba.

Sin embargo, luego de la muerte de mis padres deje esa amistad de lado, me ensimismé en mi propio sufrimiento que no siquiera sabía lo que estaba pasando con ella. Después de todo, había tantas cosas que tenía en mente.

No pude evitar sentirme culpable por haber sido egoísta y no haberle preguntado sobre su bienestar cuando ella aún estaba viva. La forma en la que murió hacía mella en mi memoria.

La forma en la que Jax había descrito.

“Ella lo hizo mientras dormía”

Sin querer a mi mente llegó la imagen de aquel ser que se presentó en mis sueños, no sabía por qué, pero, sentí que aquel personaje tenía mucho que ver con la muerte de mi Juliet.

— ¡Despierta! — exclamó Jax haciendo que mi mente se pusiera en blanco por un segundo.

¡Cielos!

Parece que había estado tan encerrada en mis pensamientos y en mi dolor que ni siquiera me di cuenta de que ni había nadie en el salón de clases.

— ¿Qué pasa? — cuestioné mirando el interior de sus ojos, los cuales se veían preocupados.

— Bueno, es hora de irnos — señaló el salón de clases vacío — Debo cerrar, ya sabes, son labores que un presidente de clase debe hacer. Además, creo que necesitas algo de tiempo para digerir la noticia. Después de todo, Juliet era tu amiga. No sé si escuchaste, pero dicen que su cuerpo será incinerado, por lo que el funeral se llevará a cabo de manera rápida.

Tras decir aquello sonrió de manera amistosa.

— ¡Lo siento! — me disculpé mientras recogía mis libros — Juliet, ella… yo

No supe qué más agregar, ciertamente había perdido a demasiadas personas en un lapso tan corto de tiempo que ni siquiera podía transmitir en palabras el dolor que sentía.

— No hay nada de qué preocuparse, ya sabes, todo estará bien — comentó mientras me pasaba un lápiz que se me había caído en el suelo — ¿Cómo está tu hermana?

Ante su pregunta recordé lo que iba a hacer hoy.

Sin querer, el nerviosismo se apoderó de mí.

Después de todo, hoy le contaré toda la verdad a Iara. Le diré la verdad oculta acerca del mundo que creemos conocer, sobre los seres oscuros que acechan bajo las sombras de las penumbras.

Con esto que le había pasado a Juliet supe que debía hacerlo. No podía permitir que ella también resultara herida.

No quería perderla.

— Ella está bien, parece que las pesadillas que la han atormentado han desaparecido — respondí, no tan segura de que aquello sea verdad.

Pero…

De lo que sí estaba segura era que hoy había amanecido bien, como si fuera su antigua yo. Aquella chica que parecía comerse al mundo con sus manos, llena de una energía sin fin, casi inagotable.

— Eso es bueno — comentó Jax con una sonrisa amable mientras caminábamos — Derek estará feliz…

— ¿Mi hermana y tu hermano? — cuestioné interrumpiendo sus palabras.

Jax bajó la mirada con algo de timidez, se veía tierno.

— Parece que están saliendo, aunque no tanto como eso, su relación está en el limbo — comentó.

Me quedé callada por algunos segundos.

El cielo se encontraba oscuro, densas nubes negras se podían divisar como el augurio de una tormenta, no más bien, parecía el augurio de una catástrofe. Las hojas de los árboles caían al son del viento. Realmente el ambiente se sentía terrible.

— ¿Otra vez iremos en el auto de tu hermano? — le pregunté cuando llegué hacia aquella banca en dónde siempre me sentaba a esperar a mi hermana.

Jax ante mi pregunta suspiro.

— Caminaré — respondió — Después de todo, debo prepararme para asistir al funeral de Juliet.

Sentí una punzada de dolor ante su comentario.

De un momento a otro Jax me había estrechado entre sus brazos. Como si él supiera que lo que necesitaba era un abrazo.

— Yo no sé si debería ir — mencioné en un suspiro — Yo no estoy segura, no quiero decirle adiós, ella era mi amiga, Jax. Siento que no puedo soportarlo.

Jax me miró con compasión por un momento antes de hablar.

— Has pasado, por tanto, recientemente fue el funeral de tus padres, debes odiar los funerales y el ambiente deprimente en esos lugares, no te preocupes, Casandra, nadie te criticara por no ir.

Él era tan amable y una persona tan comprensiva.

— Gracias por tus palabras — dije tomando su mano de forma amistosa.

Por primera vez en mucho tiempo sentí que tenía un amigo incondicional, que me apoyaba en las buenas y en las malas.

Jax sonrió de una manera encantadora, sin embargo, de un momento a otro su mirada cambió a una confundida.

— ¿Qué perfume usas? ¿Cómo puede ser tan fragante? — cuestionó muestras se llevaba mi mano a la nariz como si quisiera descubrir de dónde proviene el aroma que desprendía de mi cuerpo.

Yo lo miré conmocionada debido a las palabras que habían salido de sus labios.

Después de todo, yo no utilizó ningún perfume, no se supone que debería tener algún olor, además tampoco se supone que él debería oler dicho olor a menos que Jax no sea quien se supone que es, definitivamente, no un humano, sino algo más…

Un ser de la oscuridad.

Rápidamente, me alejé de él de la forma más normal que pude aparentar.

— Mi hermana está tardando demasiado — comenté.

Jax me miró confundido, sin embargo, antes de que pudiera decir alguna cosa, el ruido del motor de una moto interrumpió por completo sus palabras.

Miré confundida a la persona que se había detenido enfrente de nosotros.

Era Varen, aquel gemelo vampiro con una forma tan irracional de comportarse.

Aquel chico de ojos oscuros se sacó el casco de la cabeza y me dedico una sonrisa torcida antes de hablar.

— ¿Interrumpo tu cita? — cuestionó con una mirada que denotaba desprecio absoluto.

Jax a mi lado lo miró con desagrado.

Parecía que ambos no estaban en los mejores términos que digamos.

— No es…

Traté de explicar, aunque no sabía por qué, sin embargo, fui interrumpida de manera grosera.

Ni siquiera pude terminar de hablar.

— Sube, Casandra, tu hermana me pidió que te llevara a casa — ordenó de una manera que no podía rechazar.

Suspiré mientras miraba a Jax.

Él…

No podía saltar a conclusiones precipitadas, sin embargo, tampoco podía ser confiada.

Así que con una sonrisa amable me despedí de aquel chico del que no estaba segura si debía confiar o no.

Pero…

Antes de que pudiera subirme a la moto, Jax me estrechó entre sus brazos dejándome confundida.

Todo pasó tan rápido que no supe qué decir.

— Hay algo, es ese sujeto, es como un instinto, pero, él no parece una buena persona, ten cuidado con él — susurró en mi oído.

Bueno, tú no pareces normal tampoco.

Con algo de dudas me alejé de él.

Mi vida realmente era un misterio.

Nada realmente es como parece, ni las cosas a mi alrededor, así como las personas.

Yo en este momento no estaba segura de nada.

Tampoco tenía la cabeza para pensar en lo que realmente estaba pasando.

Mi corazón se sentía tan pesado.

Lo único que quería era llegar a mi casa y echarme en una bolita a llorar.

Con muchas preguntas en mente me subí en la moto de Varen, él solo miraba de forma indiferente lo que pasaba, como si nada de esto no tenía que ver con él, como si él no hubiera escuchado la advertencia de Jax sobre su persona.

Cuando llegué a la mansión de los hermanos Bommer sentí un pequeño déjà vu, después de todo, aún podía recordar aquella escena en la que dejé que aquel par de hermanos vampiros beban de mi sangre para hacer aquel trato, además de todas las emociones que sentí en aquel instante.

De repente mi cara se sintió ardiente.

— ¿Por qué estás roja? ¿Acaso estás pensando cosas obscenas? — cuestionó Varen sacándome de mi ensoñación.

— ¡No! — respondí rápidamente.

Varen levantó las cejas con picardía antes de hablar.

— Eso era lo que estabas haciendo — sentenció para luego empezar a caminar.

Me quedé callada al escuchar sus palabras, sentí que era inútil discutir con alguien como él, no deseaba desperdiciar mi saliva y aliento, porque sabía que para él todo esto era solo un juego.

Cuando entré a la mansión, me asaltó un olor delicioso, además de un poco nostálgico, debido a que era el tipo de comida que en el pasado disfrutaba comer porque era el plato que mi madre preparaba cada vez que cocinaba.

Mi estómago empezó a gruñir de repente.

Sin embargo, ¿desde cuándo mi hermana se había hecho amiga de este par de chicos?.

De todas maneras, ¿cómo fue que terminó aquí?.

Mirando la sonrisa engreída en el rostro de Varen, no pudo evitar pensar que quizás utilizaron algún poder de vampiro para atraerla.

Tsk.

De todos modos, aparte de la fuerza sobrehumana y la velocidad. ¿Qué superpoder tenían?

— ¿Estás segura de que esto le gusta a tu hermana? — cuestionó Logan.

— Aunque tenga una apariencia horrible, te prometo que sabe delicioso, esta comida, siempre preparaba mi madre en nuestros cumpleaños — explicó Iara.

Quise llorar al escuchar las palabras de mi amada hermana, sin embargo, me tragué mis lágrimas debido a que me recordé a mí misma que tenía una misión que cumplir hoy.

Después de todo, deseaba contarle la verdad de este mundo a mi hermana y para hacerlo necesitaba mucho valor.

— ¡Hermana! — exclamé abrazando su cintura.

Iara se mostró sorprendida antes de sonreír de manera radiante.

— Estás aquí —dijo mientras tocaba mi rostro — Lávate las manos y come.

Logan carraspeó haciendo que notará su presencia, sus ojos se veían amables.

— Iara vino debido a que teníamos un proyecto que realizar, como estaba preocupada por ti, le dije que podías venir, sin embargo, debido a que vio que no teníamos nada que comer, ella asaltó nuestra cocina para preparar algo, aunque le ayude un poco espero que te guste lo que hemos hecho — dijo mientras señalaba un plato de macarrones algo espantoso.

Negué con la cabeza mientras me llevaba uno a la boca.

— Sabe bien — alabé.

— Te dije que le gustaría — comentó mi hermana con orgullo.

De un momento a otro nos sentamos a comer, fue entonces que me pregunté si este par de hermanos vampiros que eran algo especiales podían devorar estos alimentos como lo haría un humano. Pero, al verlos llevarse a los labios la comida que había preparado mi hermana con una sonrisa, supe que estaba pensando demasiado.

Al estar alrededor de ellos, me di cuenta de que realmente me hacía cuestionar todo.

Cuando la comida llegó a su fin, me ofrecí a lavar los platos mientras mi hermana hablaba con el grosero de Varen sobre algunas tareas que tenían pendientes.

Al ver a aquel chico, que la mayor parte del tiempo parecía tener algo atorado en el trasero, comportarse como un caballero, no pude evitar pensar si en realidad aún no había despertado y todo esto era un sueño.

— Esa solo es una fachada — comentó Logan mientras me pasaba un plato — Su personalidad es tal como se te ha mostrado e incluso peor, sin embargo, solo se muestra real con las personas cercanas, de ahí todo lo que ves es una fachada, en realidad, Varen odia estudiar, así como aborrece tener que hablar con los demás.

Lavé un par de cubiertos mientras pensaba en sus palabras.

— No sé si sentirme halagada u ofendida — mencioné en un suspiro.

Logan soltó una sonrisa suave antes de mirarme fijamente.

— ¿Piensas decirle la verdad a Iara? — cuestionó con un tono de voz serio.

— Sí, no he cambiado de opinión, sabes, hoy murió alguien que conocía y aunque no estoy tan segura, creo que fue aquel ser el que la mató, no quiero que le suceda lo mismo a mi hermana.

Logan me miró con seriedad mientras colocaba los utensilios en sus respectivos lugares.

— Escuché algo sobre el caso, aunque tampoco estoy seguro, creo que tus sospechas son ciertas, la forma en la que murió esta chica es un gran misterio y si me permites dar mi opinión, es ligeramente similar a algunas de las muertes que se han llevado a cabo durante esas épocas oscuras de tiempos de antaño — dijo — Además, ella era cercana a ti, Casandra.

— ¿Quieres decir, qué sucedió en el pasado esto mismo pasó? — cuestioné.

Logan suspiró antes de tocar mi cabeza.

— Te persigue dentro de tus sueños, te acosa hasta el cansancio y se convierte en tu peor miedo haciendo que desees morir — explicó.

Esto que acababa de escuchar me alertó por completo, no podía dejar pasar un minuto más, después de todo, mi hermana había estado sufriendo de pesadillas, aunque ahora no había mostrado ningún síntoma y parecía que todo estaba bien, esos sueños que la atormentaban podían volver con más fuerza que nunca e incluso podían ocasionar que ella muera de manera trágica.

Iara debía saber, se lo debía.

Me alejé de Logan con el corazón en una mano y el valor en la otra, me acerque con pasos rápidos hacia mi querida hermana, la cual se encontraba hablando de complejas fórmulas que no entendían, tomé su mano haciendo que me mire preocupada.

— Ya terminaste de lavar los platos, solo hablaré un poco más y nos iremos — comentó con una expresión llena de sonrisas.

Varen que se encontraba enfrente de ella, se acomodó en el sofá como alguna clase de rufián y levantó las cejas como si esperaba que iniciara el espectáculo.

Bueno…

Le iba a dar el gusto de disfrutar de todo lo que a continuación iba a pasar.

— Necesito hablar contigo, hermana, yo…

Iara me miró confundida mientras esperaba que hablara.

Cerré los ojos antes de abrirlos, mi mirada ya no era titubeante, sino llena de resolución.

— Dile — comentó Logan — Te ayudaré si es necesario.

Asentí ante sus palabras y de manera pausada y con nerviosismo le conté a Iara sobre los misterios que envolvían este mundo, sobre aquellos seres oscuros que existían en las sombras, acechando, cazando a sus presas.

Le dije la verdad sobre mi identidad, me conté sobre la maldición que pesaba en mi sangre, le conté sobre cómo estaba involucrada de manera indirecta con la muerte de nuestros padres.

Nota de Autora.

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