Al final Derek nos trajo de regreso a casa, mi hermana aún se encontraba dormida cuando llegamos y siguió durmiendo durante toda la tarde. Había algo demasiado extraño en ella debido a que Iara era alguien con una energía infinita que sólo cuando el reloj tocaba las 12 am se iba a acostar en su cama.
Después de todo, su comportamiento no había sido el correcto.
Incluso ella no me había dicho que tenía problemas con su sueño. Por lo que ni siquiera sabía que era lo que estaba pasando con ella.
A pesar de que quería creer que esto se debía al estrés que estábamos viviendo debido a la pérdida de nuestros padres, no pude hacerlo.
Después de todo, había demasiadas cosas extrañas en el mundo.
Puede que algunos de esos seres estén acechando a mi hermana.
Realmente deseaba abandonar este pueblo e ir a cualquier otro lugar. Pero no era algo que podía suceder de la noche a la mañana, sin embargo, si ya no veía ninguna otra salida, tomaría a Iara y me iría muy lejos de toda esta situación de mierda en la que me encontraba.
Solamente faltaba un año para que cumpliera los 18, en donde el aroma de mi sangre iba a estallar, debía buscar otras medidas para evitar ser devorada por cualquier tipo de aquellos seres oscuros, además de ser utilizada como alguna especie de sacrificio.
Sin miramientos fui a buscar en el librero algún libro que hable acerca de las leyendas de Grandiel, quería saber sobre ese ser que decían que estaba encerrado en el bosque, sin embargo, lo único que encontré fueron leyendas de brujas y hombres lobos que no tenían nada que ver.
Pero…
Si me pongo a pensar en la situación en general, es algo lógico que si existen los vampiros también deben existir los hombres lobos y las brujas, para no quedarme con ninguna duda decidí preguntarles directamente a aquellos vampiros.
En el transcurso de la tarde decidí dejar de perder el tiempo en casa y me dediqué a realizar mis tareas, al menos deseaba poder graduarme con seguridad.
A pesar de las palabras del Sr. Carter, a mí si me gustaba estudiar, aunque no era la mejor estudiante y siempre era reprendida por hablar en clases o tener la mente en otro lado. Estudiar me gustaba, mi sueño era convertirme en doctora.
Antes de que mis padres murieran, había estado averiguando sobre los requisitos e incluso cuáles eran las mejores universidades a las que podía solicitar una plaza.
Sin embargo, con todo lo que estaba pasando en mi vida, ni siquiera sabía si tendría un futuro.
No, no debía pensar así. Debía ser optimista, todo saldría bien, todo.
El destino y el futuro después de todo es impredecible, aunque tenía menos del 10 % de probabilidades de vivir, no podía rendirme sin dar pelea alguna.
Cuando cayó la noche y Iara no daba señales de despertar, me escabullí como alguna especie de delincuente para encontrarme con aquel par de gemelos.
Luego de aquel extraño ritual del que no entendí muy bien su finalidad, habíamos decidido reunirnos cada noche.
Ellos me iban a ayudar a comprender más sobre este mundo sobrenatural mientras buscaban la mejor forma de derrotar a aquel ser que me acecha en la oscuridad.
Cuando ya había llegado al jardín de mi casa, una sombra extraña me detuvo haciendo que casi grite, sin embargo, debido al reflejo de la luz de la luna, caí en cuenta de que se trataba de Varen, aquel gemelo con un carácter un tanto peculiar, el chico parecía tener un palo atravesado en aquel lugar donde no le llegaba el sol.
Demasiado gruñón para mi gusto.
— Creí que te habías quedado dormida — comentó con aquel tono de voz lleno de ridiculez, en realidad, cada vez que aquel vampiro habla me siento despreciada.
Tsk.
¿Acaso no sabía hablar como los humanos?
Pero…
¿Qué podía esperar de un vampiro?
— ¡Lo siento! — me disculpé con el rostro inexpresivo — No pensé que llegarías tan temprano.
Varen se rio de una manera encantadora que denotaba un aire lleno de seducción antes de acercarse de un momento a otro a mí.
Todo pasó tan rápido que apenas tuve tiempo de parpadear.
Bajo la luz de la luna sus ojos se encontraban brillantes, tenían una luz inquietante que por un momento hizo a mi corazón acelerarse.
No podía decir si me sentía temerosa o emocionada.
— No deberías confiar en nadie, Casandra, no cuando sabes lo que tu sangre significa para seres como nosotros — dijo mirando mis ojos fijamente.
Me sentí atrapada en la oscuridad de sus ojos, mi mente se puso en blanco, que por un momento no sabía en dónde estaba.
Al ver su aspecto no podía evitar sentirme seducida.
— Lo sé — respondí con la voz ronca — Sé que no debo confiar en nadie, pero, no puedo simplemente rendirme y no hacer nada debido a mi temor de ser traicionada o utilizada. Sé muy bien que no puedo confiar en nadie. Ni siquiera en ustedes.
El ambiente se sintió algo sutil por un momento en el que el sol dentro de mis ojos se enfrentó a la oscuridad de la noche de los suyos.
Varen colocó una mano sobre mi barbilla, de una manera que se sintió como una dulce caricia.
— Casandra, tú… — dijo mi nombre con aquella voz aterciopelada que parecía derretir algo dentro de mí, traté de salir del embrujo en el que me tenía, pero me era imposible hacerlo, había algo extraño dentro de mí que me atraía hacia él, era algo que no podía controlar, como si necesitara estar cerca y no alejarme.
— ¿Qué está pasando? — cuestionó una voz detrás de Varen.
¡Logan!
No sabía por qué, pero sentí que sonaba algo enojado.
Quizás solo eran ideas mías.
Varen sacó su mano de mi barbilla y se giró hacia su hermano Logan, el cual nos miraba con curiosidad.
— Nada, solo estaba intercambiando un par de palabras con la carnada — respondió antes de alejarse de mi lado.
Aún podía sentir el vacío de su partida.
¿Qué me estaba pasando?
Además…
¿Qué es eso de carnada?
— ¡Hola! — saludé algo confundida — ¿Hacia dónde vamos?
Logan miró a Varen por unos segundos con una expresión que no sabía cómo tomar, luego giró sus ojos hacia mí.
— A una iglesia — comentó con una sonrisa amable que por un momento me pregunté si las emociones detrás de esa sonrisa eran verdaderas o era solo un disfraz.
Tal vez, la amabilidad de Logan era fingida, quizás él no era tan transparente como se mostraba.
— ¿Por qué a una iglesia? ¿Acaso ustedes pueden entrar? ¿No se convertirán en cenizas o algo así? — cuestioné con curiosidad.
Varen junto con Logan se fueron ante mis preguntas.
Yo no le encontraba el chiste.
Tal vez eran cosas de vampiros que una persona como yo no podía entender.
— Esos solo son mitos, olvídate del crucifijo — mencionó Logan antes de llevar una mano a su cuello y mostrarme un rosario — Olvídate del agua bendita, el sol, el ajo y todos aquellos mitos sobre vampiros que alguna vez has escuchado. Al menos con la clase de vampiros que somos nosotros esas cosas no funcionan, porque antes de ser vampiros nosotros somos cazadores, claro que tenemos una debilidad, pero eso es un secreto — completó haciendo que me sienta curiosa.
— Pero, con los otros vampiros…
— El sol, el fuego — anunció Varen con una expresión huraña — Mira, no hay nada más poderoso que el sol, sin embargo, Logan y yo somos diferentes de muchas maneras, nuestros orígenes no son comunes por decirlo, tal vez algún día lo sepas, quizás.
Luego de decir aquellas palabras desapareció en la oscuridad de la noche, dejándome a solas con Logan.
Aquel vampiro de rostro amable, que se diferenciaba de su gemelo debido a su personalidad, sonrío antes de acercarse a mi lado para luego agacharse.
¿Qué estaba haciendo?
— Sube — ordenó haciendo que entone los ojos.
— ¿Qué?
— Te llevaré hasta aquel lugar, así llegaremos más rápido — dijo — ¿O prefieres que te cargue como princesa?
Aunque escuché sus palabras, no podía entender su significado.
Me iba a cargar por más de 5 km hasta la iglesia.
¿En dónde estaba su carro? ¿Acaso eso era normal?
No tenía miedo de que alguien lo viera.
— ¿Estás seguro? ¿No iremos en algún automóvil humano?
— Soy un ser sobrenatural, lo humano está sobrevalorado — mencionó con una nota de diversión — Vamos, sube, no tengas miedo. Lo vas a disfrutar.
— Está bien — acepté mientras colocaba mis manos sobre su cuerpo.
Logan sonrió antes de empezar a correr de una manera que casi me hizo escupir mis tripas.
Los vampiros realmente eran seres extraordinarios debido a que Logan realmente me hizo cuestionar mi vida al estar entre sus brazos.
Cuando llegamos a la iglesia me sentí un poco temerosa debido a la oscuridad de la noche, sin embargo, apreté mis manos a los costados de mi cuerpo como para obtener algo de valor para enfrentar toda esta situación.
— Esta es una especie de guarida — señaló Logan, — Vamos, entremos.
Aunque aún me sentí algo mareada debido al ajetreo del viaje y mi cabello tal vez se encuentre desastroso, no me importó de ninguna manera debido a que había muchas cosas más importantes en este momento.
La capilla se notaba algo antigua, sus paredes estaban con moho y algunos musgos alrededor que la hacían ver algo terrorífica. Mis pensamientos iban a mil por hora mientras caminaba detrás de Logan. Miré alrededor intentando localizar a Varen, pero él no estaba en ningún lugar cercano.
Justo cuando planeaba preguntar por él, una mano helada me tocó la espalda, se sentía como la mano de un muerto.
¡Cielos!
El pulso se aceleró a mil por hora, el miedo me embargo haciendo que casi cayera en el suelo.
— ¡Buh!
— ¡Ah! ¡Fantasma!
Sin querer me eché a los brazos de Logan.
— ¡Varen!
Logan me dio algunas palmadas en la espalda antes de decir aquel nombre.
¡Oh por el maldito cielo!
Al escuchar la risa del susodicho caí en cuenta de que él me estaba tomando el pelo.
¡Aish!
¿Acaso le hice algo en su vida pasada?
— ¡Te odio! — exclamé enojada debido al susto que me había ocasionado.
De todas maneras, ¿por qué se estaba comportando como un niño?
— ¡Me deseas! — replicó con una sonrisa demasiado molesta.
Varen silbo para luego acercarse a Logan, el cual tenía una expresión indulgente en su bello rostro.
— No la molestes, Varen, no tenemos tanto tiempo para niñerías — espetó — Casandra, ¿estás bien?
Él realmente era alguien amable, nada comparado a su estúpido hermano que desde que lo había conocido solo había buscado la mejor manera de molestarme, ese chico realmente tenía un gran problema conmigo, aun cuando trataba de llevarme bien con todos, él no cooperaba.
— ¡Eres tan malo! — exclamé haciendo un puchero.
Luego pisotee el suelo tal como me hubiese gustado pisotear su rostro hasta que aquella expresión condescendiente se le borré por completo.
— ¡Soy un vampiro!
Tras decir aquellas palabras entró dentro de la capilla con pasos rápidos.
Logan lo siguió detrás mientras me explicaba como esta capilla que parecía ser antigua se había convertido en una especie de guarida o refugio para ellos que eran vampiros que actúan como cazadores.
Sin embargo, realmente me sentí curiosa por saber qué era lo que los hacía diferentes del resto de vampiros. Y también porque se hacían llamar cazadores.
Por lo que pude entender un poco cómo ellos eran cazadores, tenían demasiados enemigos. Por esta razón, aquella capilla era uno de sus tantos escondites. Aunque al principio parecía ser una simple iglesia en donde se predica la palabra del Altísimo, debajo de esta en una parte apartada había una escalera que llevaba a un piso subterráneo o alguna especie de sótano.
Cada escalón que bajaba hacía a mi corazón latir de expectativas. Todo este mundo era nuevo, extraordinario, que el saber que yo también formaba parte de estos seres de la oscuridad aún me resultaba algo incrédulo.
¿Realmente los vampiros existen?
Sí, lo hacían y tenía a dos de esta especie enfrente de mí.
— ¿Tienes frío? — cuestionó Logan al ver cómo me pasaba mis manos sobre mis brazos.
— Solo un poco — respondí.
Antes de que pudiera parpadear sentí un buzo encima de mis hombros.
— La noche está algo helada, úsalo — dijo antes de seguir bajando las eternas escaleras.
— ¡Idiota! — exclamó Varen.
Pero…
No sabía si me decía idiota a mí por salir con un abrigo algo ligero o a su hermano por dármelo.
Con él me estaba dando cuenta de que no puedo estar segura de nada. Ciertamente, parecía que sufría de algún tipo de enfermedad mental.
Tsk.
Bueno, si estaba loco debería buscar ayuda.
Varen era demasiado insufrible por decirlo.
Solté un suspiro mientras continuaba mi camino.
La oscuridad de la noche y el ruido de los grillos me hicieron sentir temor. Al ver la luz al final de las escaleras deseé detenerme, algo dentro de mí me decía que corriera y diera la vuelta, aún tenía tiempo de escapar de este mundo desconocido en donde mi vida estaba en peligro.
— No tengas miedo — susurró Logan — El miedo es tu peor enemigo, te puede perjudicar como no tienes ni idea, puede volverte loca al dejarte ver cosas que solo existen en tu mente.
Cuando terminó de decir aquello no pude evitar pensar en sus palabras por un momento.
Logan tenía razón, tener miedo no era la solución.
— Estoy trabajando en ello, pero, es imposible no sentirse temerosa en este tipo de situación, todo esto es nuevo, hay demasiada información en mi cerebro para procesar — mencioné.
Varen se rio de una manera que se me hizo burlona.
— Casandra, ¿qué es lo que no entiendes?, no puedes tener miedo, no con nosotros, todas tus emociones las puedo sentir, puedo escuchar claramente el latir de tu corazón, el sonido tedioso de tu respiración y tu sangre recorrer cada una de tus venas, es realmente un sonido encantador — comentó antes de atraerme hacia sus brazos — Si quisiéramos matarte hace tiempo lo hubiéramos hecho.
Al escuchar su afirmación suspiré mientras me alejaba de él.
De todas maneras, ¿por qué se portaba tan familia conmigo?
— No me toques. Además, no te tengo miedo a ti o a Logan, lo que en realidad temo es lo desconocido.
— Tendrás que acostumbrarte — soltó Logan mientras tomaba mi mano.
Su mano se sentía helada, como el hielo.
Varen lanzó un bufido mientras miraba nuestras manos unidas. Sus ojos parecían decirme “¿por qué a él no le dices que no te toque?”.
De un momento a otro llegamos hacia aquel haz de luz, habíamos llegado a su guarida. Alce la mirada mientras captaba el panorama general de la habitación, sin embargo, no pude evitar sentirme confundida al ver que dentro no había nada más que armas de diferentes tipos, tales como: espadas, armas de fuego, arcos y flechas, entre otras de las que no conocía sus nombres.
Había esperado algo más espeluznante, como imágenes de cuadros con personas torturadas, tal vez algo de sangre e incluso un ataúd, pero, todo se veía limpio y cálido.
No era precisamente el estereotipo de guarida de vampiros cazadores que me había imaginado en mi mente.
Sin embargo, antes de que hiciera algún tipo de comentario me percate de algo.
Ahí, en la parte superior en donde se supone que se encuentra el techo, había un montón de pinturas extrañas, había una mujer, como aquella que había aparecido en mis sueños, solo que esta estaba quemada. Además, también se encontraba aquel hombre que había sostenido en su regazo, solo que este se encontraba atado rodeado de algunas extrañas mujeres árboles, aún no podía definir bien qué tipo de ser extraordinario eran.
— ¿Quién es ella? — cuestioné — Yo la he visto, la he visto en sueños.
Ante mi pregunta, Varen y Logan se miraron como si estuvieran compartiendo un secreto.
— Ella es una bruja y el inicio de todo.
Luego de decir aquello, Logan empezó a contarme una historia, una que quedaría para siempre guardada en mi memoria.
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Comments
Rebecca H
porque desconfío de ellos?
este suspenso me tiene en un hilo
2024-05-24
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