El sonido de gotas caer me despertó, me sentí algo aturdida, mi cabeza se sentía pesada, era como si tuviera una nube que hacía que me sienta flotando, estaba confundida mientras abría los ojos, miles de recuerdos parpadearon en mi memoria, dejándome algo anonadada.
¿Qué diablos me había pasado?
Cuando caí en cuenta de que había sido secuestrada me desespere tratando de salir de este aturdimiento que me impedía ver algo más que oscuridad.
¡Cielos!
De todos modos, ¿dónde estaba?
— Parece que ya despertó — comentó una voz algo gruesa.
¿Quién era?
Si no fuera por la mordaza que mantenía en mis labios hace tiempo lo hubiera cuestionado. Sin embargo, solo cuando aquella niebla que ocultaba mi visión se dispersó, caí en cuenta que el sonido de gotas que había escuchado no estaba relacionado con el sonido de la lluvia, sino con mi sangre.
Ellos estaban sacándome sangre por medio de un gotero, con razón me sentía tan débil.
¡Esto no me podía estar pasando!
— Jefe, ya tenemos cerca de un litro, creo que deberíamos parar, puede que al final se desangre hasta morir — mencionó un sujeto joven de cabello largo de ojos azules.
¿Qué clase de ser era? ¿Por qué me estaban sacando sangre? ¿Acaso no se supone que esta solo servirá cuando tenga 18 años?
Aquel hombre al que llamaban jefe salió desde las sombras haciendo que pudiera ver su rostro.
Tragué saliva con nerviosismo ante su apariencia.
Él era alto casi de dos metros, su cuerpo era fornido con músculos, sin embargo, nada de eso me causo más temor que el color de sus ojos que eran de diferentes colores, su ojo derecho era de un color rojizo sangre mientras que su ojo izquierdo era de un color gris, aquel sujeto parecía un depredador al acecho, hasta la forma en la que sonreía causaba miedo.
— Tienes razón, esos malditos chupasangres han puesto una marca en ella, muy pronto estarán aquí — anunció aquel hombre haciendo que sienta un escalofrío de terror cuando se acercó a mi lado haciendo que me sienta intimidada.
Aquel hombre de un solo tirón sacó el gotero que se encontraba en mi mano haciendo que parpadee debido al dolor. Luego con unos movimientos tan magnéticos saboreo mi sangre haciendo que no pudiera apartar la mirada de su rostro.
Había algo en la manera que me miraba que me causa una sensación extraña en mi interior, era como si estuviera bajo un hechizo del que no podía salir. Era la misma emoción que sentía cuando me encontraba a solas con los hermanos Bommer, era como si me sintiera atraída como una polilla a la llama, de una manera extraña y aterradora.
Esto claramente no era normal, había algo en estos tipos de seres, algo extraño y malo.
¿Qué diablos estaba pasando conmigo?
— Es una lástima — comentó aquel hombre haciendo que salga de mis pensamientos.
El otro sujeto de cabello largo se acercó y me miró de manera dubitativa.
— ¿Qué pasó, jefe? — cuestionó con una expresión llena de inocencia como si todo esto fuera demasiado normal para él.
Aquel hombre de ojos de diferentes colores sonrió de una manera que mando un escalofrío de terror a mi columna vertebral.
— Bueno, ella luce tan dulce que me dan ganas de llevármela, ¿será que me la llevó? — dijo antes de darle palmadas en la cabeza a aquel sujeto de expresión tonta.
Bueno, ante sus palabras, traté de que no noté mi desesperación, porque realmente lo único que deseaba era que tomen lo que quieran de mí y desaparezcan.
— Aún no es el momento jefe, cuando ella tenga dieciocho años, puede llevársela. En ese momento su sangre será demasiado irresistible, realmente estoy deseando que llegue a la edad adulta para probar su sangre virgen cuando esté madura, sin duda alguna será uno de los mejores exilires — aseguró aquel muchacho.
Aquel hombre al que llamaban jefe suspiró haciendo que se vea peligroso. Cada uno de sus movimientos se sentían asesinos y llenos de un poder letal realmente atemorizante.
— Entonces, solo debería llevármela — susurró con una sonrisa fría retirando la mordaza de mi boca — Dime, niña, debería solo tomarte.
Sacudí rápidamente la cabeza mientras intentaba hablar, sin embargo, mi garganta se sentía demasiado reseca.
— Muchacha tonta, no sabes lo que dices, mi jefe es el ser más poderoso de estos lares, así que agradece rápidamente su gracia — masculló aquel joven de apariencia algo tonta.
Perdón…
No pude evitar mirarlo con incredulidad ante sus palabras, realmente este joven no solo tenía una apariencia tonta, también parecía algo tonto al creer que me sentiría agradecida cuando claramente ellos me habían secuestrado para tomar mi sangre, quien sabe con qué fines.
— No quiero, quiero irme a casa — dije en un hilo de voz.
Deseaba que aquel par de hermanos aparezca en este momento y me rescate.
— ¡Oh! Al ver tu negativa siento más ganas de llevarte — dijo antes de morder mi cuello con saña.
No parecía que estuviera succionando mi sangre, era más como si me estuviera marcado, dejando su huella en mi piel y alma.
Cuando aquel sujeto se alejó de mi lado, pude ver cómo un par de colmillos se retiraban y sus ojos que brillaban dentro de la oscuridad volvían a la normalidad.
¿Qué clase de ser era? ¿Un perro?
Definitivamente no un vampiro.
Él me había mordido tan fuerte que no podía pensar con claridad, había un calor que recorría mis entrañas un poco difícil de apagar, mi cuerpo se sentía como si no me perteneciera.
— ¿Qué me hiciste? — cuestioné con temor — ¿Por qué me siento tan caliente?
Ante mis preguntas, aquel tipo de ojos bicolor se acercó a mi oído.
— También dejé mi marca en ti, ahora tenemos un vínculo irrompible, podré encontrarte donde sea que estés para saborear tu sangre — susurró haciendo que los vellos se me pusieran de punta — Solamente la muerte lo podrá romper, así que no importa cuánto huyas, no puedes escapar.
Cuando se alejó de mí sonrió de una manera peligrosa.
— Tú…
Ni siquiera pude decir nada debido a la interrupción de aquel joven de apariencia tonta.
— Jefe, alguien está aquí, debemos irnos rápidamente — proclamó aquel joven con apremio — Ellos no pueden verlo, aún no es el momento.
Aquel sujeto llamado Jefe sacudió la cabeza antes de tomar la bolsa que tenía mi sangre.
— La próxima vez que nos veamos no vas a tener la oportunidad de ser rescatada, Casandra Nethers, esto no es una advertencia, es una promesa.
Cuando terminó de decir aquello se alejó con pasos pausados como si no estuviera escapando sino dando un paseo como si ni siquiera le importará que lo atrapen, lo miré confundida tratando de adivinar lo que pasaba con este tipo de sujetos, sin embargo, solo me tomó un parpadeo para perderlo de vista.
No sabía por qué, pero sentía la sensación de que ya lo había visto en el pasado, tal vez estaba siendo paranoica, pero por un momento llegué a pensar que él era ese rey oscuro del que todo el mundo hablaba.
Pero, eso era algo imposible, después de todo, él estaba encerrado en el bosque. Así que no podía aparecer enfrente de mí.
Justo cuando estaba tratando de desatar de las sogas que me ataban, aparecieron ese par de hermanos, pero, no eran el par de hermanos Bommer que había estado esperando, sino que eran Derek y Jax Hunter.
De todos modos, ¿qué estaban haciendo aquí?
Tragué saliva, sintiéndome ansiosa, después de todo, no estaba segura si ellos eran amigos o enemigos.
— Tranquila, Casandra, hemos venido a salvarte — sentenció Jax mientras me miraba con ojos amables como si quisiera que creyera en él.
Me mordí el labio antes de asentir.
Derek lanzó un bufido antes de hablar. Parecía una bestia enjaulada. Su imagen de chico despreocupado había desaparecido por completo. — ¿A dónde diablos fueron esos bastardos? Sabía que debía haberte vigilado. Je. Atrayendo todo tipo de calamidades — espetó haciendo que lo miré confundida.
Tsk.
Ese bastardo que estaba tratando de decir.
¿Acaso pensaba que yo era la culpable de lo que me estaba pasando?
Espera…
— ¿Por qué tus ojos están brillando? — cuestioné estupefacta.
Aunque si era sincera, no sabía ni porque me sentía sorprendida, después de todo, desde hace algún tiempo sospechaba que este par de hermanos no eran tan simples como aparentaban.
Derek se rascó la cabeza ante mis palabras, en el proceso sus ojos volvieron a su color verde normal. Miré a Jax esperando una explicación, sin embargo, él bajó la mirada como si se sintiera avergonzado.
Bueno…
Deseaba saber qué tipo de ser oscuro eran.
Vampiros no podían ser.
Después de todo no tenían esa vibra sombría, quizás eran yetis o hechiceros, no, tal vez, alguna especie de gatos montañés.
— Incluso si me lo preguntas, yo aún no comprendo todo este mundo sobrenatural — susurró Jax mientras terminaba de desatar las sogas alrededor de mis pies — ¿Me creerías si te dijera que hasta ayer creía que era un ser humano normal?
Entonces, él me estaba diciendo que él también era nuevo en esto de lo sobrenatural.
¿Acaso era posible?
Quizás la expresión en mi rostro era demasiado incrédula debido a que Jax miró sus manos como si se sintiera culpable.
— Él no sabe nada, bueno, no lo sabía — mencionó Derek antes de adquirir aquella expresión jovial que lo caracteriza — Te lo contaré todo, pero, primero, debemos salir de aquí. Antes de que él aroma de tu sangre atraiga a algún Olvidado. No quiero gastar mi energía luchando sin sentido.
¿Qué?
Derek ni siquiera me dejó digerir sus palabras por completo antes de tomarme entre sus brazos como si fuera una princesa.
— Hermano, es mejor si la llevó yo — protestó Jax mientras me miraba.
Justo cuando le iba a decir que me baje, Derek habló haciendo que cualquier protesta que tenía que decir quedará atrapada en mi boca.
— Recién estás aprendiendo a controlar tus habilidades y quieres llevarla. Guarda tus garras lobito, no quiero que en tu afán por demostrar tu valía acabes estrellado contra un árbol. Iara me matará si algo le sucede a su preciosa hermanita — comentó antes de sonreír de una manera que me hizo apretar los dientes.
¡Aish! ¡Por qué debía sonreír de manera engreída!
— Está bien — respondió Jax.
— Yo…
Ni siquiera pude hablar debido a que en menos de cinco segundos me encontraba viendo con asombro cómo dejábamos todo atrás a una velocidad asombrosa.
Y bueno, Derek tenía razón en algo, Jax no era un corredor confiable, debido a que pude ver con preocupación cómo este joven casi se golpeaba contra un árbol en más de una ocasión.
Debido a todo lo que me había sucedido no tenía muy claras mis ideas, sin embargo, pude darme cuenta de que había demasiados enemigos ahí afuera acechando en las sombras.
No sabía con certeza si Derek y Jax eran confiables. Tampoco estaba segura de que Varen y Logan lo sean.
Yo realmente no estaba segura de nada.
Lo único que deseaba era escapar de este maldito pueblo y no volver jamás.
Debido a este suceso pude ver qué esto no era un juego. Que todo lo que habían dicho Logan y Varen acerca de mi sangre era cierto.
Por lo que me era imposible no sentirme temerosa.
No quería morir.
Tampoco deseaba que alguien cercano a mí lo haga.
Sin embargo, ¿qué debía hacer para que todo esto se acabe?
¿Acaso mi destino era ser sacrificada para el bien o para el mal? ¿Realmente había un futuro para mí?
Cerré los ojos mientras sentía el viento golpear mis mejillas. No pude evitar sentirme impotente, yo no quería depender de nadie, no quería ser siempre protegida y estar en la oscuridad.
Yo también deseaba saber, deseaba poder luchar y no sentarme a lloriquear por dónde sea que vaya. Ese no era mi estilo. Después de todo, yo era alguien valiente, sin embargo, esta situación que estaba viviendo me sobrepasaba con creces.
¿Qué podía hacer? ¿Qué debería hacer?
¿Y si me transformaba en algún ser de la oscuridad? ¿Y si me convertía en un vampiro podía acabar con la maldición que pesaba en mi sangre?
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 52 Episodes
Comments
Rebecca H
bueno
si el problema es su sangre puede empezar a envenenar la
que empiece a ingerir aconito o mata lobos.
e investigar que veneno es mortal para los vampiros y cargarlo siempre como spray en el cuerpo...
eso se me ocurre
2024-05-24
0
maria luisa uribe reynoso
qué gran dilema entre el bien y el mal seria usada sin saber como.
2023-06-24
1