— ¿Por qué estás tan distraída? — cuestionó Jax Hunter, el presidente de la clase sacándome de mi ensoñación.
Miré rápidamente alrededor antes de contestar.
— No me pasa nada — respondí mientras me llevaba una mano al cuello.
La herida parecía haber sanado casi por completo.
Jax me miró por un momento como si quisiera decir algo antes de negar con la cabeza y volver a hacer su tarea.
El maestro Carter, aquel hombre de ojos verdes tan parecidos a las piedras preciosas, el que no me había dejado entrar a clases la última vez, me lanzó una mirada mientras continuaba explicando las partes de la célula.
¡Aish!
Parecía que desde que había llegado tarde a su clase había entrado en su lado malo.
El tipo parecía odiarme, parecía que verme respirar le molestaba. Siempre me estaba lanzando malas miradas.
Lancé un suspiro mientras trataba de concentrar mi mente en la clase y no en aquel par de gemelos que habían estado dando vueltas en mi memoria desde aquel incidente.
¡Cielos!
¿Cómo era posible que una mordida se sienta tan bien?
Esta vez fue tan diferente de la vez que Varen me mordió en el bosque.
En aquel entonces había estado tan asustada que solo sentí dolor.
Sin embargo, esta vez…
Aunque todo fue parte de aquel ritual que no termine de entender por completo, pero, las sensaciones que sentí cuando me estaban mordiendo era algo que no podía explicar con palabras.
Se sintió como si pudiera ir al cielo en cualquier momento.
Ese momento me hizo cuestionar toda mi existencia.
Pero…
Había tantas cosas que estaba pasando que no tengo el tiempo suficiente para pensar en ello, después de todo había descubierto que mi sangre era alguna especie de afrodisíaco para los seres de la oscuridad y que cuando tenga 18 años será el momento en el que mi vida terminará.
Por lo que tenía un año completo para averiguar qué hacer para detener todo esto de una vez.
Aunque aquellos chicos me habían dicho que me darían protección, no podía confiar en ellos de manera ciega.
No era tan estúpida, por lo que debía empezar a hacer los preparativos correspondientes.
Bien podría huir de Grandiel cuando llegue ese momento.
Ahora es que me preguntó si abra algo que pueda hacer a mi sangre normal, solo al recordar lo que Logan había dicho con respecto a todas las personas que tenían mi mismo tipo de sangre y la tragedia que habían vivido me sentí deprimida porque las muertes de mis padres de alguna manera indirecta sucedieron por mi causa.
Nadie quiere morir, yo no lo quiero hacer, por lo que debía buscar una manera que me permitiera sobrevivir.
Debería haber algo.
— Srta. Nethers, ¿Me podría hacer el favor de repetir lo que dije? — cuestionó el maestro Carter haciendo que mis nervios se alteren.
¿Qué diablos le había hecho para que se ensañe conmigo?
— Lo siento — me disculpé — Pero, no estaba prestando atención.
El profesor Carter sonrió de una manera fría mientras me señalaba la puerta.
¡Oh, no!
Juliet que se encontraba a mi lado, me miró de manera nerviosa.
Parecía estar muy preocupada con lo que me iba a pasar.
— Como mi clase le parece aburrida a la Srta. Nethers, le pido que salga. No quiero a gente vaga en mi salón — enunció haciendo que apretara mis dientes.
Me quedé muda al escuchar su petición.
Bueno, no era como si quisiera escuchar su clase. Tenía muchas cosas de las que preocuparme.
Sin embargo, antes de que pudiera recoger mis útiles y salir del salón. Tuve que detener mis acciones debido a la intervención de cierto alguien.
— Profesor, por favor, comprenda un poco a Casandra, hace poco tiempo perdió a sus padres por lo que tiene muchas cosas con las que tratar — comentó Jax mientras se levantaba del asiento.
El profesor Carter me miró antes de hablar.
— Sé lo difícil que es perder a alguien. Pero, el mundo sigue, así que espero que la Srta. Nethers escuché mis palabras y se reponga rápidamente. Aunque esa excusa de que «perdí a alguien así que estoy triste» le puede funcionar a otros docentes, pero conmigo no va y más debido a su historial. Después de todo, usted es una estudiante que tiene una vida escolar muy problemática — luego de unos segundos, agregó. — Continuemos con la clase.
Él empezó a explicar sobre las tareas que debemos realizar y un montón de cosas más.
Sin embargo, yo no podía olvidar lo que aquel maestro había dicho.
Realmente, él me había avergonzado delante de todos de una manera desastrosa. Sus palabras aún retumbaban en mi mente.
Él sabía de mí para que hablara como si mi sufrimiento no valiera nada.
Mis padres fueron asesinados y no había un culpable a la vista.
Yo había descubierto que en este mundo existían los vampiros y quién sabe qué tipo de seres más.
También, descubrí que mi sangre estaba maldita.
Él ni siquiera podía saber lo que estaba pasando en mi vida.
El tiempo pasó rápidamente y pronto fue la hora de la salida, caminé con pasos seguros hasta la puerta en donde me tocaba esperar a mi hermana Iara.
Mientras me sentaba en la banca saqué mi celular y me puse a jugar para matar algo de tiempo, de un momento a otro sentí que alguien se sentaba a mi lado.
— ¿Tu hermana aún no está aquí? — cuestionó Jax con una expresión algo incómoda.
Después de todo, su hermano estaba saliendo con mi hermana, por lo que la relación entre nosotros dos era algo complicada.
— No, en unos diez minutos dice, pero ella puede demorar algo más — comenté mientras guardaba mi celular — ¿Y tú? ¿A quién esperas? ¿A tu hermano? — cuestioné con curiosidad debido a que él siempre iba y viene en su bicicleta.
— Sí, él me dijo que lo espere aquí — contestó — El tío James dejó que Derek trajera el auto, sin embargo, me pidió que lo vigilará — explicó.
Al escuchar aquello supuse porque mi hermana estaba demorando más de lo normal, quizás se había ido a pasear con Derek.
¡Aish!
Esa chica mala.
— Lamento, lo que sucedió en clases — comentó Jax con una expresión avergonzada — No pensé que el Sr. Carter diría aquello.
Sonreí antes de hablar.
— Sé que esa no era tu intención. No te preocupes. Ese profesor es el que está en el error. Él es el que tiene un problema con su cerebro. Quizás nunca ha perdido a nadie, por eso se comporta de esa forma tan pretenciosa.
Jax bajó la mirada cuando escuchó mis palabras.
Como no había nada más de que hablar, un silencio cómodo descendió entre nosotros.
Por lo que no pude evitar pensar en que quizás la personalidad amable de Jax no era tan espeluznante como lo había pensado al principio, por lo que no debía juzgarlo sin ni siquiera darle la oportunidad de conocerlo. Después de todo, él siempre ha sido amable conmigo, de una manera que me gustaba, con él me sentía cómoda.
— Ya llegó mi hermana — comenté con una sonrisa — ¡Vamos! — informe levantando mi trasero.
— ¡Oh! — exclamó Jax con una mirada apenada — Ese par parece tener sus propios planes, tu hermana parece que le pasó algo — dijo levantándose.
Ahí fue que caí en cuenta de que mi hermana se veía algo demacrada. No podía entender como de un momento a otro su semblante cambió por completo.
¿Qué era lo que le había pasado?
Iara ya no tenía aquel maquillaje negro que tanto le gustaba, sus ojos incluso se veían algo opacos como si no tuvieran vida.
Ella no se parecía para nada a su yo de todos los días.
— ¡Qué pasó! — exclamé algo angustiada.
Derek suspiró mientras ayudaba a Iara a sentarse en la banca.
— Iré por el auto, Iara, ella parece no estar en sus sentidos correctos — sentenció antes de trotar hacia el estacionamiento.
Iara al notar su partida empezó a sollozar.
— ¡No me dejes, Derek! ¡Tengo miedo! — proclamó — Él viene por mí, me quiere llevar, me lo dijo en sueños, no quiero ir.
Al notar su estado deteriorado no pude evitar sentirme ansiosa.
¿Qué diablos estaba pasando con Iara?
— Tranquila hermana, estoy aquí, ya todo pasó — le dije mientras la abrazaba.
Iara al notar mi voz se tranquilizó un poco antes de verme de una manera que me hizo sentir miedo debido a que su mirada era demasiado fija, un tanto espeluznante. Era una mirada que nunca antes había visto en el rostro de mi hermana.
— ¡Eres tú! ¡Te encontré! — después de susurrar aquello, parpadeó un par de veces antes de soltar un sollozo — Tengo miedo, hermana. Abrázame.
Bueno…
Yo también tenía miedo debido a las palabras que había dicho.
Jax que estaba a mi lado, sacó rápidamente un poco de agua y se la dio a Iara.
— Esto hará que te calmes, vamos toma un poco — susurró de manera reconfortante.
Cuando el auto de Derek llegó, Iara se había calmado un poco, es solo que su expresión aún se encontraba algo confusa como si no pudiera separar la realidad de los sueños.
Después de que nuestros padres murieran yo fui la que estuve en un estado deplorable y Iara fue la que me dio apoyo en todo el proceso, pero ahora parecía ella la que necesitaba mi apoyo. No sabía muy bien lo que le había pasado, pero no podía verla en este estado tan deplorable.
Estaba tan preocupada.
Cuando entramos al auto, Derek sonrió mientras nos saludaba, la personalidad de este chico era diferente a la de su hermano Jax porque era demasiado imparable y extrovertido.
Era como si fuera el alma de la fiesta.
Incluso en este tipo de situación podía sonreír.
A su vez, Jax era más reservado y no tan atrevido como su hermano.
Estos hermanos Hunter eran tan extraños. El uno era demasiado magnánimo, mientras que el otro era demasiado jovial.
— ¿A dónde vamos? — cuestioné al notar que nos dirigimos hacia otro lugar que no era nuestra casa.
— A mi casa — comentó Derek — Solo pasaré por algo y las llevaré de regreso. ¿Cariño, te encuentras bien? — cuestionó esta vez mirando hacia Iara.
Iara asintió ante su pregunta, sin embargo, podía ver que ella no estaba bien.
— Bueno — dije mientras le daba una galleta a Jax.
Derek al notar nuestro intercambio elevó sus cejas hacia el cielo antes de hablar.
— ¿No sabía que tú y mi hermano eran amigos? ¡Qué coincidencia! ¿No quieren tener una cita doble? — cuestionó haciendo que mi expresión se congele ante sus palabras.
Jax que se encontraba a mi lado, bajó la mirada mientras sus orejas se empezaban a poner algo rojas.
— ¡Hermano! — protestó — No seas imprudente.
Derek soltó una carcajada antes de jalar un mechón de mi hermana de manera juguetona.
— ¿Verdad que tengo razón? — preguntó con voz mimada.
Iara resopló antes de enviarme una mirada de disculpa.
Parecía que su estado de ánimo se estaba estabilizando un poco.
— No te lo tomes personal, Cassie, él tiene ese tipo de personalidad — señaló antes de que señalará al frente como si hubiera visto algo espantoso — ¡Diablos! ¿Qué fue eso? — cuestionó alterada — ¿Lo vieron?
De qué estaba hablando.
Miré al frente confundida, pero no había nada.
— ¿Qué pasa? — cuestioné — ¿Qué sucede?
— ¡Mira! Hay un extraño animal al frente — señaló alterada.
Pero…
Aunque volví a mirar para comprobar sus palabras, sea como sea que miré, no había nada al frente, nada extraño, ni siquiera algún venado.
— No hay nada — comentó Derek — No te preocupes.
Iara se jaló de los cabellos mientras señalaba al frente con histeria.
— Pero, ahí está — dijo con los ojos llorosos — Tiene un cuerno y los ojos rojos, me está mirando.
Sin pensarlo dos veces la abracé desde atrás del asiento.
Iara estaba teniendo un colapso nervioso.
Derek al ver mis acciones colocó una expresión seria haciendo que sus ojos verdes se vean intensos.
— Cierra los ojos, nena — dijo acercándose a Iara — Cuando los abras ya no habrá nada — susurró mirando los ojos de mi hermana con sentimientos suaves, lo que hizo que confirme que él y ella tenían un vínculo especial.
Aunque igual, deseaba que no fuera tan… tan él.
Iara le hizo caso y cerró los ojos.
Jax a mi lado miraba al frente con ojos temerosos, era como si tuviera miedo de que sea lo que sea que vio Iara nos fuera a atacar.
Mi hermana de un momento a otro empezó a dormitar.
— Ella ha estado estresada con el asunto de sus padres — explicó Derek — Me dijo que no había podido dormir porque sus sueños estaban plagados de horrores que la hacían gritar, así que lo que vio solo es una alucinación debido a su estado. No tengan miedo.
Pero…
Yo no podía creer en sus palabras porque sabía con ciencia cierta que ahí afuera había demasiados seres que eran imposibles de describir.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 52 Episodes
Comments