¡Cazador!

Has sentido alguna vez la sensación de desapego con la realidad, como si sintieras que nada de lo que te estaba pasando sea real.

Bueno, así me sentí en este momento mientras miraba con asombro a todas las personas que se encontraban alrededor.

— ¿Cómo es eso de que tengo tres esposos? — cuestioné tratando de comprender el idioma en el que me estaba hablando Derek —. Puedes hablar palabras humanas.

Luego de que dije aquello miré a los dos vampiros que se encontraban a mi alrededor esperando que me den una explicación. Sin embargo, sus expresiones me lo dijeron todo.

Varen se mostró indiferente como si lo que había dicho Derek no tuviera nada que ver con él.

Mientras que Logan se mostró culpable, incluso bajó la mirada como si no pudiera soportar mirarme.

— Así que todo esté tiempo me han estado diciendo verdades a medias. ¿Por qué no me dijeron lo que significaba la marca? — cuestioné sintiéndome enfurecida — No pueden dejarme en la oscuridad, yo también necesito saber lo que está pasando. ¿Qué más me han estado ocultando?

Tras decir aquello, miré a Derek, el cual contra todo pronóstico, parecía ser el más confiable.

¡Qué irónico!

— ¡Habla! ¡Dime todo lo que sepas! — exclamé — ¿Por qué se empeñan tanto en protegerme? ¿Acaso no sería lo más lógico que me mataran para que así nadie pueda obtener mi sangre?

Cuando terminé de hablar, Iara rápidamente se acercó a mi lado y me abrazó.

— No digas eso, Cassie — susurró en mi oído — No permitiré que nadie te mate.

Negué con la cabeza.

¡Aish!

Estaba tan enojada con el mundo.

¡Todos eran tan malos!

Derek soltó un suspiro antes de hablar, luego se acercó a Logan y le tendió la mano.

— ¡Vamos! ¡Ella está esperando una explicación! — le dijo antes de mirarme — En cuanto a porque te estamos protegiendo, eso es porque tú eres la pieza principal de este rompecabezas. Hay un plan que ha estado en marcha durante centenas de años, en el que tú eres la principal protagonista.

Varen resopló cuando escuchó aquellos para luego salir de la casa.

¿Qué le pasaba?

Logan negó con la cabeza antes de hablar.

— Él tiene razón, quizás todo sería mejor si solo te matamos. Pero, en el futuro, seguirá apareciendo alguien con tu mismo tipo de sangre. El Rey Oscuro cada vez se está fortaleciendo más, lo que implica que su sello se romperá pronto. Por lo que desde hace centenas de años se trazó un plan en el que se necesita tu sangre para contrarrestar a ese ser de una vez por todas. Por lo que necesitamos mantenerte con vida hasta los 18.

Luego agachó la mirada mientras agregaba.

— En cuanto a lo de la marca. Eso solo lo hicimos como una medida preventiva, nada más.

¿Preventiva?

Tsk.

No sabía la razón, pero sentí que había algo más en la historia que no me estaban diciendo.

Fruncí los labios.

— Le dije a Derek que no quería seguir viviendo así. No quiero ser tan inútil y vulnerable. Por lo que al menos debería aprender como defenderme en una crisis. Yo… me sentí tan indefensa cuando aquel tipo me secuestro. Odio sentirme así.

Iara tomó mi mano antes de enfrentarse a Logan, Jax y Derek.

— Cassie tiene razón, ya basta con tanto misterio. Ustedes no siempre van a estar disponibles cuando algo suceda. No es como si la pudieran vigilar noche y día. Así que al menos digan cómo podemos defendernos.

Logan miró a Derek, el cual sólo lanzó un bufido como si estuviera harto de esta situación. Bueno, yo también lo estaba.

— Está bien, pero eso tomará algo de tiempo — dijo antes de levantarse — Iré a buscar a Varen . Y, Casandra, no te preocupes por la marca, no puede interferir con tu vida cotidiana. Si en un futuro encuentras a alguien que te agrade, yo, no, nosotros no nos interpondremos en tu camino.

Luego de terminar de decir aquello se fue.

Fruncí los labios mientras miraba a Derek de manera inquisitiva.

— ¿Está siendo sincero? ¿La marca no puede interferir en mis emociones? — le pregunté haciendo que él levantará las cejas.

Sus ojos verdes se veían llenos de diversión.

— Bueno, él dijo algo que es cierto. La marca te ata, la persona que te marcó podrá sentir tus emociones y siempre encontrarte sea donde sea que estés. En el pasado cuando hubo aquella guerra entre los seres de la oscuridad y las madres de la naturaleza. Muchos optaron por marcarse entre compañeros y así tener una ventaja en la batalla.

Bajé la mirada antes de mirar a Jax, el cual se había mantenido callado durante todo nuestro intercambio.

— ¿Por qué él recién sabe de este mundo paranormal en el que existimos? — cuestioné intrigada — ¿Por qué no lo supo antes?

Derek sonrió antes de hablar.

— Eso es porque Jax es diferente.

Esperé a que me dijera la razón por la que era diferente, sin embargo, Derek no añadió ninguna palabra más. Es más, él empezó a tontear con mi hermana haciendo que me sienta malhumorada.

¡Aish!

Resople antes de sentarme a lado de Jax.

— ¿Por qué eres tan diferente? — le pregunté.

Jax me miró con nerviosismo para luego juguetear con sus dedos.

— No te puedo decir — susurró de manera inaudible — Pero te prometo que no te haré daño.

Sonreí con los labios apretados. Luego me levanté con la intención de subir a mi habitación. Cuando llegué al primer escalón la voz de Derek me detuvo.

— Voy a hablar con los hermanos Bommer — dijo — Si vamos a trabajar juntos hay algunas cosas que debemos acordar.

Si era sincera conmigo misma, no creo que ellos me estén diciendo la verdad. Me sentí aterrorizada con todo lo que estaba pasando.

De un momento a otro por mi mente pasaron todos los recuerdos que tenía de este pueblo. Realmente, deseaba huir. Debido a que sentí que Grandiel era más como una jaula para mí.

Pero, si me iba a ir, necesitaba llevarme a Iara.

La cuestión era como convencerla de hacerlo.

Ella parecía adorar a Derek.

Antes de que pudiera seguir pensando, alguien me tomó la mano haciendo que salte de miedo.

Era mi hermana Iara.

La expresión en su rostro no se parecía en nada a la chica que estaba tonteando con su novio. Parecía agitada.

— ¿Qué pasa hermana?

Al escuchar mi pregunta, ella me dio un abrazo.

— Vamos a huir, Cassie — susurró — No podemos quedarnos aquí. Ellos no me dan buena espina. Temo que estén ocultando algo más. Así que vámonos. En la gran ciudad ninguno de estos seres podrá atraparnos. Esto es mucho más grande de lo que parece. Vámonos.

Parpadeé un par de veces tratando de comprender lo que Iara me estaba diciendo. Cuando caí en cuenta del significado de sus palabras, solté un suspiro de alivio.

— Está bien, hermana. Vámonos.

Luego de decir aquello, empacamos las cosas más básicas. Iara se adentró en el estudio de papá en busca de la caja fuerte.

— Sabes, si quisiera la clave — comenté mientras la veía dar vueltas en busca del código.

Iara resoplo como si le pareciera divertido mi comentario.

— Papá ama a mamá, todas sus claves tienen algo que ver con el cumpleaños de mamá, su aniversario de bodas, etc.

Al escuchar aquello no pude evitar sentir nostalgia por aquellos tiempos que ya no iban a regresar. Por lo que apreté contra mi pecho las cenizas de nuestros padres.

Luego de que Iara abriera la caja fuerte, tomó la mayoría del dinero que había dentro y algunos documentos más.

— Con esto será suficiente — susurró antes de tomar mi mano y guiarme hacia el garaje que había estado cerrado durante todo este tiempo.

— ¿Sabes conducir? — le pregunté mientras subía nuestras pertenencias al coche.

Iara me mostró una expresión dubitativa antes de asentir.

— Derek me estaba enseñando, además he estado jugando con él esos videojuegos de autos. No te preocupes, Cassie, sé lo que hago.

Cómo no podía hacer nada más, tuve que confiar en ella.

Y contra todo pronóstico, Iara condujo el auto, a pesar de las muchas veces que casi se estrellaba contra un árbol.

Rápidamente, nos alejamos de Grandiel. Adentrándonos más en la carretera solitaria que solo estaba rodeada de árboles.

Sin embargo, después de unas tres horas de viaje, el auto se descompuso. Parecía que algo estaba mal con el motor, ya que echaba humo.

Por lo que no tuvimos más remedio que bajarnos.

— Está muerto — dijo Iara.

— ¿Qué debemos hacer? Esperamos que algún auto pase y nos lleve.

— No, eso será imposible. Grandiel es como un pueblo fantasma, ¿no te has dado cuenta? Mientras iba conduciendo observé que no nos topamos con ningún auto. La carretera estaba desierta.

Al escuchar aquello sentí una sensación ominosa.

— Hermana, ¿cómo vamos a salir de aquí? — cuestioné.

Iara negó con la cabeza antes de empezar a caminar.

— Caminemos, tal vez tengamos suerte y un auto pase. Y si no, pues seguiremos avanzando.

Su optimismo me daba miedo, pero como quería irme de una vez de este pueblo de mierda no me importó.

No quería que mi tumba fuese Grandiel.

Por lo que seguí caminando, sin embargo, cuando la oscuridad de la noche cayó, no pude evitar pensar que todo esto que estábamos haciendo Iara y yo era una gran mala idea.

Después de todo, la primera vez que vinimos a este pueblo pasamos dando vueltas durante casi un mes y eso que era en auto. Mientras que ahora que estábamos yendo a pie quizás tardemos más de un año.

¿Por qué el auto se tuvo que descomponer?

¿Por qué tenía tanta hambre?

¿Por qué ya no podía aguantar más mis ganas de orinar?

— Iara, necesito hacer pis — le dije deteniendo mis pasos.

Iara levantó una ceja antes de reírse de mí.

— Está bien — dijo — ¿Quieres que te acompañe?

Asentí algo avergonzada.

Después de todo, no quería decirle que me daba miedo ir sola. Más ahora que el bosque parecía tan tenebroso.

Rápidamente, entre hacia el bosque. Sin embargo, antes de que pudiera bajarme los pantalones.

Algo extraño pasó, algo que me puso los pelos de punta.

Iara estaba siendo rodeada por pequeños seres. Ellos eran demasiado diminutos para ser llamados enanos, demasiado viejos para ser llamados niños.

Parecían ser duendes.

Ni siquiera pude gritar el nombre de mi hermana antes de que ella fuera arrastrada por una fuerza que me negaba a creer que dependían de esos pequeños seres.

— ¡Iara! ¡No! ¡Déjenla! — grité mientras trataba de seguirlos con un palo.

Pero, ellos eran tan rápidos que en menos de cinco minutos ni siquiera pude ver la sombra de ellos.

— ¡No!

Ese fue el único sonido que salió de los labios de mi hermana.

Mi corazón saltaba dentro de mi pecho como si se fuera a salir en cualquier momento.

— Esto no puede estar pasando — murmuré para mí misma.

Pero, no podía negar la realidad.

La oscuridad del bosque me estaba volviendo loca, el ruido de los animales y aquellas risas malvadas que retumbaban en mi oído como diciéndome lo inútil que era.

Me tragué las lágrimas que querían rodar por mi rostro. Incluso me mordí los labios para despejar mi mente y no dejarme gobernar por malos pensamientos.

Ahora lo único que me importaba era encontrar a mi hermana.

— ¡Auch! — exclamé cuando sentí que me había cortado con algo.

Una sensación ominosa me recorrió cuando sentí mi sangre gotear.

Sin querer rápidamente traté de detener el sangrado, sin embargo, parecía algo imposible.

De un momento a otro me vi rodeada por esos pequeños seres.

— ¡La Elegida! ¡La Elegida! — proclamaron con júbilo.

Los ojos de esos seres parecían brillar en medio de la noche haciendo que me sienta temerosa.

— El Rey Oscuro estará feliz. ¡La Elegida está aquí!

¡Ay, no!

Cuando creí que las cosas no podían ir peor.

Yo solo quería orinar.

¿Cómo fue que todo terminó así?