Despierta

Después de haber sido capturados en el bosque, Alberto, Sofía y el hombre de la capa fueron llevados a la mansión del Duque Samuel por sus hombres. El hombre de la capa aún estaba inconsciente. Cuando llegaron a la misión, Samuel, pregunto por el estado de Elena, y el mayordomo le informo que aún estaba inconsciente, escuchar eso lo entristeció, pues ya era medio día y ella aun no despertaba, le dio órdenes a Raúl para que se encarga de los prisioneros y él se fue directamente a la alcoba a ver a su esposa.

Los prisioneros fueron llevados al calabozo de la mansión, los guardias los encerraron en celdas separadas, dentro de las están encontraron varios artilugios de tortura. Cuando Sofía vio todo aquello entro en pánico.

Alberto estaba en la celda más cercana a la de Sofía. "¿Estás bien?" preguntó él a través de las barras.

"Estoy asustada, Alberto", respondió Sofía, temblando y llorando. "No sé qué va a pasar ahora, te dije que esto era una locura, debimos marcharnos cuando te lo dije, como es que sigo creyendo en ti".

"No te preocupes, estoy aquí contigo", dijo Alberto, tratando de tranquilizarla. "Encontraremos una manera de salir de esto juntos". (o por lo menos yo saldré) pensó para sí.

En la otra celda arrojaron al suelo al hombre de la capa, pues esté aún estaba inconsciente. Cuando Raúl, llego a donde se encontraban los prisioneros, los miro con desprecio y dirigiéndose a Alberto.

“No creas que no sabemos tus intenciones de asesinar a Samuel, no entiendo por que lo haces cuando el te perdonó la vida, sabia que era un error dejarte vivir cuando estábamos en el campo de batalla, pero aun así, Samuel pensando en ti, dijo señalando a Sofia, lo perdonó pues el sabía de tu aventura y no quería que sufrieras una pérdida y aun así ustedes intentaron matarlo, son unos cobardes.” Dijo Raúl con enfado.

A pesar de lo que decía Raúl, Alberto no mostraba ningún signo de arrepentimiento.

“Si me perdono una vez, por su prometida, lo hará de nuevo, eso si quiere recuperar a su esposa”.

Raúl estaba atónito por las palabras de Alberto y pensó que idiota eres.

Cuando Alberto vio que dejo a Raúl sin palabras, creyó que aún no habían encontrado a Elena y sintió un rayo de esperanza, pues ya estaba ideando como salvarse y como podía salvar a Sofia, aunque en realidad ella no le importaba.

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El duque llegó a su alcoba y se acercó a Elena, observándola con preocupación mientras estaba en la cama. Él acarició suavemente su rostro y le dio un beso en los labios, aunque ella no pareció responder.

"Vamos, cariño, despierta", susurró él en su oído. "Extraño ver ese brillo que hay en tu mirada". Pero ella permaneció inmóvil, aún inconsciente.

Samuel estuvo toda la tarde al lado de Elena esperando que despertará, pero ella aún seguía inconsciente, llegó el anochecer Samuel suspiró y por primera vez desde que había entrado a la alcoba se alejó de la cama, dirigiéndose a la ventana para observar el paisaje nocturno que se extendía ante él. La noche había caído y la luna brillaba en el cielo, iluminando suavemente los jardines de la mansión.

La noche pasó lentamente y Samuel al ver que Elena aun no despertaba, se cambio de ropa y se acostó a su lado, el cansancio de lo que había pasado durante el día lo venció y cayó dormido al lado de Elena.

Elena finalmente despertó en la oscuridad de la habitación. No sabía dónde estaba y se sentía desorientada. Miró a su alrededor, tratando de ubicarse, pero todo era desconocido para ella.

Elena se incorporó de golpe y gritó: "¡Samuel!".

Éste se despertó sobresaltado, confundido por los gritos de su esposa. Miró a su alrededor, tratando de entender qué estaba pasando. Finalmente, al ver a Elena despierta, la acercó a él y la abrazó.

"Elena, cariño, ¿estás bien?", preguntó Samuel con preocupación.

Elena lo miró con incredulidad, tratando de comprender lo que estaba sucediendo. "Samuel, ¿estás bien? ¿No te han hecho daño?". Fue lo primero que dijo al verlo.

Samuel la miró sorprendido, sin entender a qué se refería. "Si, mi amor, estoy bien. ¿Por qué preguntas eso?".

Elena vaciló, tratando de ordenar sus pensamientos. Recordó lo que Sofia le había dicho acerca de que querían matarlo. "Nada, es solo que... Sofia me dijo que... que pretendían matarte. Estaba preocupada por ti".

Samuel la tranquilizó, asegurándole que estaba a salvo y que nada le había sucedido. Estaba muy feliz de ver a Elena por fin despertar, cuando la tranquilizo, la atrajo a su pecho y la abrazo fuertemente.

“Gracias cariño, gracias por despertar, gracias por ser tan valiente y llegar de nuevo a mí. Te juro que nunca nadie te volverá hacer daño ni te separan de mí” dijo Samuel, mientras sus lagrimas corrían por sus mejillas.

Elena se separó de Samuel su mirada estaba llena de ternura y secándole las lágrimas le dijo “No podía permitir que te hicieran daño, yo solo pensaba en volver a casa para avisarte lo que planeaba Sofia”.

De repente Elena frunció el ceño, "¿Qué ha sucedido con Sofia?", preguntó.

"Sofia, Alberto y los demás prisioneros fueron llevados a las celdas de la mansión", respondió Samuel. "Pero no te preocupes, están bajo mi cuidado".

Elena asintió, sintiendo un poco de alivio al escuchar esas palabras.

“Por cierto, ¿dónde estamos?” Preguntó, mirando a su alrededor.

“No quería estar lejos de ti, quería ser el primero en verte despertar, así que te traslade a mi alcoba” le contestó. Y añadió

“Esta es la mejor habitación de la mansión, si quieres puedes quedarte aquí a partir de ahora”.

Elena negó con la cabeza pues ella no quería quitarle su habitación al duque, pues no entendió lo que éste le estaba diciendo, ya que Samuel quería que compartieran habitación y Elena torpemente pensó que quería cambiarla. “Mi alcoba es perfecta, no necesitar cambiarla dijo”.

Samuel la miro con un poco de tristeza en su rostro y simplemente asintió. Elena no noto el cambio del duque, cuando esté estaba a punto de explicarle lo que quería decir, a Elena le gruño el estómago, haciendolo callar..

“Que torpe he sido, te acabas de levantar y no te he ofrecido comida”, dijo el Samuel, mientras se levantaba de la cama, para llamar a las doncellas de Elena.

Cuando las doncellas llegaron a la alcoba estaban eufóricas púes su señora había despertado. “Me alegro que estes bien mi señora, dijo una de las doncellas de Elena, enseguida te traen una sopa ligera”.

Cuando llegaron a la alcoba con la comida para Elena, Samuel la ayudo a ir hacia el pequeño comedor que estaba dentro, la ayudo a sentarse e incluso le iba a dar de comer, pero Elena no lo dejo, pues sentía mucha vergüenza al ser alimentada por él. Y tranquilizándolo le dijo “Yo puedo hacerlo, estoy bien” Samuel no insistió más y dejo comer a Elena tranquilamente.

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Raúl se dirigía a la alcoba del duque, pues le avisaría que ya estaba todo listo, cuando llegó, iba a tocar, y una de las doncellas abrió la puerta, Samuel al ver a Raúl lo invito a pasar.

Cuando Raúl vio a Elena despierta se le dibujo una sonrisa en el rostro y dijo “Mi Señora, me alegro que despertara, todos, especialmente Samuel, estábamos preocupados por su bienestar”.

Elena agradeció aquellas palabras y miro a Samuel, quien al tiempo se levantaba de la silla en donde se encontraba y dijo

“Raúl, los asuntos que tengamos pendiente, dejémoslo para mañana hoy quiero estar con mi esposa”, y acercándose a Raúl coloco su mano sobre el hombro y en un tono de voz bajo para que Elena no fuera a oír le dijo “Tortúralos toda la noche, pero no los mates, ve que información puedes obtener de ellos”.

Raúl asintió y salió, dejándolos solos.

Pasaron unos minutos desde que se fue Raúl y Elena se puso de pie, Samuel corrió a su lado, pues tenia miedo de que en cualquier momento se cayera, ella lo miro con ternura.

“Estoy bien” dijo.

Sin embargo, Samuel no la soltó hasta que Elena se sentó en la cama. Elena notaba el cansancio del duque pues tenia unas ojeras horribles y la cara completamente demacrada.

“Lamento lo que pasó, no debí mentir hacia donde iba, yo solo quería sorprendente en tu cumpleaños con un obsequio” dijo mirándolo con lágrimas en los ojos.

Samuel se sentó a su lado y la abrazó, “no te preocupes cariño, nada de lo que sucedió ha sido tu culpa, además mira allí” señalo la mesa al lado de su cama.

“Allí está la caja que me ibas a dar, aun no la he abierto, he estado esperando a que sea tu quien me la de”. Elena estaba sorprendida al ver la pequeña caja allí, y volviéndose hacia Samuel lo beso en los labios y lo abrazo fuertemente.

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Comments

Lilian Rodríguez Tórrez

Lilian Rodríguez Tórrez

cuando van a estar juntos y consumar su matrimonio 🤭🤭

2023-05-15

13

🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋

🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋

siiiiiiiii 😈😈😈😈😈😈 eso me gusta que sufran los perros 🐕

2023-05-13

0

🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋

🪼 βE𝕋Ť¥ 🦋

jajaja 🤣 😅 😂 🤣 sigue soñando babotas

2023-05-13

1

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