Atrapados

Alberto llega a casa de Sofia y la encuentra sentada en la sala, leyendo un libro. Al verlo, Sofia se levanta y le pregunta qué hace allí.

Alberto: "Necesito hablar contigo. Es importante."

Sofia: "¿Qué pasa?"

Alberto: "Elena se escapó. Necesitamos encontrarla antes de que sea demasiado tarde."

Sofia se sorprende al escuchar esto y rápidamente se une a Alberto en la búsqueda de Elena.

Mientras tanto, en la mansión del duque, el doctor le asegura que Elena está bien, pero necesita tiempo para recuperarse. El duque está furioso por lo sucedido y jura vengarse de Alberto y Sofia.

Samuel: "No descansaré hasta hacerlos pagar"

Mientras tanto, Alberto y Sofia continúan su búsqueda de Elena por toda la ciudad. Preguntan a todo el mundo si han visto a una joven con la descripción de Elena, pero nadie parece haberla visto. Finalmente, después de una larga búsqueda, deciden dividirse para cubrir más terreno. Sofia decide revisar la zona donde esta el galpón y Alberto se adentra en el bosque.

Pero cuando Sofia regresa al punto de encuentro acordado, Alberto no está allí. Sofia empieza a preocuparse y decide buscarlo. Cuando finalmente lo encuentra él le dice que tampoco hay rastro de Elena.

Sofia: Alberto, ¿qué está pasando? ¿Por qué no hemos encontrado a Elena?

Alberto: No sé, he buscado por todas partes y no la he encontrado.

Sofia: ¿Y ahora qué vamos a hacer?

Alberto: Tranquila, mañana iré a buscar a Samuel. Si Elena ha llegado a su casa, entonces lo sabremos. Si no, continuaremos buscando.

Sofia: ¿Qué pasa con el plan?

Alberto: El plan sigue en marcha. No creo que Elena haya llegado a su casa todavía. Mientras tanto, nuestros hombres seguirán adelante.

Sofia: ¿Estás seguro de que esto es una buena idea? No quiero que él muera, además Elena puede haber muerto. Yo puedo volver con él, de verdad es necesario matarlo.

Alberto: ¿Qué otra opción tenemos? Si dejamos que Samuel viva, él va a venir tras nosotros. Tú ya no puedes volver con él, yo le dije que estabas conmigo en esto y que cuando nos diera el dinero nos marcharíamos. Además, si hacemos esto bien, nadie sospechará de nosotros. Confía en mí, todo saldrá bien.

Sofia: Espero que tengas razón, Alberto. Esto es peligroso y no quiero tener problemas.

Alberto: No te preocupes, todo está bajo control. Mañana voy a buscar a Samuel.

Sofia: Creo que es mejor irnos, si Elena ya volvió a la mansión estamos condenados, no quiero morir, podemos empezar en otro lugar.

Alberto: Y con que vamos a comenzar, no tenemos nada. (Grito frustrado). Sofia ya todo esta en marcha y si Elena no está en la mansión y logramos acabar con Samuel podemos irnos, mi rey prometió una gran recompensa.

Sofia: No quiero que te pase nada.

Alberto: No te preocupes, todo va salir bien. Si veo que mañana algo marcha mal me voy de inmediato, lo prometo.

De esta manera Alberto y Sofia volvieron a su hogar, a descansar.

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Raúl interrumpe en la alcoba de Samuel, que era donde se encontraba Elena aun inconsciente, Samuel estaba sentado al bode de la cama tomando la mano de Elena entre sus manos.

Raúl: ¿Está bien Elena?

Samuel: No, Raúl, no está bien. Está inconsciente desde que llego.

Raúl: Lo siento, pero ella es fuerte se pondrá bien.

Samuel: Eso espero Raúl, no se que haría si le pasara algo, estos días han sido una auténtica pesadilla.

Raúl: ¿Y qué vas hacer al respecto?

Samuel: Voy a buscar a Sofia y Alberto y hacer que sufran. No puedo permitir que sigan haciendo daño.

Raúl: Entiendo tu enojo, pero ¿ha considerado que puede que no están solos en esto? Es posible que haya alguien más detrás de todo esto, alguien que les esté ayudando.

Samuel: ¿Qué sugieres, Raúl?

Raúl: Que descubras quién es el verdadero autor de todo esto, ese par no tiene los recursos para hacer lo que hicieron. Si Alberto viene mañana, no le diga que Elena ya está aquí. Podemos idear un plan para atrapar a los verdaderos culpables.

Samuel: (suspira) Tienes razón, Raúl. No puedo seguir actuando por impulso. Necesitamos atrapar a todos los culpables y hacer que paguen por lo que han hecho. Sino seguirán molestándome.

Raúl: Así es, Samuel. Juntos podemos lograrlo. Preparé a los hombres para mañana.

Raúl salió de la alcoba y Samuel no se movió del lado de Elena.

Al día siguiente, Alberto llega a la mansión. Samuel lo recibió en la entrada y fingo no saber nada de Elena.

"Alberto, ¿cómo está mi esposa?", preguntó Samuel con voz tensa.

Alberto fingiendo tranquilidad responde: "Está bien Samuel, no soy un monstruo, no le haría daño a una mujer indefensa, además solo la tengo cautiva para que me ayudes. ¿Ya te decidiste a acompañarme?"

Samuel asiente y se levanta y se dirige a la puerta.

Bueno, vamos entonces. ¿Trajiste tu caballo? pregunta.

"Sí, por supuesto", responde Alberto mientras se prepara para partir.

Alberto estaba aliviado, pues por la reacción del duque, asumió que Elena no estaba en la mansión. Salieron y se encaminaron al galpón donde Alberto había preparado la emboscada para asesinar a Samuel. Lo que éste no sabía es que Raúl y algunos de los mejores caballeros del duque los están escoltando de cerca y estaban preparados para atacar. Raúl había ideado un plan para atrapar a los verdaderos culpables.

Durante el camino, Samuel y Alberto no hablaban, pues cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos. Finalmente, llegaron a un galpón abandonado, situado cerca del bosque.

Bajaron de los caballos y se dirigieron al galpón, cuando entraron fueron recibidos por Sofia y por un hombre cubierto con una capa, Samuel al ver a Sofia, le lanza una mirada de furia y dice. “No puedo creer que hagas esto” y mirando a todos lados pregunto “¿dónde está Elena?”

Sofia sonrío con malicia y respondió: "No te preocupes, tu querida Elena está a salvo con nosotros".

Mientras Samuel distraía con preguntas a Sofia, Alberto y al hombre que estaba con ellos. Raúl aprovechaba para desarmar a los hombres de Alberto, quienes estaban fuera del galpón, rodeándolo y esperando el momento para atacar.

Habiendo dejado inconsciente a los hombres que custodiaban el galpón. Los caballeros del duque entraron y rodean a todos. Seguidos por Raúl que se acerca a ellos con una sonrisa triunfante.

"Lo siento, Alberto, pero has caído en nuestra trampa", dice Raúl mientras se acerca.

Alberto se da cuenta de que ha sido descubierto y suspira derrotado. "¿Qué va a pasar ahora?", pregunta resignado.

Samuel responde con voz fría: "Ahora, pagarán por lo que han hecho". Y dirigiéndose a Raúl dijo “encierralos a todos en los calabozos de la mansión, no quiero que escape ninguno”.

El hombre de la capa que estaba parado al lado de Sofia intento, escapar, pero Raúl lo interceptó y de un golpe lo dejo inconsciente.

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